El problema de cualquier
organizacion social es la produccion y el reparto de la riqueza. Es claro
que esto hace necesario hacerse las preguntas de ¿que producir?,
¿como producir?, ¿A quien dar lo producido y segun cuales
criterios?. En una economia capitalista es el mercado quien responde a
estas tres preguntas. El beneficio (por via de los precios) es el que orienta
la produccion, son los costos (por consiguiente el beneficio) los determinantes
del modo de produccion y son las rentas (salarios y beneficios) quienes
determinan la capacidad de cada uno para consumir. Por esto el mercado,
para poder individualizar la participacion de cada uno y por consiguiente
retribuirlo, ha necesitado de una diferenciacion de las funciones que no
se realiza segun los quehaceres del individuo sino por la exigencia del
sistema. La negacion de la persona asume por ello la forma de una pseudo
autonomia del individuo; asi la fuerza del mercado es tambien la razon
esencial para que esta sea una organizacion nefasta, inicua de la sociedad.
Pensar una Economia Libertaria quiere decir asi recoger las mismas preguntas
dandoles respuesta distinta en funcion de satisfacer la necesidad de igualdad
social, de solidaridad y de libertad real. Esto significa impugnar los
dos pilares sobre los que se basa el capitalismo: mercado y division social
del trabajo. Significa atacar aquello que justificaria al mercado, a traves
de la eliminacion de la propiedad privada de los medios de produccion (y
luego del beneficio como fin) y la eliminacion del salariado (en cuanto
mercantilizacion de la capacidad fisica e intelectual de cada uno). Igualmente
pasa, en tanto justificacion de la division social del trabajo, a traves
de la desaparicion o el reparto de las tareas no gratificantes y la minimizacion
de los tiempos colectivos de produccion. ¿Entonces que hacer? Es
pertinente esclarecer un proyecto alternativo al mercado y a la division
social del trabajo; para esto probemos a "lanzar algunas pistas", esperando
que otros las seguiran y profundizaran. ¿QUE PRODUCIR? No es el
mercado, y luego la busqueda del lucro, quien debe definir aquello que
se produzca. Seguir con el "mercado" significa permitir que una minoria
(los poseedores de capital, los capitalistas) impongan su eleccion a la
mayoria, ajenos a intereses en verdad ligados a necesidades sociales reales.
Al contrario, deben ser los deseos y las necesidades de la poblacion los
que por si solos determinaran los bienes y servicios a producir. La unica
justificacion del trabajo humano (dando por descontado que representa una
fatiga) debe ser la satisfaccion de las aspiraciones colectivas. En otras
palabras, debemos escoger en conjunto aquello que valga la pena de ser
producido colectivamente. Todos los grupos humanos deben poder fijar libremente
la carga de trabajo que se acepta soportar para arribar a una determinada
produccion. Esto permitira la desaparicion de la produccion antisocial
(en la medida en la cual esta no aporta nada a la comunidad pero costandole
muchismo), como de los gastos militares, de las cargas del capitalismo
(encuadramiento del trabajo, jerarquias...) y de aquellas debidas al mercado
(publicidad, comunicacion manipulada...) que hoy representan un tercio
de la produccion y tambien un tercio del trabajo. Eso que la comunidad
asume como voluntad de produccion debe por consiguiente llevar a un "tiempo
social de produccion", en el que las personas producen colectivamente los
bienes deseados y decididos colectivamente. Debe ser el mismo para todos
y cada uno de los que contribuyen, so pena de ser excluido del grupo. El
resto del tiempo esta a exclusiva disposicion de cada individuo que puede
dedicarlo a actividades sociales o individuales propiamente humanas. El
trabajo es un constrenhimiento: debemos de hacer todo para minimizarlo
produciendo lo que ha sido colectivamente determinado como util y repartiendo
de manera equitativa las tareas que de ello surgen. Asunto pues que se
coloca en el centro de nuestra atencion es la definicion democratica y
federal de las tareas, y su esbozo en un plan de produccion que sustituya
el "diktat" del mercado y del dominio. ¿COMO PRODUCIR? En esto los
principios deben ser claros: abolicion del salariado y de la propiedad
privada de los medios de produccion. Son estos dos aspectos los que constituyen
hoy el fundamento de la explotacion y la dominacion. Asi, la propiedad
social de los medios de produccion es condicion que permite la real seleccion
democratica y federal de aquello que se debe producir y de la organizacion
del trabajo. La autogestion permite la transferencia del poder a aquellos
que producen, el reparto igualitario de la riqueza y restituir un sentido
a la actividad social de produccion. Debemos valorar tres principios: ?
La propiedad colectiva de los medios de produccion, ya que son las necesidades
de la colectividad el fin de la actividad social de produccion. Esta propiedad
se encontraria en segunda instancia delegada a un grupo de trabajadores.
No se puede dejar que todas las unidades productivas sean autonomas con
sus trabajadores como propietarios y unicos en tomar decisiones. Este metodo
no puede llevar mas que a la auto explotacion en un ambito de mercado en
el cual los grupos de trabajadores se alejaran cada uno en competencia
con los otros: el socialismo libertario no puede confundirse con el "libertarismo"
norteamericano o con el principio de concurrencia caro a Proudhon. Es en
cuanto miembros de la comunidad que nosotros gozamos de derechos sobre
la riqueza y no unicamente como trabajadores, de otro modo se corre el
riesgo de sobrevalorar el trabajo en cuanto actividad mientras, como se
ha visto, nosotros denunciamos la reduccion del individuo al trabajador;
? La colectividad delega en grupos de trabajadores que no participan en
las unidades de produccion las gestiones que tienen el fin de integrarlas.
La unica coordinacion posible, fuera del mercado, es el plan en cuanto
instrumento de produccion, a fin de expresar los deseos de produccion de
la comunidad. Es posible establecer la planificacion federal y democratica;
nuestro deber es demostrarlo porque, de otra manera, se invalida la critica
al mercado y no queda mas que corregir la desigualdad en lugar de suprimirla;
? La supresion de la division social del trabajo conduce al reparto igualitario
de oficios "gratificantes" y "no gratificantes". Esta ultima division es
consecuencia del mercado que divide y retribuye a las personas segun sus
"competencias". El asunto es refutar esa "compartimentacion" de funciones,
que empobrece la vida y encierra a cada uno en su tarea. Distintas personas,
por ejemplo, deben estar encargadas de la recoleccion de la basura, al
menos hasta que no se llegue a la completa mecanizacion de tal labor. Pongamos
un ejemplo: si dicho oficio se atribuye de modo igualitario en una ciudad
de 40.000 personas, de ellas 20.000 adultas, de modo que cada dia esten
40 ocupados con la basura, y viene a tocarle una vez cada 18 meses a cualquier
adulto. !Una alternativa de este tipo evitaria a 40 personas hacer un trabajo
poco gratificante por toda una vida sin pesar en modo significativo sobre
el resto de la comunidad! La rotacion de oficios y su distribucion igualitaria
permite impugnar desde sus fundamentos al principio de la division social
del trabajo y la clasificacion meritocratica que opera hoy sobre los dominados.
Aquello implicaria obligatoriamente un proceso de formacion permanente
y permitiria afirmar que el discurso sobre las competencias de las personas
es un discurso mistificante, que legitima la desigualdad, que supone no
nos seria posible ejercer variadas ocupaciones que exijan de elevadas competencias.
¿COMO REPARTIR? Hoy, la retribucion de la eficiencia supuesta de
los trabajadores segun el mercado (y tambien fuera del mercado en tanto
fuera del beneficio, como ocurre con las funciones publicas) es el verdadero
centro de la dominacion que todos sufrimos. La abolicion del salariado
debe traer un cambio de perspectiva. Contribuyendo cada uno de manera igual
a la utilidad colectiva, lo que se inicia en el momento en que nos hacemos
cargo de un tiempo social de produccion, cada uno debe gozar en modo igual
de los derechos derivados de dicha produccion. Estos derechos no pueden
ser como ahora, derivados de una funcion social ligada a la division social
del trabajo. El tiempo de trabajo social debe proveernos del nivel de produccion
y riqueza decidido por y para todos. Esta es la igualdad a partir de la
cual puede emerger la libertad. Debemos separar la tarea efectuada y el
derecho sobre los bienes que se retiren. Esto se debe hacer sobretodo a
partir de la rotacion de tareas, de la desaparicion (gracias a la innovacion
tecnologica) o del reparto igualitario de las ocupaciones juzgadas no gratificantes
(y tambien de aquellas consideradas gratificantes), haciendo humana a la
sociedad. Asi, al plan de produccion decidido en colectivo y por gran mayoria
se agregara el plan de distribucion. Esto solo debe calcular el tiempo
social de produccion, que cabe conjeturar reducido a no mas de 4 horas
por dia; el resto del tiempo es aquel de la produccion libre, de la creacion...
de la pereza o del amor. Es asi urgente dilucidar los principios constituyentes
de un claro proyecto alternativo libertario. Esto nos permitira ser mas
precisos e incisivos en la critica a la sociedad capitalista y homogeneizar
al menos un poco nuestro discurso, aun cuando al contrario de otros, no
creemos que sea posible preverlo todo. I.- La Globalizacion al Desnudo
Cuando a principios de este decenio el complacido orden capitalista mundial
presencio hechos como el colapso de las burocracias comunistas y la exitosa
intervencion militar yanki en Kuwait, sus gurues politicos e intelectuales
del momento (Bush, Drucker, Fukuyama, etc) proclamaron con vehemencia "el
fin de la historia" y el advenimiento glorioso de la Globalizacion. Esta
seria obra del arrollador progreso de la Ciencia y la Tecnologia comtemporaneas,
asi como del crecimento irrefrenable de la economia y el bienestar colectivo
en los tres grandes bloques economicos multinacionales (Norteamerica, la
Comunidad Europea y Japon con sus dragones de Asia Oriental), generadores
de prosperidad para aquellas naciones del Tercer Mundo y del difunto orbe
sovietico "capaces de visualizar y encarar con audacia las Megatendencias
vigentes en el cambiante escenario planetario". Se anuncio solemnemente
un Nuevo Orden Mundial, con los Estados Unidos como indiscutida Megapotencia
politico-militar, y la Organizacion de Naciones Unidas en plan de obediente
instancia que oficializase como de "interes global" las medidas internacionales
necesarias para imponer este flamante status-quo, con el conveniente aderezo
de una fraseologia grandielocuente sobre Democracia y Derechos Humanos.
Para America Latina el mandato fue claro: o nos globalizabamos con prisas
y sonrisas, o nos hundiamos sin salvacion en el pantano de la crisis que
nos agobiaba desde la decada de los 80. Poderosas fuerzas externas recalcaron
lo inevitable de esta disyuntiva.