Sé amable (por Hank Bukowski)
siempre nos piden
que entendamos el punto de vista
de los otros
sin importar si es
anticuado
necio
asqueroso.
a uno le piden
que entienda
amablemente
todos los errores de los otros
sus vidas desperdiciadas
sobre todo si son
de edad avanzada.
pero su edad es lo único
en lo que nos fijamos.
han envejecido
mal
porque han
vivido
sin enfoque,
se han negado
a ver.
¿que no es culpa suya?
¿culpa de quién?
¿mía?
se me pide que oculte
mi opinión
ante ellos
por miedo a su
miedo.
la edad no es un crimen
pero la vergüenza
de una vida
deliberadamente
desperdiciada
entre tantas
vidas
deliberadamente
desperdiciadas
sí lo es.
Homenaje a Sharon Stone (por Lynn Emanuel)
Es temprano en la mañana y al otro lado de la calle
las ventanas de un cuarto de hotel están tapadas
con las tropicales ejecuciones de una
mujer desvistiéndose, dentro de The Eatery,
un chico, azulado por el neón, está sentado a la mesa,
y mis vecinos se engancharon a sí mismos con
los roles del matrimonio infeliz y
como carriola ruedan sus tres mastines calle abajo.
Yo estoy escribiendo este libro de poemas. Mi nombre
es Lynn Emanuel. Llevo puesta una bata de baño
y ruleros; desde mis labios un Marlboro echa ceniza
sobre el texto. Es el tres de septiembre de 19...,
estoy pensando, pero a veces pierdo el hilo.
Y mientras estoy escribiendo esto con mis trifocales
y zapatillas, al otro lado de la calle, Sharon Stone,
su cabeza hinchada de ruleros, su boca
roja y estrecha como una zapatilla de danza
está entrando apresurada en una limusina negra. Y
como estas limusinas serpentean por mi cuadra hacia un lado y otro
este libro estará lleno de coches de elegantes trompas
entre un vago océano de palabras.
Cada mañana, Sharon Stone, su cabeza
en un casco de peinado, usando una visera
de anteojos de sol, es engullida por una limusina
del tamaño de un Pullman, y toda su flota
enrolla y desenrolla su ruta calle arriba calle abajo
día tras día, dando a la calle
(Avenida Liberty en Pittsburgh, Pennsylvania)
y el libro que estoy escribiendo, un aspecto
que es al mismo tiempo glamoroso y funeral.
Mi nombre es Lynn Emanuel, y en este
libro yo hago el papel de alguien que escribe
un libro, y tomo mi papel tan seriamente
como Sharon Stone toma seriamente
el rol de joven estrella. Yo miro los oscuros
coches que la hacen desaparecer y en mi poema
otro Pontiac viene a dormitar
como un gran animal en los frescos pesebres
de sombreadas barbadas, Así que, cuando veas
este coche negro, no pienses que es un
Símbolo Para Algo. Es solamente
Sharon Stone manejando por delante de la casa
de alguien que está, en ese momento,
tratando de escribir un libro de poemas.
O puedes pensar que el coche negro es
Lynn Emanuel, porque, realmente, como autora,
yo tuve siempre deseos de ser un coche, aún cuando
la mayor parte del tiempo yo tuve que ser
"Yo", o la mujer pendiente de la ropa para lavar;
yo soy una mujer, un minuto, entonces yo soy un hombre,
yo soy un carnaval de Lynn Emanuels:
Lynn con el vestido rojo, Lynn malhumorada
detrás de la gran nariz de su erección,
entonces soy el tren entrando en la estación
siempre y cuando realmente me guste serlo
Gertrude Stein espiando a Sharon Stone
a la seis de la mañana. Pero satisfechos con
eso, retrocedamos a la decoración de interiores:
En la página, la ciudad se ve sin rodeos
y poco atractiva así que vuelvo mis lentes en
un radioactivo vistazo sobre los malos tipos.
En una cocina, amontono cacerolas relucientes de
grasa, y en una mesada hay un rosbif
rojo como una cara con rabia. En medio de toda esta
insulsa cosa desconocida, es Sharon Stone quien,
como en una invitación grabada, está preguntándome,
¿No quieres tú también representar un papel? Yo elijo
la limusina negra, y calle abajo las doradas
lunas de los faros de mi limusina ruedan llevando
con ellas el sol, y la luna, y Sharon Stone
que está mirando fijamente la lejana y luminosa ventana
de una casa donde, todo este tiempo, alguien
estuvo seriamente rotulando con su nombre, este poema.
No envejezcas (by Allen Ginsberg)
Veintiocho años antes sentados en el sofá del cuarto de estar me había mirado fijamente, yo dije
"Quiero ir a un psiquiatra -tengo problemas sexuales- homosexualidad"
Yo había vuelto a casa por culpa de mis años difíciles de estudiante este era el fin de semana en el que hablaría con él.
Una mirada sobresaltó su rostro, "¿Quieres decir que te gusta meterte penes de hombre en la boca?"
Igual de sobresaltado, "No, no", mentí "no es eso lo que significa"
Ahora yacía desnudo en el baño, con el agua caliente desaguando bajo sus piernas.
Peter el de los hombros fuertes, en otro tiempo auxiliar de ambulancia, le alzó
en la alicatada habitación. Le secamos con toallas, los brazos bajo los suyos, el albornoz sobre su hombro
se tambaleó a través de la puerta hasta su alfombrado dormitorio
se sentó en el blando borde del colchón, exhausto, y expectoró flema acuosa.
Levantamos sus hinchados pies blancos de talco, los pasamos por las perneras del pijama,
atamos el cordón en torno a su cintura, y mantuvimos la manga de la camisa abierta para su mano, lenta.
La boca hundida, su dentadura postiza en un plato, volvió la cabeza
desconsolado, alzando la mirada hacia Peter para sonreír, "Jamás envejezcas"
II
A instancias mías, vino mi sobrino mayor
a hacer compañía a su abuelo, tal vez incluso a pasar la noche en el apartamento.
No tenía trabajo y de todas formas no tenía hogar.
Pasó toda la tarde leyendo periódicos y viendo películas antiguas.
Más tarde, al ocaso, la televisión silenciosa, nos sentamos en un sofá de suaves almohadas,
Louis se sentó en su sillón giratorio que podía inclinarse hacia atrás-
"¿Y qué clase de trabajo buscas?"
"De lavaplatos, pero alguien me contó que te deja la piel de las manos escamosa y roja"
"¿"Y qué tal de chico de los recados" Su nieto había terminado la escuela secundaria con notas demasiado bajas para la Universidad.
"El estar en edificios con aire acondicionado y luz fluorescente es malsano".
El hombre agonizante le miró, asintiendo al ejemplar.
Comenzó con sus consejos. "Podrías ser taxista, pero, ¿y si un coche chocara contra tí? Dicen que también pueden atracarle a uno."
"O podrías buscar trabajo como marino, pero el barco podría hundirse, podrías ahogarte"
"Tal vez deberías intentar hacer carrera en el negocio de las hortalizas pero podría escurrirse del estante un cajón de plátanos,"
"podrías hacerte daño en la cabeza. O si fueras camarero,"
"podrías resbalar y caer con una bandeja llena en las manos y tendrías que pagar los vasos rotos."
´Tal vez deberías hacerte carpintero, pero podrías golpearte el pulgar con un martillo."
"O socorrista -pero la resaca de la playa de Belmar es peligrosa, y podrías resfriarte."
"O médico, pero alguna vez podrías cortarte en la mano con un escalpelo lleno de gérmenes, podrías enfermar y morir."
Más tarde, en la cama tras el atardecer, sin las gafas, le dijo a su esposa "Por qué no se peina? El pelo le cae sobre los ojos, ¿cómo es posible que vea?"
"Dile que se vaya pronto a casa, estoy demasiado cansado. "
5 octubre 1978
III
Resignado
Un año antes visitando a un hermoso poeta y mi gurú Tibetano,
Invitados tras la cena admiramos
a través de un gigantesco ventanal
las luces de Boulder extendiéndose parpadeantes a nuestros pies en la ladera de la montaña-
Tras el café mi padre bromeó cansadamente
"¿Vale la pena vivir? Depende del hígado-"
El Lama sonrió a su secretario-
Era una broma antigua que yo había oído en mi infancia.
Después quedó en silencio, mirando el suelo
y suspiró, la cabeza penosamente humillada
hablando con nadie-
"¿Qué puede uno hacer...?"
6 octubre 1978
Punk rock eres* tú mi gran llorón (by Allen Ginsberg)
¡Me chivaré a mi madre sorda! ¡Tírate al suelo
y devora los pañales de tu abuela! Tambores,qué cristo, ¿va de Revolución?
¿Va de Apocalipsis? ¿Reventar con Sonido Dinamita?
No logro excitarme, ¡Más fuerte! ¡Más inmundo!
¡Dame por el culo! ¡Chúpamela! ¡Córrete en mis oídos!
¡Quiero esos rosados ombligos Abdominales!
<¡Promete que me asesinarás a Orgasmos en la cloaca!
Compraré una entrada para tu club nocturno, ¡quiero que me crujan!
¡A los cincuenta años quiero Marcha! ¡Con látigos y cadenas y cuero!
¡Azótame! ¡Bésame el agujero! Mámame entero
desde Mabuhay Gardens hasta el costa a costa de la CBGB
Desde el cráneo hasta el dedo del pie
Dame tu desnuda guitarra eléctrica
Punki Presidente, devórate al FBI con tu bocaza.
Mabuhay Gardens, mayo 1977
* Nota del T.: Juego fonético entre (you are) y (your)
Blues (por Jack Kerouac)
Y se sienta tétrico
en un cofre marrón
Ante los pálidos sacerdotes
Y señala delicadamente
al cielo
Con palma y dedo índice
Y tiene un halo
de puerta negra
Y tiene una nariz aguileña
vigilante que ama odiar
Pero ha aprendido a meditar
Y no es bueno odiando
Por eso observa, rosado laurel
en la cabeza
A espaldas del príncipe Avalokitesvara
que acaricia con mano de nieve
Y ensarta de perlas
la majestad del mar
1959 (Indica fecha de publicación, no necesariamente de creación)
Blues, by Jack Kerouac
Parte de las estrellas matutinas
La luna y el correo
La codiciosa X, el rabioso dolor,
—la luna Sittle La
Pottle, ti, ti, ti—,
Los poetas en viejas habitaciones sabiondas
escriben doblados sobre palabras
y saben que las palabras se inventaron
porque nada era nada
Al usar palabras, usa palabras
la X y el papel
Y la página blanca del emperador
Y el último de los toros
Antes de que la primavera funcione
Estamos todos perdidos nada
que consigamos como sea
Así comerciamos en la noche
en el mercado de palabras
1959 (Indica fecha de publicación, no necesariamente de creación)
Rimbaud (by Jack Kerouac)
¡Arthur!
On t'appela pas Jean!
Nacido en 1854 maldiciendo en Charle-ville,
pavimentando así el camino para
el abominable impulso homicida
de Ardennes—
¡Vaya maravilla que dejó tu padre!
Después ingresaste en la escuela a los 8 años
—¡Un pequeño latinista hábil tú!
En octubre de 1869
Rimbaud escribe poesía
en francés griego—
Toma un tren escapando de casa
a París sin billete,
el milagroso guardafrenos mexicano
lo echa del rápido tren,
al Cielo, que
ya no recorre porque
el cielo está en todas partes—
Sin embargo, intervienen
las viejas mariconas—
Rimbaud asombra a Rimbaud—
trenes en la verde Guardia
Nacional, orgullosa, desfilando
sobre el polvo con sus héroes—
esperando ser sodomizado
soñando con la última Chica.
—Las ciudades son bombardeadas cuando
él mira & mira & muerde
sus degenerados labios & mira
con grises ojos la
Cercada Francia—
André Gill era precursor
de André Gide —
Largos paseos leyendo poemas
en los montones de heno de Genet —
El Vidente ha nacido,
el profeta desordenado lanza su
primer manifiesto,
pone colores a las vocales
& a las consonantes inquietante cuidado,
queda bajo la influencia
de las viejas hadas francesas
que le acusan de estreñimiento
de cerebro & diarrea
de la boca —
Verlaine le cita en París
con menos aplomo del que
tuvo para desterrar chicas a
Abisinia —
"¡Merde!", grita Rimbaud
en los salones de Verlaine —
Cotilleos en París —la mujer de Verlaine
tiene celos de un muchacho
sin asiento para sus calzones
— El amor envía dinero desde Bruselas
— La madre de Rimbaud odia
la inoportunidad de Madame
Verlaine — el degenerado Arthur
se sospecha que es un poeta
ya —
Gritando en el granero
Rimbaud escribe Una temporada en el Infierno,
su madre tiembla —
Verlaine manda dinero & balas
a Rimbaud —
Rimbaud va a la policía
& demuestra su inocencia
semejante a la pálida inocencia
de su divino, femenino, Jesús
— ¡Pobre Verlaine! 2 años
en el talego, aunque pudo haber
tenido un cuchillo en el corazón
¡Iluminaciones! ¡Stuttgart!
¡Estudio de idiomas!
A pie Rimbaud camina
& atravesando los Alpes
pasa a Italia, en busca
de tréboles, conejos,
Reinos de los Genios & delante
suyo nada excepto el viejo
Canaletto, muerte del sol
en viejos edificios venecianos
— Rimbaud estudia idiomas
— oye hablar de los Alleghanis,
de Brooklyn, de las últimas
Plagas Americanas —
Su hermana ángel muere —
¡Viena! ¡Mira los pasteles
& cuida viejos perros! ¡Supongo!
El muchacho loco se alista
en el Ejército Holandés
& navega a Java
mandando la flota
a medianoche
en la proa, solo,
nadie oye sus órdenes
pero todo lo mortecino brilla
en el mar — Agosto no es
época para quedarse en Java —
Dirigiéndose a Egipto, está otra vez
colgado en Italia así
que vuelve a casa
al profundo sofá
pero inmediatamente se marcha
de nuevo, a Chipre, para
dirigir una banda de pendencieros
trabajadores —¿A quién se parece
ahora, este Rimbaud
final? — Polvo de roca
& oscuras espaldas & toses secas,
el sueño surge en la mente
del francés africano —
Los inválidos de los trópicos
siempre son amados —El mar Rojo
en junio, el ruido de cadenas en la costa
de Arabia — Havar,
Havar, el mágico punto
del comercio — Aden, Aden,
Sur de los beduinos —
Ogaden, Ogaden, nunca
conocido — (Entretanto
Verlaine se sienta en París
sobre coñacs preguntándose
qué aspecto tendrá Arthur ahora,
& cuán sombrías estarán
sus cejas puesto que creyeron
en la anterior belleza de las cejas ) —
¿Quién se ocupa de eso? ¿Qué clase
de franceses son esos?
¡Rimbaud, golpéame en la
cabeza con esa roca!
Rimbaud el serio compone
elegantes & eruditos artículos
para Sociedades Geográficas
Nacionales, & después de las guerras
devuelve a la chica Harari
(¡Ja! ¡Ja!) a Abisinia,
& ella era joven, tenía ojos
negros, finos labios, cabello
ondulado, & pechos de moreno
pulido con pezones de cobre
& brazaletes & unía
las manos en la espalda
& tenía hombros tan anchos
como los de Arthur, & pequeñas orejas
— Una joven de cierta
casta, en Bronzeville—
Rimbaud también conoce
a polinesias de pequeños huesos
con largos cabellos en desorden
& breves pechos & grandes pies
Finalmente empieza
a comerciar ilegalmente con armas
en Tajura
conduciendo caravanas, loco,
con un cinturón de oro
alrededor de la cintura —
¡Obligado por el Rey Menelek!
¡El Sha de Shoa!
¡Los sonidos de estos nombres
en aquella ruidosa mente
francesa!
El Cairo por el verano,
viento de limones amargos
& besos en el parque polvoriento
donde las chicas sentadas se abrazan
al polvo pensado
en nada —
¡Havar! ¡Havar!
En litera hasta Zeyla
llevado lamentando su
cumpleaños — el barco
regresa al castillo de yeso
Marsella más triste que
el tiempo, que el sueño,
más triste que el agua
— Carcinoma, Rimbaud
es comido por la enfermedad
final — Le cortan
su hermosa pierna —
Muere en los brazos
de Isabelle
su hermana
& antes de subir al Cielo
manda sus francos
a Djami, Djami
el muchacho Havari
su criado personal
8 años en el Infierno
africano del francés,
& todo eso sumado a
nada, como
Dostoiewsky, Beethoven
o Da Vinci —
Así, los poetas, duran un rato
& se callan:
Nada siempre procede
de nada.
1960 (Indica fecha de publicación, no necesariamente de creación)
El amor es el padre de todos los comienzos (by Jason Shinder)
Voy hacia una mujer
como voy hacia el océano. Me tiendo
sobre ella como una balsa
cuando el deseo de flotar
no importa tanto. Yo soy el ángel
las sencillas hojas en su aliento.
Entreabro su corazón
como una rosa
y saco afuera la abeja. Algunas veces,
tarde en la noche, me siento en el borde
de la cama imaginando
dando forma a las palabras
con que la confortaré
y huelo la oscura,
ondulante hierba en sus axilas.
En Agosto pongo un paño frío
en su frente.
Yo siempre saco dos vasos.
Cuando abro la puerta del coche
para ella no puedo imaginar otra cosa
que estar en casa,
yaciendo en la cama, en casa.
Y cuando ella está
ausente veo a través de ella
la puesta de luna
en el suelo
con la forma de un reloj de arena.
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán! (by Walt Whitman)
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro terrible viaje ha terminado,
el barco ha sobrevivido a todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!,
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.
Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.