El canibalito y su papá fueron comisionados por la tribu para conseguir algo para comer. Se internan a lo profundo de la jungla, se ponen al acecho al lado de una vereda y esperan.
Al rato aparece un viejo, flaco y pequeño.
-¡Ándale papá, vamos sobre este!
-No, dice el papá, está demasiado flaco, no alcanzaría ni para los perros. Seguiremos esperando.
Más tarde aparece un hombre grande, gordote.
-¡Ándale papá, vamos sobre este, este sí está grandote, si alcanza!
-No, dice parsimonioso el caníbal, si nos tragamos a este nos da un infarto con toda la grasa que tiene. Esperaremos.
Al rato, aparece en la vereda una mujer, bellísima.
-¡Papá, ándale papá, esta si no tiene nada de malo, papá, vamos a comérnosla!
-No, dice el padre.
-¿Porqué papá?
-Porque a esta nos la llevamos viva a la aldea y nos comemos a tu madre.