Chistes, chistes y más chistes

pRaO pRaO pRaO

El jeque

Un diplomático árabe que visitaba por primera vez los Estados Unidos estaba cenando y bebiendo por cuenta del Departamento de Estado. El gran Emir no estaba acostumbrado a la sal en los alimentos gringos y constantemente mandaba a su fiel sirviente Abdul a que le consiguiera un vaso con agua.

De cuando en cuando Abdul salía y regresaba con un vaso con agua para su jefe. En una de esas, regresa con las manos vacías.

-¡Abdul, hijo de un camello viejo! ¿Dónde está mi agua? –dice el jeque.

-¡Mil perdones, oh ilustre amo! – gimió el apenado Abdul. –Hay un hombre blanco sentado en el pozo.