Chistes, chistes y más chistes
Las
estatuas
Durante
décadas, dos estatuas heroicas, una femenina y otra masculina, estuvieron una
frente a la otra en el parque de una ciudad, hasta que un día un ángel llegó
del cielo y les dijo:
-Han
sido unas estatuas tan ejemplares que les voy a dar un obsequio muy especial.
Les voy a dar vida durante treinta minutos y en ese tiempo pueden hacer lo que
quieran.
Y
así, con una palmada el ángel les dio vida a las estatuas.
Se
aproximaron una a la otra con cierta timidez, pero pronto saltaron a los
arbustos y en poco tiempo se empezaron a escuchar risas, gemidos y tronar de
ramas. A los quince minutos las estatuas salieron de los arbustos con sendas
sonrisotas en sus rostros.
-Tienen
quince minutos todavía, dijo el ángel, haciéndoles un guiño.
Con
una sonrisa más amplia todavía la estatua femenina se volteó hacia su compañero
y le dijo:
-¡Qué
bien! Pero esta vez tú detienes la paloma y yo me cago en su cabeza...