Uno de Pinochet
Un dia, va Augusto Pinochet con el padre de la iglesia de su comunidad, y le dice:
- Padre, quiero confesarme.
- Claro hijo, ¿Cual es tu nombre?
- Augusto Pinochet, padre.
- ¡Ah! El expresidente de Chile. Mira hijo, tú si estás muy cabrón, mejor véte al Obispado a confesar.
Se va Pinochet al Obispado, y le dice al obispo que se quiere confesar.
- Claro hijo, ¿Cómo te llamas?
- Augusto Pinochet.
- ¿El expresidente? No hijo, yo no puedo confesarte porque tú estás muy cabrón. Mejor véte al Vaticano.
Llega Pinochet al Vaticano, y le dice al Papa:
- Su Santidad, quiero confesarme.
- Claro hijo mio. ¿Cómo te llamas?
- Augusto Pinochet.
- ¿El expresidente de Chile?
- Si.
- ¡Huy uy uy hijito! Tú si estas muy cabrón hasta para mí. Mira, aquí a un costado del Vaticano hay una capilla. Mejor ve ahi, y en esa capilla esta una cruz gigante. Solamente allí te vas a poder confesar.
Pinochet llega a la capilla y enfrente de la cruz dice:
- Señor, vengo a confesarme.
Y Jesús le contesta:
- Claro hijo mio, ¿Como te llamas?
- Augusto Pinochet.
- ¿El expresidente de Chile?
- Asi es Señor.
- Solamente da gracias, hijo mío
Pinochet extrañado le pregunta:
- ¿Gracias? ¿Pero gracias de qué?
- Dale gracias a los romanos que me clavaron aquí, porque si no, bajaba y te partía toda tu madre.