Dos amigas llegan a una fiesta y después de saludar a todos los invitados la una le dice a la otra:
- Espérame un momentito que voy por dos copas.
- ¡No, deja! Trae solamente para tí.
- Pero, ¿no vas a beber nada en toda la noche?
- Es que no puedo. La bebida me hace daño en las piernas.
- ¿Se te aflojan?
- No, ¡se me abren!