Tres hombres, un gerente de proyecto, un ingeniero en hardware y uno en software estaban en Acapulco por un periodo de dos semanas, colaborando para un proyecto.
A la media semana deciden salir a la playa a dar un paseo, a relajarse. A medio paseo tropiezan con una lámpara y al levantarla, cuando uno de ellos comenzaba a limpiarla, salió un genio que les dijo:
-Normalmente les garantizaría el cumplimiento de tres deseos, pero como ustedes son tres, será un deseo para cada uno.
Le tocó primero el turno al ingeniero de hardware:
-Yo quiero pasar el resto de mi vida en Cancún, en una mansión, sin problemas económicos y rodeado de bellas mujeres que me adoren.
-¡Concedido!, dijo el genio, y de inmediato lo manda a Cancún.
El siguiente fue el ingeniero de software:
-Yo quisiera pasar el resto de mi vida en un lujosísimo yate, viajando por el Mediterráneo, sin preocupaciones económicas y rodeado de bellas mujeres que me adoren.
El genio le concedió el deseo y lo mandó al Mediterráneo.
Finalmente tocó el turno al gerente del proyecto.
-¿Cual es tu deseo?, preguntó el genio.
-Quiero a esos dos cabrones de regreso después del almuerzo...