L.RONALD HUBBARD
Sólo existen dos pruebas para conocer si una vida se ha vivido plenamente, dijo cierta vez L. Ronald Hubbard: una es, ¿realizamos lo que nos propusimos? y la otra: ¿se alegraron los demás de que existiéramos? Como testimonio y respuesta a la primera de estas preguntas se erige el conjunto de la obra que realizó en su vida, con más de 5.000 textos escritos y de 3.000 grabaciones de conferencias sobre Dianética y Cienciología. Y como evidencia de la segunda, existen decenas de millones de individuos cuya vida ha mejorado de forma evidente gracias a que él vivió. Hay más de tres millones de niños que pueden leer ahora gracias a sus descubrimientos educativos; están los millones de hombres y mujeres que se han liberado del consumo de las drogas al utilizar los avanzados métodos de rehabilitación de L. Ronald Hubbard; también están los más de cuarenta millones de personas en las que ha hecho mella su código moral no religioso; y están los innumerables millones de seres que sostienen que su obra es la piedra angular espiritual de su vida.
Aunque a L. Ronald Hubbard se le conoce principalmente por Dianética y Cienciología, no es alguien a quien pueda clasificarse con facilidad. Su vida, aunque no hubiera nada más, fue demasiado diversa y su influencia demasiado extensa. Existen, por ejemplo, miembros de la tribu bantú en el sur de África que no saben nada de Dianética y Cienciología, pero conocen a L. Ronald Hubbard, como el educador que fue. Asimismo, hay obreros de fábricas en Albania que lo conocen sólo por sus descubrimientos administrativos; niños en China que lo conocen sólo como el autor de su código moral, y lectores en un gran número de lenguas que lo conocen sólo por sus novelas. De modo que no, L. Ronald Hubbard no es un hombre fácil de catalogar y, con toda certeza, no encaja dentro de la concepción errónea generalizada del “fundador religioso” como una figura distante y contemplativa. Sin embargo, cuanto más conocemos a este hombre y su obra, más nos damos cuenta de que fue precisamente la clase de persona que habría de entregarnos Cienciología, la única religión de importancia fundada en el siglo XX.
Lo que ofrece Cienciología es, de igual manera, lo que uno podría esperar de un hombre como L. Ronald Hubbard. Porque no sólo nos proporciona un enfoque totalmente único a nuestras preguntas más fundamentales: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos y cuál es nuestro destino?, sino que nos proporciona además una tecnología igualmente original para lograr una mayor conciencia espiritual. Así que, ¿cómo podríamos describir al fundador de una religión así? Evidentemente, tuvo que haber sido alguien excepcional de por sí, interesado por la gente, y querido por ella, dinámico, carismático y con una capacidad inmensa en una multitud de campos de acción diferentes, todo lo que es L. Ronald Hubbard.
De hecho, si el Sr. Hubbard se hubiera detenido después de sólo uno de sus muchos logros, aún sería aclamado hoy en día. Por ejemplo, con treinta y ocho millones de ejemplares de su obra narrativa en circulación, además de sus monumentales best-sellers como Batalla por la Tierra, Miedo y la serie de Misión: la Tierra, es sin duda uno de los autores más aclamados y más leídos de todos los tiempos. Sus novelas han obtenido algunos de los premios literarios de mayor prestigio del mundo y ha sido descrito con justeza como “uno de los escritores más prolíficos y de mayor influencia en el siglo XX”.
SIGUIENTE