HISTORIA

Accendura, un pueblo al sur de Italia, muy estricto en el catolicismo y donde la mayoría de la gente esta bajo el fanatismo y la ignorancia, esta sufriendo una ola de terribles asesinatos. Lo más trágico es que esos crímenes son exclusivos contra pequeños niños y son efectuados de una manera cruel. La policía no parece tener ninguna pista del responsable.

La policía captura a un presunto sospechoso que tiene que ser fuertemente escoltado ante las amenazas de los pobladores por hacerse justicia con su propia mano. Pero ocurre otro asesinato que hace ver que el acusado es inocente. Entonces la justicia se dirige contra Maciara (Florinda Bolkan, “Anónimo Veneciano”, “A Lizard In A Woman’s Skin”), una rara mujer ermitaña que practica extraños ritos vudú. La mujer es soltada después de un interrogatorio que no detecta nada útil. Pero algunos pobladores (en especial padres de algunos de los niños asesinados) tienen una opinión muy distinta sobre la inocencia de Maciara y deciden juzgarla por ellos mismos y condenarla.

A pesar de eso los crímenes siguen. El periodista Andrea Martelli (Tomas Milian, “Trafico”, “Amistad”) decide hacer equipo con la despampanante Patrizia (Barbara Bouchet, “Pandillas De Nueva York), la hija de un rico empresario local para descubrir al verdadero asesino. Cuando encuentren la verdad, también hallarán una gran sorpresa y unas razones aun más aterradoras sobre el causante de las desgracias en el pueblo.

COMENTARIO

Antes de su etapa gore repleta de zombis, demonios, gore extremo y sangre a raudales, El Director Italiano Lucio Fulci se dedicaba a Westerns, comedias y al giallo. Es precisamente en esta ultima etapa donde comienza una temporada de fama que lo llevo a ámbitos mas amplios. Después de algunas notables películas como “Perversion Story” (1968), “Beatrice Cenci” (1969) y “A Lizard In A Woman’s Skin” (1971), Fulci ya demostraba su gusto por la sangre, escenas escabrosas y su odio a todo lo que oliera a religión. Faltaba sin embargo un ultimo escalón y ese se lograría precisamente en la película ahora comentada “Don’t Torture A Duckling”, titulada en España como “Angustia Del Silencio”.

Esta película reúne lo mejor que Fulci ha podido realizar en pantalla grande: excelentes tomas y manejos de cámara, un ambiente pesimista, opaco y que hace recordar clásicos de los años setentas, el mejor guión con el que Fulci haya podido trabajar y actuaciones sólidas, creíbles y poderosas. Florinda Bolkan, una de las actrices favoritas de Fulci en sus primeras etapas, se luce como una sospechosa de brujería y vudú y ofrece una actuación perfecta. Los demás miembros también hacen bien su papel. Uno de los actores que sorprende por aparecer en una película de este tipo es la veterana estrella italiana Irene Papas (“Zorba El Griego”) en un papel discreto, un poco breve pero clave en el desarrollo de los eventos.

Un giallo en toda la extensión de la palabra: punto de vista del asesino, identidad desconocida del criminal prácticamente hasta llegar al final de la película, sospechosos múltiples que logran engañara al público. Pese a que los crímenes no son mostrados de una manera explicita (excepto el de un niño al momento de ser estrangulado por un par de manos), los cuerpos si se muestran en sus posiciones finales e incluso con las heridas.

El trabajo de la cinematografía y la fotografía son simplemente geniales, sobresalientes. La música, a cargo de Riz Ortolani (“Páprika”, “Holocausto caníbal”) es también muy memorable y tiene un tono chirriante muy particular y recordado cuando ocurre algún momento clave o espantoso en la pantalla. La historia es simple y clara, nada de situaciones confusas o enredos en la trama. En estos sentidos, la película es una obra maestra y sin duda la mejor película (no de horror) de Fulci.

Ah pero no crean que por no ser de puro horror la cinta esta libre de esas escenas escabrosas que gustan al maestro italiano. Por lo menos dos escenas pueden ser algo pesadas para algunos: la más recordada es cuando el personaje de Maciara es acorralada por un grupo de hombres del pueblo en el cementerio y comienza a ser golpeada con un palo, gruesas cadenas de fierro y un puñetazo. Esta escena de linchamiento es demasiado explicita al mostrar el momento en que son aplicados los golpes y las heridas sangrantes resultantes, en pleno día y con una melodía que hace la escena aun más cruda de lo que ya era.

La otra es al final, cuando el autentico asesino cae por una ladera y durante la caída su rostro pega un par de veces con el filo de las piedras, que le provocan desprendimiento de algunas partes de la cara. Esta última escena pierde impacto por la descarada apariencia del muñeco de utilería al momento de caer y romperse por las rocas. De hecho, otra de las escenas que involucra el asesinato de un niño cuyo cuerpo es abandonado en el fondo de una pila de agua deja ver un close up que muestra otro muñeco de utilería. Hoy, estos momentos son risibles y ridículos. Pero no olviden que esta película es principios de los años setentas y por lo tanto eran muy atrevidas para su tiempo.

El ‘padrino del gore’ logra un film bastante memorable, al nivel de los mejores trabajos italianos sobre el tema de los asesinos y sus motivos raros. La cinta fue muy criticada y prohibida por su temática y alusiones (de las que no puedo hablar mucho para no revelar la trama a quien no la desee conocer) por lo que recibió una distribución muy limitada en Europa y en Norteamérica solo fue posible verla hasta que ‘Anchor Bay’ la puso disponible en DVD. Esta edición se agotó y la compañía ‘Blue Underground’ relanzó la película a fines de Febrero del 2007.