"LA RAZA INFERNAL" (NIGHTBREED, 1990)

HISTORIA

Aaron Boone (Craig Sheffer, ‘Turbulencia’ 2 y 3) es un hombre que parece estar dirigiéndose a la locura. Ha tenido sueños sobre un extraño lugar llamado ‘Midian’ habitado por seres monstruosos pero cuyo atractivo es que los que ahí llegan son perdonados de sus pecados. Boone no sabe cuales son sus pecados personales, por lo que ha estado acudiendo a terapias con el Doctor Philip Decker (David Cronenberg), quien ha convencido a Boone de ser el culpable de una serie de asesinatos de familias enteras ocurridas últimamente en el pueblo. Boone no esta seguro ni recuerda nada sobre esos asesinatos, pero el Doc esta seguro de ello.

Después de tomar su medicina, Boone se desmaya y es llevado a un hospital donde conoce a otro paciente que tambien le habla sobre ‘Midian’ e incluso le dice la ubicación. En esos momentos, ese paciente intenta arrancarse la piel del rostro, pensando que Boone es un enviado divino que quiere ponerle una prueba, pero solo logra que los doctores culpen a Boone, quien, a pesar de eso, logra escapar del hospital y se dirige hacia ‘Midian’, en un cementerio cerca del pueblo.

Al caer la noche, dos raros moradores del lugar lo reciben de manera agresiva. Uno de ellos es violento y muerde en el hombro a Boone, quien logra zafárseles y huye de nuevo hacia la entrada al cementerio. Lamentablemente allí se encuentra la policia con sus armas apuntándole. Terminan disparándole y Boone ‘muere’ quedando como coladera humana.

Pero no muere en realidad. Su cuerpo desaparece de la morgue y Boone descubre que esta en ‘Midian’, un lugar subterráneo habitado por toda una serie de seres espeluznantes, deformes, raros. Algunos tienen habilidades sobrehumanas o poderes mágicos. Boone ha sido admitido para vivir ahí, al igual que el paciente que intentó quitarse el rostro delante de él. Pero Boone descubre también nuevas revelaciones perturbadores y que requieren explicación: él no ha matado a nadie, y tras su desaparición, mucha gente lo esta buscando, entre ellos el verdadero asesino de familias. Boone puede convertirse en el salvador de esta raza infernal, aunque también puede convertirse en su perdición.

COMENTARIOS

Clive Barker, el afamado escritor británico de libros de horror, se pone nuevamente detrás de las cámaras, tres años después de su famoso éxito cinematográfico “Hellraiser”, para darle vida a uno de sus relatos favoritos ‘Cabal’, donde él describe un mundo oculto debajo de un cementerio, un mundo habitado por los últimos descendientes de las personas ‘especiales’, freaks que son rechazados por la gente normal. Este grupo de seres, ‘la raza infernal’ tienen sus costumbres, leyes y procuran evitar a los seres humanos. La luz del sol es mortal para muchos de ellos, por lo que su vida es muy nocturna.

La película es sobresaliente sobre todo en el aspecto visual. La creación de las criaturas era un autentico reto, tomando en cuenta que esta no era una superproducción de presupuesto amplio. Barker quería imponer su estilo visual característico, por lo que los decorados y catacumbas del lugar tenían que tener ese aire tenebroso, oscuro, sucio y legendario que deseaba el autor de “Los Libros Sangrientos”.

En cuanto a los efectos de maquillaje, esos fueron un autentico tormento tanto para los actores como para los maquillistas. Muchas horas y materiales fueron necesarios para darle vida al mundo de “La Raza Infernal”. Sin llegar a la excelencia o perfección, los efectos son convincentes y buenos. Superan a producciones del mismo tipo que cuentan con mayores recursos económicos. Es imposible ver a dos actores con la misma apariencia y algunos de ellos solo podían ser posibles gracias a una mente muy imaginativa (y sobre todo bizarra y enferma) como la de Barker, quien deja libre su circo repleto de criaturas lovecraftianas, pero en estilo Barkerianas.

Los efectos especiales y de fotografía tampoco son espectaculares, pero cumplen con el propósito de entretener. La sangre y el gore son bajos, comparándolos con ‘Hellraiser’, pero aun así alcanza para mostrar un buen festín de escenas bárbaras y dolorosas. Esta vez Barker da un giro completo y prefiere centrarse en las criaturas y su correcto comportamiento a pesar de su dantesca apariencia para convertir a los humanos (llamados ‘naturales’ en Midian) en los verdaderos monstruos y villanos de la vida real.

David Cronenberg, el afamado director canadiense, se hizo tan amigo de Barker, que acepto el papel del Doctor Decker y demuestra que es tan bueno detrás de una cámara como delante de ella, siendo el personaje que más sobresale en la película, quedando incluso por encima del héroe principal. La actuación de Cronenberg es un punto más para esta cinta. En cuanto a los demás, pues a pesar de sus buenas intenciones, sus actuaciones son muy superficiales. Por lo menos en el caso de los que interpretan a ‘la raza infernal’ es un poco más difícil juzgarlos, debajo de esos kilos y kilos de maquillaje.

Barker deseaba hacer una película tan fiel al libro que termino con un exceso de metraje, lo que le obligo a cortar varias partes, por lo que la película pierde algo de coherencia y queda al final con varias dudas, que lamentablemente ya no serán resueltas, a no ser que hayan leído el libro.

Danny Elfman, el inseparable compositor de Tim Burton es el encargado de ponerle la música a la película y vaya que la banda sonora es excelente, demostrando un estilo propio que ya era muy difícil no reconocer.

Película curiosa, pues para el público poco exigente, pero obligatoria para los fans de Barker. Policías bobos, un irreconocible Doug Bradley (Pinhead), un sacerdote loco y fanático, una profecía y un final tan alucinante como explosivamente apocalíptico son solo algunas otras cosas que pueden hallarse gracias a esta “Raza Infernal”.