Antología               Biografía

 

ESCRITURA

Cuando sobre el papel la pluma escribe,

a cualquier hora solitaria, ¿quién la guía?

¿A quién escribe el que por mí,

orilla hecha de labios y de sueño,

quieta colina, golfo,

hombro para olvidar al mundo para siempre?

Alguien escribe en mí, mueve mi mano,

escoge una palabra, se detiene,

duda entre el mar azul y el monte verde.

Con un ardor helado

contempla lo que escribo.

Todo lo quema, fuego justiciero.

Pero este juez también es víctima

y al condenarme, se condena:

no escribe a nadie, a nadie llama,

a si mismo se escribe, en sí se olvida,

y se rescata, y vuelve a ser yo mismo.

Octavio Paz.

 

LA SOMBRA

YA POR cambiar de piel o por tenerla nos

acogemos a lo obscuro,

que nos viste de sombra

la carne desollada.

En los ojos abiertos

cae la sombra y luego son los ojos

los que en la sombra caen

y es unos ojos líquidos la sombra.

¡Es esos ojos anegarse,

no ser sino esos ojos

que no ven, que acarician

como las olas si son alas,

como las alas si son labios!

Pero los ojos de la sombra

en nuestros ojos se endurecen

y arañemos el muro o resbalemos

por la roca, la sombra nos rechaza:

en esa piedra no hay olvido.

Nos vamos hacia dentro, túnel negro.

"Muros de cal. Zumba la luz abeja

entre el verdor caliente y ya caído

de las yerbas. Higuera maternal:

la cicatriz del tronco, entre las hojas,

era una boca hambrienta, femenina,

viva en la primavera. Al mediodía

era dulce trepar entre las ramas

y en el verde vacío suspendido

en un higo comer el sol, ya negro."

Nada fue ayer, nada mañana,

todo es presente, todo está presente,

y cae no sabemos en qué pozos,

ni si detrás cíe ese sinfín

aguarda Dios, o el Diablo, o simplemente Nadie.

Huimos a la luz que no nos miente

y en un papel cualquiera

escribimos palabras sin respuesta

Y enrojecen a veces

las líneas azules, y nos duelen.

 

Octavio Paz.