A    DIOS

Francisco Rodríguez Zapata (español).

No hay más que Tú: la tierra, el firmamento,

el sol que en anchos mares reverbera,

son, como el hombre y la creación entera,

ráfagas fugitivas de tu aliento.

De la nada. se alzaron a tu acento

mil mundos, y publicando en su carrera

que otros mil y otros mil formar pudiera

una palabra tuya, un pensamiento.

Doquier contemplo tu insondable ciencia,

velada en majestad y en amor puro,

dando esperanzas al mortal proscrito,

y me pasma que abrace tu existencia

                          lo que fue, lo presente. lo futuro,

                                 y aun  más allá..., lo eterno, lo infinito.

                      Antología 

 

 

 

AMOR

Juan Ramón Jiménez (español).

El amor, ¿a qué huele? Parece, cuando se ama, q

que el mundo entero tiene rumor de primavera,

Las hojas secas tornan y las ramas con nieve,

y él signe ardiente y joven, oliendo a rosa eterna.

Por todas partes abre guirnaldas invisibles,

todos sus fondos son líricos - risa o pena -,

la mujer a su beso cobra sentido mágico

como en los senderos, sin cesar se renueva...

Vienen al alma música de ideales conciertos,

palabras de una brisa liviana entre arboledas;

se suspira y se llora, y el suspiro y el llanto

dejan como un romántico frescor de madreselvas.

                      Antología 

 

 

DEFINICIÓN DEL AMOR

López de Vega (español).

Desmayarse, atreverse, estar furioso,

áspero, tierno, liberal, esquivo,

alentado, mortal, difunto, vivo,

leal, traidor, cobarde y animoso;

no hallar fuera del bien, centro y reposo,

mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,

enojado, valiente, fugitivo,

satisfecho, ofendido, receloso;

huir el rostro al claro desengaño,

beber veneno por licor suave,

olvidar el provecho, amar el daño,

creer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaño,

esto es amor quien lo probó, lo sabe.

                      Antología 

 

 

ARTE POÉTICA

Vicente Huidobro (chileno).

Que el verso sea como una llave que abra mil puertas.

Una hoja cae, algo pasa volando.

Cuanto miren los ojos creado sea,

y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;

el adjetivo, cuando no da vida, mata.

Estamos en él ciclo de los nervios.

El músculo cuelga

como recuerdo en los museos;

mas no por eso tenemos menos fuerza:

el vigor verdadero

reside en la cabeza.

Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!

Hacedla florecer en el poema.

Sólo para nosotros

viven todas las cosas bajo el sol.

El poeta es un pequeño Dios.

                      Antología 

 

 

 

 

BEBIMOS EN LA SOMBRA

Juan Ramón Jiménez (español).

Bebimos en la sombra

nuestros llantos confundidos...

Yo no supe cuál era el tuyo.

                              ¿Supiste tú cuál era el mío?

                      Antología 

 

 

CIENCIA DE  AMOR

Dámaso Alonso (español)

No sé. sólo me llega, en el venero

de tus ojos, la lóbrega noticia de Dios;

sólo en tus labios, la caricia de un mundo en mies,

de un celestial granero.

¿Eres limpio cristal o ventisquero

destructor? No. no sé... De esta delicia

yo sólo sé su cósmica avaricia,

el sideral latir con que te quiero.

Yo no sé si eres muerte o si eres vida,

si toco rosa en ti, si toco estrella,

si llamo a Dios o a ti cuando te llamo.

Junco en el agua o sorda piedra herida,

sólo sé que la tarde es ancha y bella,

sólo se que soy hombre y que te amo.

                      Antología 

 

EL AGUA

Francisco Donoso (chileno).

Yo vengo del Imperio sagrado de lo blanco,

donde el sol y la nieve lanzáronme a la vida;

y, loca de alborozo, de barranco en barranco,

he balado hasta el valle, de amor estremecida.

En mi largo camino, yo vencí el duro flanco

de las rocas soberbias; y de cada florida

soñadora ribera mil suspiros arranco

para llevar su aroma sobre mi luz dormida.

Por tercos roquedales, por arenas y frondas,

buscando los abismos amargos de los mares,

caminaré entonando los versos de mis ondas;

por que yo sé que un día me verán los querubes

llorando en los divinos silencios estelares,

llevada por los vientos, barqueros de las nubes...

                      Antología 

 

En el éxtasis

Ángel Cruchaga Santa Marta (chileno).

Era tu amor el único digno de mi tristeza.

Se me volvió una llaga perenne tu belleza.

Hoy, para no morir, miro el rostro profundo

de mi madre. Mis ojos sienten llorar el mundo.

Y agradezco a mi Dios el momento encantado

en que mi corazón trémolo te ha mirado.

Y agradezco a mi Dios que vivas, que respires

cerca de mi quebranto, aunque nunca me mires.

Pudo un banal amor encenderme las venas,

pero ellas en el cuerpo se volvieron cadenas:

Entregué mis estrellas quedarme exhausto,

y aquella amada nunca comprendió mi holocausto.

Tú que estas inundada de cielo y eres clara,

como si eternamente el Cristo te mirara,

perfumaste mis siglos, tu claridad me diste.

Era este amor el único digno de hacerme triste.

                      Antología 

 

LA VIDA ES SUEÑO

(Fragmento)

Pedro Calderón de la Barca (español).

Suena el rey que es rey, y vive

con este engaño mandando,

disponiendo y gobernando;

y este aplauso que recibe

prestado, en el viento escribe,

y en cenizas le convierte

la muerte, ¡desdicha fuerte!

¡Que hay quien intente reinar

viendo que ha de despertar

en el sueño de la muerte!

Sueña el rico en su riqueza,

que mas cuidados le ofrece;

sueña el pobre que padece

su miseria y su pobreza;

sueña el que a medrar empieza,

sueña el que afana y pretende,

sueña el que agravia y ofende,

y en el mundo, en conclusión,

todos sueñan lo que son,

aunque ninguno lo entiende.

Yo sueño que estoy aquí,

de estas prisiones cargado,

y soñé que en otro estado

más lisonjero me vi

¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño,

¡que toda la vida es sueño,

y los sueños, sueños son!

                      Antología 

 

OJOS

Julio Flórez (colombiano).

Ojos indefinibles, ojos grandes

como el cielo y el mar, hondos y puros,

ojos como las selvas de los Andes:

misteriosos, fantásticos y obscuros.

Ojos en cuyas místicas ojeras

se ve el rastro de incógnitos pesares,

cual se ve en la aridez de las riberas

la huella de las ondas de los mares.

Miradme con amor eternamente,

ojos de melancólicas pupilas,

ojos que semejáis, bajo su frente,

pozos de aguas profundas y tranquilas.

Miradme con amor, ojos divinos

que adornáis como soles su cabeza,

y encima de sus labios purpurinos

parecéis dos abismos de tristeza.

Miradme con amor, fúlgidos ojos,

y cuando muera yo, que os amo tanto,

verted sobre mis lívidos despojos

el dulce manantial de vuestro llanto.

                      Antología 

 

 

Maldición primigenia

Rafael Ávila.

(Preámbulo)

Y vio la noche humillada en sus ojos.

- Sé que un día me matarás

cuando ya no pueda someter

los animales de furia que guardas en el pecho.

Amor es una palabra maldita.

(Ella)

Hubo en mi todos los impulsos, aun arrojarme a la carretera negra y movediza

-al fin mi cuerpo ya estaba destrozado -,

-pero nunca pensé en retirar a mi maldición de tu nombre.

Tú sin embargo, habrías detenido hasta el viento de mi sangre.

No lo ignoras;

cuando tu mano ya no esté para contener mi salto,

el vértigo se abrirá infinito en mis venas.

(El mozo)

Fue la casa de todos los malignos y sólo faltaban ellos,

el jardín y sus pabellones cerraron la mirada.

En una esquina el tablero de ajedrez,

plenamente iluminada,

de rodillas y desnuda estaba la reina

con un hilo de semen destejiéndose entre sus labios,

con el deseo hasta la garganta.

Pequeña y hermosa cavidad

su boca.

Soplaban en silencio su danza los abanicos negros.

(Ella)

Son quemadura

y antes fue su lengua de índole divina

creando el mundo a partir de mis huecos

en la patria púbica,

inventando la humedad entre mis piernas.

Aún te recuerdo

orinar tibiamente.

(Él)

Estaba en la roca donde el agua se quiebra de luz.

Era como acercarse a una mujer,

sentirla respirar y el levísimo temblor de su vida,

nalgas y piernas marmóreas, dura intensidad.

Una escultura bellas en su impudicia,

tersa como el fuego,

cuyo nombre se petrifica y enciende en la memoria.

(Ella)

Este abundante descender entre mis piernas

como cauce lunar

tiene augurios de llanto

profundo mar seminal que dejaste en mí.

Ya siento la sal cristalizando en mi carne.

(Él)

No volveré al río,

es cierto que fui un Dios,

que un día tuve poder absoluto y fue sobre un solo ser

que ató su cuerpo a mi espalda y sus pezones erguidos

todavía cobran filo de estrellas en la memoria epidérmica.

Sus besos eran invariablemente vampirales,

qué maravillosa forma de aferrarse a la vida.

Su cuerpo sigue pesando sobre mi espalda,

si nuevamente quisiera caminar sobre el agua me hundiría.

Ella exprimió el pétalo más oscuro en copa,

ella compuso los cánticos de hielo para mi boda,

ella se convirtió en inmortal

porque siempre va a recordarme.

(Canto final)

- Déjame en esta calle.

- Te veré después.

Es cierto, el amor no es eterno pero su herida es perpetua.

Mañana comeremos las espinas de esta flor.

 

                      Antología 

 

 

 

 

 

 

Colaboraciones 

Gracias a Eduardo González  por la siguiente selección de poemas:

 

Te espero

Te espero cuando la noche se haga día,

suspiros de esperanzas ya perdidas.

No creo que vengas, lo sé,

sé que no vendrás.

sé que la distancia te hiere,

sé que las noches son más frías,

sé que ya no estás.

Creo saber todo de ti.

sé que el día de pronto se te hace noche:

sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,

sé que soy un idiota al esperarte,

pues sé que no vendrás.

Te espero cuando miremos al cielo de noche:

tu allá, yo aquí, añorando aquellos días

en los que un beso marcó la despedida,

quizás por el resto de nuestras vidas.

Es triste hablar así.

cuando el día se me hace de noche,

y la Luna oculta ese sol tan radiante.

Me siento sólo, lo sé,

nunca supe de nada tanto en mi vida,

solo sé que me encuentro muy sólo,

y que no estoy allí.

mis disculpas por sentir así,

nunca mi intención ha sido ofenderte.

nunca soñé con quererte,

ni con sentirme así.

Mi aire se acaba como agua en el desierto.

mi vida se acorta pues no te llevo dentro.

mi esperanza de vivir eres tu,

¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás,

¿por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?

porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí.

porque todas las noches me torturo pensando en ti.

¿Por qué no solo me olvido de ti?

¿por qué no vivo solo así?

¿por qué no solo...

 

Mario Benedetti

 

 

 

Los amorosos

Los amorosos callan.

El amor es el silencio más fino,

el más tembloroso, el más insoportable.

Los amorosos buscan,

los amorosos son los que abandonan,

son los que cambian, los que olvidan.

Su corazón les dice que nunca han de encontrar,

no encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos

porque están solos, solos, solos,

entregándose, dándose a cada rato,

llorando porque no salvan al amor.

Les preocupa el amor. Los amorosos

viven al día, no pueden hacer más, no saben.

Siempre se están yendo,

siempre, hacia alguna parte.

 

Esperan,

no esperan nada, pero esperan.

Saben que nunca han de encontrar.

El amor es la prórroga perpetua,

siempre el paso siguiente, el otro, el otro.

Los amorosos son los insaciables,

los que siempre- ¡ que bueno !- han de estar solos.

Los amorosos son la hidra del cuento.

Tienen serpientes en lugar de brazos.

Las venas del cuello se les hinchan

también como serpientes para asfixiarlos.

Los amorosos no pueden dormir

porque si se duermen se los comen los gusanos.

En la obscuridad abren los ojos

y les cae en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo la sábana

y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,

sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevas

temblorosos, hambrientos,

a cazar fantasmas.

Se ríen de las gentes que lo saben todo,

de las que aman a perpetuidad, verídicamente,

de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,

a tatuar el humo, a no irse.

Juegan el largo, el triste juego del amor.

Nadie ha de resignarse.

Dicen que nadie ha de resignarse.

Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,

la muerte les fermenta detrás de los ojos,

y ellos caminan, lloran hasta la madrugada

en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,

a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,

a arroyos de agua tierna y a cocinas.

Los amorosos se ponen a cantar entre labios

una canción no aprendida, y se van llorando, llorando,

la hermosa vida.

Jaime Sabines

 

 

 

Dime...

Dime por favor donde estás,

en que rincón puedo no verte,

dónde puedo dormir sin recordarte

y dónde recordar sin que me duela.

Dime por favor dónde pueda caminar

sin ver tus huellas,

dónde puedo correr sin recordarte

y dónde descansar con mi tristeza.

Dime por favor cuál es el cielo

que no tiene el calor de tu mirada

y cuál es el sol que tiene luz tan sólo

y no la sensación de que me llamas.

Dime por favor cuál es el rincón

en el que no dejaste tu presencia.

Dime por favor cual es el hueco de mi almohada

que no tiene escondidos tus recuerdos.

Dime por favor cuál es la noche

en que no vendrás para velar mis sueños...

Que no puedo vivir porque te extraño

y no puedo morir porque te quiero.

 

Jorge Luis Borges

 

                      Antología 

 

Si Dios fuera mujer

¿Y si dios fuera mujer?

pregunta Juan sin inmutarse

vaya vaya si dios fuera mujer

es posible que agnósticos y ateos

no dijéramos no con la cabeza

y dijéramos sí con las entrañas

tal vez nos acercáramos a su divina desnudez

para besar sus pies no de bronce

su pubis no de piedra

sus pechos no de mármol

sus labios no de yeso

si dios fuera mujer la abrazaríamos

para arrancarla de su lontananza

y no habría que jurar

hasta que la muerte nos separe

ya que sería inmortal por antonomasia

y en vez de transmitirnos sida o pánico

nos contagiaría su inmortalidad

si dios fuera mujer no se instalaría

lejana en el reino de los cielos

sino que nos aguardaría en el zaguán del infierno

con sus brazos no cerrados

su rosa no de plástico

y su amor no de ángeles

ay dios mío dios mío

si hasta siempre y desde siempre

fueras una mujer

qué lindo escándalo sería

qué venturosa espléndida imposible

prodigiosa blasfemia

Mario Benedetti

POEMA FRUSTRADO

Mi amigo
que es un poeta
convocó a los poetas.

Hay que escribir un poema
sobre la bomba atómica
es un horror
nos dijo
un horror horroroso
es el fin
es la nada
es la muerte
nos dijo
no es que te mueras solo
es tu cama
rodeado
del llanto y la familia
del techo y las paredes
no es que llegue una bala
perdida o encontrada
a cortarte el aliento
a meterse en tu sueño
no es que el cáncer te marque
te perfore
te borre
no es tu muerte
la tuya
la nada que ganaste

es el aire viciado
es la ruina de todo
lo que existe
de todo
nadie llorará a nadie
nadie tendrá sus lágrimas

y eso es lo mas horrible
la muerte sin testigos
sin últimas palabras
y sin sobrevivientes
la muerte toda muerte
toda muerte
¿me entienden?
hay que escribir un poema
sobre la bomba atómica.
Quedamos en silencio
con las bocas abiertas
tragamos el terror
como saliva helada
luego nos fuimos todos
a cumplir la consigna.

Juro que lo he intentado
que lo estoy intentando
pero pienso en la bomba
y el lápiz se me cae de la mano.

No puedo.

A mi amigo el poeta
le diré que no puedo

Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado del libro "Noción de Patria"

 

CURRÍCULO

El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente

usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica

usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros

usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber al fin que el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío

entonces
usted muere.

 

______________________________________________________________
Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado del libro "Proximo Projimo"
Cancion "Curriculum" Interpretada por Joan Manuel Serrat, del album "El Sur Tambien Existe"

 

 

 

NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincon tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

 

_____________________________________________________________
Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado de "Canciones de amor y desamor" del libro "Poemas de Otros"
Cancion "No Te Salves" Interpretada por el grupo "Illapu"del album "En estos dias" (EMI)
Sonido tomado de la pelicula "El lado Oscuro del corazon" de Eliseo Subiela.

 

II - TÁCTICA Y ESTRATEGIA

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

 

_________________________________________________________
Escrito por "Mario Benedetti"
Tomado del poema "Martin Santome" de "Los Personajes" el libro "Poemas de Otros"
Sonido tomado de la pelicula "El lado Oscuro del corazon" de Eliseo Subiela.

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XXV

 

Antes de amarte. amor, nada era mío:

vacilé por las calles y las cosas:

nada contaba ni tenía nombre:

el mundo era del aire que esperaba.

Yo conocí salones cenicientos,

túneles habitados por la luna,

hangares crueles que se despedían,

preguntas que insistían en la arena.

Todo estaba vacío, muerto y mudo,

caído, abandonado y decaído,

todo era inalienablemente ajeno,

todo era de los otros y de nadie,

hasta que tu belleza y tu pobreza

llenaron el otoñó de regalos.

 

Pablo Neruda

 

 

Duerme

No temas

Duerme

Todas las estaciones

Te amare siempre

Aunque nunca mi cuerpo

se tienda junto al tuyo.

Jorge Teillier

 

                      Antología 

 

" Desnuda"

 

Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,
me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como a un niño perdido
que en ti dejará quietas su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo
pasa a ser mi universo, el credo que se nutre,
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a las sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados
cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.

El día en que te mueras te enterraré desnuda
para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,
como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.

 

Roque Dalton

                       Antología 

 

" Besos"


Hay besos que pronuncian por si solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros,
hay besos que se dan solo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie a descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.

Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.

Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.

Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mi, para tu boca.

Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.

Te acuerdas del primero...? indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaron se de lágrimas tus ojos.

Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos... vibró un beso,
y que viste después...? Sangre en mis labios.

Yo te enseñé a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.

Gabriela Mistral

 

                      Antología 

Como decir de Pronto

 

Como decir de pronto

Tómame entre las manos

no me dejes caer te necesito.

Acepta este milagro.

Tenemos que aprender a no asombrarnos

de habernos encontrado,

de que la vida puede estar de pronto

en el silencio o en la mirada.

Tenemos que aprender a ser felices,

a no extrañarnos de tener algo nuestro.

Tenemos que aprender a no temernos,

y a no asustarnos

y a estar seguros,

y a no causarnos daño.

 

Julia Priluzky Farny

                       Antología 

 

Cambios de nombre

A los amantes de las bellas letras
Hago llegar mis mejores deseos
Voy a cambiar de nombre a algunas cosas.
Mi posición es ésta:
El poeta no cumple su palabra
Si no cambia los nombres de las cosas.
¿ Con qué razón el sol
Ha de seguir llamándose sol?
¡ Pido que se llame Micifuz
El de las botas de cuarenta leguas!

¿ Mis zapatos parecen ataúdes?
Sepan que desde hoy en adelante
Los zapatos se llaman ataúdes.
Comuníquese, anótese y publíquese
Que los zapatos han cambiado de nombre:
Desde ahora se llaman ataúdes.
Bueno, la noche es larga
Todo poeta que se estime a sí mismo
Debe tener su propio diccionario
Y antes que se me olvide
Al propio dios hay que cambiarle nombre
Que cada cual lo llame como quiera:
Es  un problema personal.

Nicanor Parra


                      Antología 

 

 

Pronunciando tu nombre te poseo

no ganas nada con huir de mí
puesto que como dice el título de este poema
pronunciando tu nombre te poseo


Nicanor Parra

 

                      Antología 

 

LOS HERALDOS NEGROS

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras
en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán talvez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,
de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema

Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!

 

 César Vallejo

                      Antología 

PIEDRA NEGRA SOBRE UNA PIEDRA BLANCA

Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
talvez un jueves, como es hoy de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso
estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y,
jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban
todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos
los días jueves y los huesos húmeros,
la soledad, la lluvia, los caminos…

  César Vallejo

                      Antología 

Masa

Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echó se a andar…

10 de noviembre de 1937

  César Vallejo

 

 

 

                      Antología