Elementos para triunfar

 

Auntenticidad: Ser originales en todo cuanto hacemos. Pensar, actuar y ver la vida como los demás, nos anula y de paso, nos convierte en instrumentos útiles de quienes nos rodean. Perdemos nuestra capacidad de pensar y reproducimos en la existencia, lo que los demás quieren. Auntenticidad es saber que nuestros sueños no son los de quienes están a nuestro alrededor y no podemos dejarnos mover ni por sus burlas, críticas u oposición. Nuestro cristal para ver el mundo es diferente, y tiene que ser así, porque de lo contrario seremos copias de los demás.

Convicción: Es movernos hacia un sueño, una meta o un anhelo, convencidos plenamente de lo que queremos. Si estamos convencidos, las circunstancias no nos moverán. Debemos enamorarnos de nuestros sueños, de lo contrario, renunciaremos con facilidad. Igual con nuestra posición como cristianos. Debemos estar plenamente convencidos del Dios en el que hemos creído, por encima de los cuestionamientos de quienes nos tildan de fanáticos religiosos o quizá de ilusos. Si tenemos fe plena en el Señor Jesucristo, el mundo se moverá alrededor. Pero no lo olvides, se necesita convicción.

Perseverancia: Este es el tercer elemento. Los fracasados renuncian con facilidad. Inician algún proyecto y salen huyendo ante las primeras dificultades. O tal vez, vuelven atrás porque al comienzo las cosas no salen como esperan. En la vida del rey Uzías encontramos a alguien que perseveró, de un lado en su búsqueda de Dios y consagración, y de otra parte, en avanzar siempre hacia nuevas metas. No conformarse con poco, sino, ir más allá.