FORJA TU DESTINO



Un carpintero ya entrado en años, decidió un día retirarse del trabajo que durante varios años venía desempeñando. 

Sin tener definido qué hacer después y decirle adiós a su cheque de cada quincena, quiso enfrentar la vida como ésta se le fuera presentando. 



El jefe de este hombre al tener en cuenta el valor del buen empleado que perdía, decidió encargarle un último trabajo. 

Un tanto enfadado, el carpintero comenzó a construir la casa que le habían solicitado, pero esta vez no puso el empeño de siempre, ni los

materiales con la calidad acostumbrada. El jefe, al terminar de supervisar la obra, se dirigió a él y le entregó unas llaves diciéndole: Felicidades,

esta casa es para ti. 



La lección para el carpintero fue dura, pero a todos nos sirve para 

entender que todos los días hay que construir con sabiduría, y que cada 

clavo, cada tabla que coloquemos o cada pared que levantemos son cada uno fundamentos esenciales para obtener lo que queremos de la vida. 

La vida que tenemos ahora es el resultado de nuestras actitudes y 

elecciones del pasado. 

Nuestra vida mañana, será el resultado de las ACTITUDES y ELECCIONES hechas HOY. Así que forja tu propio destino y procura siempre dar el máximo, porque siempre se reflejará en aspectos de gran bienestar para ti y los que te rodean.