La Vida

 

Un día, la Vida tomó la figura de un joven apuesto y se puso a caminar por el mundo.

A la orilla de un bosque vio una cabaña, ...entró, ...y encontró a un hombre enfermo de elefantiasis, ...todos sus miembros estaban hinchados y tan deformes que se movía con mucha dificultad...

- ¿Quién eres tú ? ...dijo el enfermo.
- Soy la Vida. Algunos me reconocen cuaando llego, pero no cuando vuelvo. Yo voy y vengo, y volveré por estos lugares dentro de 7 años, ...pero, ¿porqué lloras?
- Tengo una enfermedad horrible; ...ha destruído mi aspecto y me ha quitado la alegría de vivir. Ya no puedo más.
- Si quieres, dijo la Vida, te curo, ....pero tú me olvidarás...!
- ¡ No ! le respondió el enfermo, guarddaré eternamente en mi memoria a quien me cure y le estaré agradecido para siempre.

La Vida esparció sobre el enfermo un polvo misterioso, y éste quedó curado como por encanto. La Vida, siguió su camino.

Pronto llegó a otra cabaña, donde vivía un leproso.

- ¡ Oh ! ¡ Bendito tú que vienes a mí ! -exclamó el leproso- ¿ Cómo te llamas ?
- Yo soy la Vida. Algunos me reconocen cuando llego, pero no cuando regreso. Voy y vengo. Volveré dentro de 7 años. Puedo curarte, ..pero: ¿...te acordarás de mí ?
- No te olvidaré mientras viva -dijo ell leproso- ...y así, la Vida lo curó a él también... y siguió su camino.

Al llegar a una aldea, se encontró con un ciego.

El ciego, cuando oyó pasos, preguntó:

- ¿Quién es ? ¡ Cuidado con este pobre ciego !
- Yo soy la Vida. Algunos me reconocen cuando llego, pero no cuando vuelvo. Y también curó al ciego mientras este agradecía... luego desapareció...

Pasaron los años, y tal como había prometido, ...volvió.

Volvió, ...pero esta vez oculto bajo la figura de un ciego. Era muy tarde cuando llegó a la cabaña del ciego que antes había curado. El ciego no estaba, pero le abrió su esposa.

- Tenga piedad de este pobre ciego -dijo la Vida- ...conozco a su esposo, ¿...me puede dar un poco de agua mientras lo espero ?
- Mi esposo es un verdadero tonto -refuunfuñó la mujer- Trae a casa a cuanto pobre encuentra.

Puso un poco de agua sucia en una vieja jarra y se la ofreció de mal modo al falso ciego.

Por fin, llegó el señor de la casa, y la Vida se dirigió a él:

- Estoy de paso, le dijo, ¿ puedes darme alojamiento hasta mañana ?

El hombre murmuró algo, después extendió una estera en una esquina de la cabaña y dió al ciego un puñado de frutas. Cuando amaneció, la Vida llamó a su anfitrión y le dijo:

- Te dije hace años que algunos conocen a la Vida cuando viene, pero no cuando regresa. Tú no me has reconocido porque la ceguera se ha quedado en tu corazón, pero hoy volverá nuevamente a tus ojos...
Dijo ésto y salió, dejando tras de sí una polvareda. El hombre volvió a ser ciego, como siete años antes...

Cuando la Vida llegó a la cabaña del antiguo leproso, se cubrió de una lepra tan horrible que la seguían enjambres de moscas...
Llamó, pero aquel hombre, viendo al leproso, no lo dejó entrar y rehusó darle de comer porque estaba demasiado sucio.
- Te lo había dicho, algunos conocen a la Vida cuando viene, pero no cuando regresa. Dicho ésto se marchó, dejando tras de sí un reguero de aquel misterioso polvo. El hombre ingrato se cubrió inmediatamente de tanta lepra que la carne se le caía a pedazos...

Cuando llegó a la antigua cabaña del enfermo de elefantiasis, la Vida se hinchó de tal modo los miembros que a duras penas podía caminar. Se asomó a la puerta y dijo:

- Buen hombre, un poco de agua fresca por caridad...! - ¡Adelante, ...adelante, ...entra...! le contestaron desde la cabaña...

Y apenas entró, el hombre dijo:

- ¡ Oh ! ¡ Qué desgracia ! ¡ Tan joven y tan enfermo !
- Yo también, hace tiempo, tuve esa feaa enfermedad, pero pasó por aquí un buen hombre y me curó.
..y mientras así hablaba puso a cocer un plato de arroz, le dio al enfermo unas nueces y una jarra llena de leche fresca, ...después preparó un asado de carnero y se ocupó de cuidar al enfermo.

En la mañana, la Vida se presentó como el joven hermoso que era y dijo:

- Tú has reconocido a la Vida también a su regreso, ...no olvidas los beneficios recibidos y sabes cómo socorrer a quien sufre lo mismo que también tú has sufrido. Por eso permanecerás sano, y gozarás de prosperidad.

El hombre quiso hacer un regalo a la Vida, pero el joven se lo impidió y agradeció diciendo:

- No tengo necesidad de riquezas, pero quiero que recuerdes una cosa importante:

LA VIDA PUEDE CAMBIAR, Y TRAER HOY BIENES, Y MAÑANA MALES...
..PERO SIEMPRE DEPENDE DE TÍ, HACERLA MEJOR O PEOR...