LA ESPERANZA

 

Cuando estamos en situaciones precarias o de gran dolor,

algunas explicaciones no tienen razón de ser,

por lo absurdas que se oyen, es como si le pidiéramos a alguien

que sufre dolores que se aguante  y ya no los sentirá.

 

Por eso es bueno tener una poca de fe en la esperanza,

esperanza que  las penas no duren mucho ,

o que el dolor no nos afecte demasiado,

para que no nos nuble el entendimiento ,

 el mejor bálsamo para una alma adolorida,

 es un acto de amor y consideración al

momento de dolor que esta viviendo.

 

Por esa razón, ojalá que cuando nos toque el turno

de ayudar a alguien que esta sufriendo, nuestra actitud no

 sea nada mas , de simpatía o de lastima ,

sino de una honesta esperanza en que su dolor

pase pronto y la resignación haga acto de presencia

 acuciada por nuestra insistencia  y nuestro amor a 

quien en ese momento sufre.

 

Pero no asistamos a quienes ya han muerto, o a quienes

ya están tendidos en una funeraria , vayamos con los vivos,

con los que afrontan un dolor dentro del camino de su vida,

esos mis amigos, esos si necesitan de nuestra amor.