Y... ¿QUE ES LA FELICIDAD?
El ser humano ha buscado
insistentemente la felicidad a través de la historia de la Humanidad y para
encontrarla y más aún para conservarla, ha empleado todos los mecanismos físicos
que los adelantos propios de cada época, le han permitido. Es la razón
por la que adquiere seguros de vida, vehículos, casas y cosas; compra poder,
conciencias y voluntades. Todo para "conservar la felicidad".
La verdadera esencia de nuestro ser interno, que se va perdiendo con el
fortalecimiento de la personalidad y de lo externo nos indicaría, si le permitiéramos
expresarse, que la felicidad es una actitud. Y la misma depende únicamente de
lo que "somos", no de lo que "sabemos" o
"poseemos". Los títulos y las pertenencias se quedan en este mundo
cuando partimos definitivamente, cuando nuestra alma vuela en libertad ante el
llamado Divino.
La felicidad es la paz que se logra a través de la comprensión y la
tolerancia. Es agradecimiento, es benevolencia, es ayuda espiritual, es
esperanza, es el trabajo por los demás. Son momentos de plácido descanso en el
amor del ser amado.
El Mahatma Ghandi decía acerca de la felicidad, que es la armonía entre lo que
se piensa, se dice y se actúa.
Y en un plano esotérico, la felicidad está hecha de momentos de regocijo
interno, es el despojar el cuerpo de preocupaciones y sufrimientos y lanzarlos
al viento. Es tener el corazón liviano, libre y bien amado. Es comenzar
un sueño de luz, un mundo sin restricciones, sin limitaciones ni razones
absurdas para explicar lo inexplicable.
Pero la felicidad sólo puede ser reconocida por los seres que, amando a otros
seres, encuentran en ellos el fruto de la Creación Divina.
La felicidad es, en suma, una actitud personal frente a la vida, sus
circunstancias, deleites y desengaños.
Se es feliz cuando no se busca la felicidad, pues ¡ella siempre está con
nosotros!.