ARREPENTIMIENTO Y BAUTISMO EN AGUA
Por:
Adda Vélez
En estos días, mucho se ha hablado de la venida de Jesús, y del
arrebatamiento de su Iglesia, que es el cuerpo de Cristo, conformado por todos
aquellos cristianos nacidos de nuevo, bautizados, que viven en santidad y
obedecen la palabra de Dios. Es un
sentir general, el buscar mas del Señor, un anhelo del corazón de saber , buscarle, leer , y
orar más. Todos sabemos que
estamos en el tiempo de la gran cosecha de almas en la que muchos aceptarán el
regalo de la Salvación por medio de Jesucristo, y muchos otros lo
rechazarán. Los frutos se están cayendo
solos de tan maduros que están. Cuando
Jesús vino la primera vez, hace 2000 años muchos eventos espirituales y
celestes ocurrieron. Uno de ellos fue “preparar el camino del Señor”,
ministerio a cargo de Juan el Bautista.
Ahora nos toca a nosotros preparar el camino del Señor, enderezando sus sendas, imitando a Juan:
“Y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos
se ha acercado”. Mateo 3:2
“Y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus
pecados” Mateo 3:6
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento;
pero el que viene tras de mí, cuyo calzado yo no soy digno de desatar, es más
poderoso que yo; El os bautizará en espíritu Santo y fuego.” Mateo 3:11
En este pasaje de la escritura, que se repite
insistentemente en los 4 evangelios, podemos apreciar que Antes de que venga el
bautismo del Espíritu Santo, tuvo que haber arrepentimiento de pecados, y el
bautismo de Agua. Esto es indispensable
como convicción de pecado, y como el primer paso de Fe y obediencia. Recordemos que TODO este camino, en Cristo
Jesús, es por fe. ¿Y tu ya te bautizaste en agua? ¿Ya
diste ese paso de Fe? Si no lo haz
hecho, acude a tu pastor y dile tu inquietud.
Jesucristo mismo se bautizó en agua, y justo en ese momento, EL ESPIRITU
SANTO descendió sobre El como paloma, marcando el inicio de su ministerio.
(Mateo 3:13-17)
Jesús, nuestro amado Salvador, inició su ministerio con
estas palabras: “Desde entonces, comenzó Jesús a predicar: ARREPENTIOS,
PORQUE EL REINO DE LOS CIELOS SE HA ACERCADO”. Mateo 4:17
Tenemos que convencernos de que sin arrepentimiento de los
pecados, y sin el Bautismo en agua,
estamos deteniendo el poder del bautismo del Espíritu Santo que nos
permitirá escuchar la voz de Jesús y seguirla.
Si ya te bautizaste pero vives en pecado, Arrepiéntete. Porque el Reino
de los Cielos se ha acercado.
“Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el bautismo
de arrepentimiento para el perdón de pecados.
Y salían a él de toda la provincia de Judea, y todos los de Jerusalén; y
eran bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados” Marcos 1:4-5
“Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará
con Espíritu Santo” Marcos 1:8
Una vez más, nuestro Jesús inicia su ministerio
diciéndonos: “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha
acercado; arrepentíos y creed en el evangelio”. Marcos
1:15
Jesús no nos da ninguna opción: Nos ordena que nos
arrepintamos, y que creamos en el evangelio.
¿Y tu, ya te arrepentiste, realmente crees con todo tu corazón en la
verdad encerrada en el evangelio de la Salvación de Jesucristo? ¿Ya aceptaste
el regalo de Jesucristo, recibiéndole a El como tu salvador personal? ¿Lo
hiciste hace mucho? ¿Naciste dentro de una familia Cristiana y asumes que eres
salvo por ello? La salvación de
Jesucristo, el único camino y verdad y vida, es personal. Nadie puede
interceder por tu Salvación, esa decisión la tienes que hacer tu delante del Señor.
Si aceptaste el regalo de la salvación, no está de más
reiterar tu compromiso con Jesús hoy mismo, arrepintiéndote de todos tus
pecados, y creyendo en El, en su palabra que esta plasmada en el
evangelio. Si nunca le haz aceptado, El
está tocando tu puerta ahora:
“He aquí yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. Apocalipsis 3:20
¡El prodigio de la Salvación!, Jesucristo está a tu puerta
y llama...¿Puedes escuchar su dulce voz?
El bautismo del arrepentimiento, para perdón de los
pecados, es tan importante que hubo un mensajero que estuvo predicando,
“preparando el camino para el Señor”.
Una vez más Dios nos exhorta a arrepentirnos de los pecados y
bautizarnos en agua, para recibir al Espíritu Santo, y reconocer la voz de
Jesús en su venida. (Lucas 3:3)
“Todo valle se rellenará, y se bajará todo monte y
collado; Los caminos torcidos serán
enderezados, y los caminos ásperos, allanados; y verá toda carne la salvación
de Dios” Lucas 3:5 “Y también el hacha
está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen
fruto se corta y se echa en el fuego.” Lucas 3:9
Antes de poder ver la salvación de Dios, es decir, a
Jesucristo, tienen que ser enderezados nuestros caminos. El arrepentimiento de los pecados endereza el
camino. Si no lo hacemos, entonces
pasaremos a ser árbol con el hacha puesta en la raíz, y si no damos frutos,
seremos cortados y echados en el fuego.
Hermanos, ha llegado la hora de
exhortarnos unos a otros en amor.
Arrepintámonos para poder escuchar la voz de nuestra Cabeza, Jesucristo,
y podamos movernos en armonía dentro del cuerpo que es la Iglesia. Basta ya de juzgar a los demás, a otras
iglesias o denominaciones, o a otros “hermanos”. Ha llegado la hora de empezar a limpiar
nuestra casa, empezando por nosotros mismos.
La salvación es personal.
“Aconteció que cuando todo el pueblo se bautizaba,
también Jesús fue bautizado; y orando, el cielo se abrió y descendió el
Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del
cielo que decía: Tu eres mi Hijo amado, en ti tengo complacencia” Lucas
3:21-22
El bautismo en agua tiene un propósito divino: CONOCER A
JESÚS. Jesús es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. (Juan
1:29-31)
Si vivimos en pecado, no podemos conocer a Jesús pues el
pecado nos separa de El, no podremos escuchar su voz, no podremos seguirle
cuando nos llame, no podremos participar en la cosecha de almas, y quizá
tengamos que vivir gran tribulación por haber decidido vivir en las
complacencias de la carne, pudiendo haber escogido las maravillas del Espíritu.
Escuchemos la voz de Juan el bautista, que en los 4
evangelios nos exhorta: “Yo soy la voz de uno que clama en el
desierto: ENDEREZAD EL CAMINO DEL SEÑOR, como dijo el profeta
Isaías. Yo bautizo con agua; más en
medio de ustedes está uno a quien ustedes no conocen. Este es el que viene
después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la
correa del calzado” Juan 1:23, 26 y 27
Enderecemos el camino del Señor. Que venga y encuentre a su
iglesia lista, preparada como novia sin mancha, sin pecado que ocultar, atenta
a su voz.
Arrepiéntete de tus pecados hoy, si no haz conocido a
Jesús, invítalo a morar en ti hoy, invítalo a tomar el control de tu vida, abre
las puertas de tu corazón a Jesucristo, y el te concederá las peticiones de tu
corazón. JESUCRISTO VIENE PRONTO POR SU
IGLESIA, ¿ESTAS LISTO?
¡A El sea toda honra, gloria y majestad!
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