Counter CONFIAR EN DIOS, QUE DIFÍCIL

CONFIAR EN DIOS, QUE DIFÍCIL

Por: Gustavo <:><

 

¡Que difícil es confiar en Dios!; ciertamente la mayoría de los cristianos decimos que confiamos en Dios y en sus promesas, sin embargo con nuestras actitudes negamos tal aseveración.

En los últimos 6 años he atravesado por serios problemas, quizá sea en los últimos tres cuando mis problemas han sido aun mayores, de tal forma que he llegado a pensar por algunos instantes que el Señor no me escucha o no me quiere atender ya que los problemas no se resuelven por lo menos de la forma en que yo lo espero.

No obstante mis pensamientos, Dios en su misericordia infinita no me ha desamparado pues de otra forma no podría siquiera escribir esto, y hace unos días el Señor me dio una señal más, pues resulta que cuando recién terminé de preparar un tema bíblico, recibí de un hermano la petición de facilitarle precisamente un tema como el que había preparado, así que pensé “que coincidencia”, un día después fui invitado por el Pastor de la Iglesia a predicar y me pido que expusiera el mismo tema que acababa de preparar, sin que él supiera que yo lo tenía listo y recién terminado, por supuesto que ya no pensé que se tratara de una coincidencia sino más bien de la voluntad expresa de Dios, hoy me he puesto a recordar como en muchas ocasiones he recibido el testimonio de mis hermanos en Cristo que me dicen “gracias por este tema, era justo lo que necesitaba”, hace no mucho en uno de mis viajes, a altas horas de la noche me sorprendió una tremenda fiebre, escalofrío, me sentí muy mal. Lo único que acerté a hacer fue a orar, pasé una noche terrible en un hotel, finalmente por el cansancio concilié el sueño envuelto en un gran cobertor de lana, pese a que la temperatura ambiente era de por lo menos 28 grados centígrados. Al día siguiente no tenía nada, completamente sanado, y así buscando en mi mente, las diferentes experiencias que el Señor me ha permitido vivir donde veo claramente su presencia me doy cuenta que se cumple lo dicho por el salmista: Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas; Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados. (Salmo 40:5), las bendiciones que he recibido de Dios son incontables, pues de mi mente surgen recuerdos uno tras de otro, puedo decirles por ejemplo que mi hijo mayor cuando apenas tenía 2 años, mordió un trozo de pan envenenado que yo impregne de raticida y que el niño cuando nos dimos cuenta ya había llevado a su boca, mi esposa y yo solo lloramos y oramos, en esos momentos no pensamos en nada más, mi hijo hoy tiene 13 años, y no sufrió en aquel instante ni siquiera el más leve malestar, tengo muchas experiencias en las que el Señor me ha librado de morir en accidentes automovilísticos; en fin, ya lo dijo David, las bendiciones recibidas de Dios no pueden ser enumeradas.

Así que cuando me asaltan las dudas en cuanto al amor de Dios y sus cuidados para conmigo que soy uno de sus hijos, ejercitó mi mente recordando las bendiciones de Dios y viene a mi esa paz, gratitud y confianza en Dios que solo Él nos proporciona cumpliéndose uno de mis versos preferidos: Filipenses 4:6-7 “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”.

Estimados amigos y hermanos en Cristo, la experiencia de fraternizar con muchos otros hermanos en la fe me permiten asegurarles que esto que hoy narré no es solo mi experiencia personal, sino la de muchos más, y uno de los problemas que he detectado es que muchos hijos de Dios se quedan atorados en la primera fase, es decir, en el pensamiento: el Señor no me escucha o no me quiere atender”, y pasan por alto todas las bendiciones ya recibidas, se olvidan que el “simple” hecho de abrir los ojos a un nuevo día ya es una bendición más de Dios, los cuidos y el sustento diario, también lo son, así que en el amor de Dios que nos une, les animo a ejercitar su fe, y confiar que Dios quien todo lo puede, para quien nada es imposible y quien es el dueño y creador de todo el universo, va a atender nuestra necesidad conforme a Su divina voluntad que siempre será mejor que la nuestra, así que estemos confiados en Señor, esperemos en Él y Él hará,  Ama al Señor con ternura, y él cumplirá tus deseos más profundos. Pon tu vida en las manos del Señor; confía en él, y él vendrá en tu ayuda”. (Salmo 37:4-5 versión popular).

Yo se que mis problemas están ahí, sin embargo no pierdo el sueño por ellos pues se en quien he confiado, así que les invito para que día a día renueven su fe en el Señor, se apropien de sus promesas y ejerciten su mente recordando las ricas bendiciones de Dios ya recibidas, y tengan la certeza que ese problema tan grande que les aqueja, o esa necesidad emocional, de salud de trabajo, etc. El Señor la va a atender de la manera que más nos convenga. No olvides que eres hijo(a) nada menos que del Rey de Reyes y Señor de Señores, el Dios todo poderoso para quien sea todo honor y toda la gloria por siempre.

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