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Venerada en la Catedral de Ciudad Guzmán Jalisco
A vos recurrimos en nuestra
tribulación, bienaventurado José; y
después de haber implorado el auxilio
de vuestra Santísima Esposa,
solicitamos también confiadamente
vuestro Patrocinio. Por el afecto que os
unió a la Virgen Inmaculada, Madre
de Dios; por el amor paternal que
profesasteis al Niño-Jesús,
os suplicamos que volváis benigno los ojos a la
herencia que Jesucristo conquistó
con su sangre, y que nos socorráis con
vuestro poder en nuestras necesidades.
Proteged, prudentísimo
Custodio de la Divina Familia, el linaje escogido
de Jesucristo; Preservadnos Padre
amantísimo, de todo contagio de error
y corrupción, sednos propicio y
asistidnos desde el cielo, poderosísimo
Protector nuestro, en el combate que al
presente libramos contra el poder
de las tinieblas. Y del mismo modo que,
en otra ocasión, librasteis del
peligro de la muerte al Niño Jesús
defended ahora a la Santa Iglesia de
Dios, contra las asechanzas de sus enemigos
(internos y externos) y contra
toda adversidad. Amparad a cada uno de
nosotros con vuestro perpetuo
patrocinio; a fin de que, siguiendo vuestros
ejemplos, y sostenidos por
vuestros auxilios, podamos vivir santamente,
morir piadosamente y
obtener la felicidad eterna del Cielo.
Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.