MI VERDADERO AMOR
Por
Yushi.
Japón, en alguna parte de la ciudad. Un joven alto de cabellera rubia caminaba frente a un montón de tiendas sin fijar la vista en alguna especial, sus pensamientos rondaban frescos en su mente sin permitirle hacer algo mas que pensar. Era su novia sobre quien meditaba, una mujer en cantadora con quien había compartido gran parte de su vida sin estar casados aún, había una gran amistad desde que eran pequeños, lo cual le causaba un poco de terror. No quería arruinar eso pero lo que sucedería después no estaba en sus manos. El semáforo cambió de verde a rojo y el muchacho se detuvo frente a una tienda de novias, había un vestido blanco precioso en que TK fijo la vista momentáneamente. La nieve comenzó a caer y el joven rubio alzó la cabeza al cielo, aun meditando que hacer...
No muy lejos de ahí, en una modesta casa adornada con motivos navideños se festejaba una reunión de amigos, todos charlaban animadamente sobre sus planes para año nuevo, viajes, negocios, solo una chica permanecía apartada del grupo, observaba en silencio a través de la ventana la nieve caer, se sentía inquieta, no podía evitarlo. Su novio se había retrasado un poco para llegar a la fiesta que ella misma había organizado, ¿y si no llegaba?, ¿le habrá pasado algo malo o sencillamente decidió faltar a propósito?, cualquiera de esas opciones le preocupaban en extremo, pero en especial la última. TK había estado actuando muy raro las últimas semanas, se mostraba distante a Kary, y eso era lo que le preocupaba a la muchacha, ¿y si él había conocido a alguien mas, que sería de ella si su relación terminaba?, no podía saberlo, no hasta hablar con TK...
Alguien golpeo la puerta en el exterior, la jovencita de cabellera castaña observó desde la ventana a su novio mojándose bajo la nieve, sus preocupaciones se apaciguaron mientras corría hacia la puerta, al abrirla se lanzó a los brazos del joven rubio que sonrió.
-Lamento la tardanza, pero tuve que hacer unas compras de emergencia.- le susurró al oído a la muchacha que se apartó para entrar, sus ojos brillaban de felicidad.
-No te preocupes, lo que importa es que estas aquí. Dame el abrigo, lo pondré ceca de la chimenea.
Ambos entraron a la casa y tras cumplir la petición de Kary, TK dejó la bolsa negra con una botellas de vino y fue a saludar a los otros invitados. La velada paso con la tranquilidad con que los copos de nieve descendían del cielo; hacia la media noche, todos se reunieron en el comedor, en donde Kary y Sora, la dueña de la casa, sirvieron pavo al horno, cortesía de Mimi. Después de la cena se hizo el brindis, cada uno de los invitados en su momento se puso de pie, agradeciendo la invitación, felicitando a alguien o para compartir sus deseos de navidad. Llego el turno de TK. El joven rubio se puso de pie con la copa en la mano, todas las miradas estaban sobre él, dirigió una fugaz mirada a Kary que permanecía sentada a su lado, después de eso comenzó a hablar.
-Realmente no se que decir, ustedes lo han dicho todo ya... No se ustedes, pero para mi las semanas anteriores han sido muy difíciles, cada año, en esta época sobrevienen cientos de cambios, tanto buenos como malos, las personas deben decidir si los aceptan o no, si avanzan o quedan estancados. Amigos míos, les deseo de corazón que sepan elegir correctamente para que puedan seguir su vida como hasta ahora. Brindo por ustedes, a su salud..- el muchacho levantó su copa al igual que todos los demás y tras tomar un poco de sus bebidas. Al cabo de unos minutos mas, se dio por terminado el brindis, Tai comenzó a charlar entonces con TK, los demás escuchaban atentos.
-Buen discurso TK, pero hay algo que no aclaraste, ¿cuál es ese cambio al que te referías?, según se no ha habido ningún cambio drástico en tu vida.- comentó tranquilamente recargando los brazos sobre la mesa e inclinándose al frente, sin apartar la mirada de su cuñado, quien se limitó a asentir y a tomar la mano de su novia dándole un ligero apretón, Kary supo que lo que TK diría a continuación le costaba mucho trabajo de decir.
-A eso precisamente me refiero, no hay ningún sobre salto, ninguna sorpresa. Me he estancado. En todos los aspectos de mi vida.- Su voz parecía serena, sin embargo, Kary que cada vez sentía mas fuerza en la mano de TK sabía que su novio le temía a aquello, iba a pasar algo grande esa noche y ese algo cambiaria su vida totalmente: un cambio drástico que marcaría el rumbo de los dos, seguir estancado o avanzar...
-¿Te has estancado?- cuestionó estupefacto Tai recargándose en el respaldo de la silla, no había pensado en obtener esa respuesta..- Pero TK, eso es imposible, ¡tu eres alguien muy exitoso!
-El hecho de que mi hermano sea exitoso no tiene que interferir con que pueda o no sentirse así.- Le defendió Matt, Sora tomo la mano de Tai para ayudarlo a entender
-Matt tiene razón, el éxito no hace inmune a las personas, al contrario, los debilita y hay momentos en que deja de darte felicidad.
Los otros invitados comenzaron a compartir su opinión al respecto, concordaban en el hecho de que TK era un ser humano como ellos y por tanto podía equivocarse, sufrir como los demás, otros opinaban que era muy valiente al aceptar que su vida ya no era como la deseaba; mientras tanto, Kary y TK permanecieron en silencio, escuchando a sus amigos, mirándose el uno al otro. Los ojos de Kary irradiaban felicidad, ¡era por eso que TK se había alejado de ella!, ahora entendía a la perfección lo que sucedía, por fin entendía la situación en la que su novio se encontraba, ¡ahora podía ayudarlo!... Tenía tantas ganas de abrazarlo, de mostrarle todo el apoyo y amor que quería brindarle, pero no era necesario, tan solo al unir sus manos él podía sentirlo, sabía que podía contar con ella, pero había algo mas que aún lo inquietaba, algo que no podía espera mas, algo que necesitaba decir...
-Kary...- susurro el joven apretando mas la mano de su novia y girándose sobre su asiento hasta que quedaron frente a frente, había miedo en su voz, ella pudo sentirlo.
-No te preocupes TK, yo siempre estaré contigo.- Contestó con dulzura, llevo su mano hacia el rostro de TK que acarició con cariño, el cerró los ojos y tomó esa mano para llevarla cerca de sus labios, la besó con suavidad y después la miro temeroso, ella sonreía delicadamente.
-Kary hay algo que debes saber antes de decir eso... le he estado dando vueltas al asunto una y otra vez y por fin encontré el origen de esto... Kary, antes que ser mi novia, eres mi amiga, yo no quiero peder tu amistad nunca, eso no me lo perdonaría porque eres muy importante para mi Kary, demasiado importante y lo sabes, sabes que yo haría todo por hacerte feliz pero...Creo que nosotros también necesitamos un cambio...- la voz de TK comenzaba a tener seguridad, hablaba en serio. LA sonrisa tierna de Kary languideció, toda su felicidad se esfumo en ese momento, un breve segundo de silencio entre ambos aunque a ella le pareció una eternidad... No lo hagas... No por favor... suplico la muchacha con la sola mirada pero vio algo en aquellos ojos azules que le decían que no había marcha atrás, aquella hermosa relación terminaría por culpa de la monotonía... Aquellos nítidos ojos cafés se llenaron de lágrimas, el dolor en su pecho aumentaba, sabía que cuando TK dijera aquellas crueles palabras algo ahí dentro moriría...- Kary esta relación ya no puede seguir así, debemos dar el siguiente paso...
-¿El siguiente paso...?- preguntó con un hilito de voz, sin apartar la vista del rostro del dueño de su corazón. TK soltó sus manos y sacó de su bolsillo una pequeña caja cubierta de terciopelo negro que abrió frente a ella.
-Kary, ¿te casarías conmigo?
¡¡Casarse...!!¡Ese era el siguiente paso en cualquier relación...! Kary volvió a sonreír, las lágrimas rodaron por la emoción y exhalando un sollozo, la muchacha abrazó a su novio mientras asentía, ¿¡que sorpresas daba la vida!, ella que segundos antes creía todo perdido, ahora veía uno de sus sueños casi realizados...¡Iban a casarse!
TK sintió un profundo
alivio, durante las semanas anteriores había pensado si sería lo correcto
formalizar aquella relación, tenía miedo de que no funcionara y terminaran
separándose, tenía miedo de acabar odiándose, de perder aquella amistad y
aquel amor... Por eso se había alejado, por eso había estado distante, y
finalmente, esa noche, cuando caminaba entre la multitud de personas se dio
cuenta de cuanto necesitaba a Kary y que no podría vivir sin ella, se dio
cuenta de que ella era su gran y verdadero amor y que estando a su lado nada
saldría mar, con ella todo sería felicidad...
***Fin***