SUEÑOS DE UNA VIDA PASADA...

Por Yushi

 Regresando al ayer...

 Cuando Matt despertó bajo la sombra de un frondoso árbol a orillas del bosque, permaneció inmóvil escuchando la dulce y melodiosa voz que entonaba una bella canción, no podía equivocarse, era una joven la dueña de aquella hermosa voz. El caballero se puso de pie y avanzó lentamente hasta el lugar de donde provenía la canción...

 <<Per  aspera vita, beata est, cauda vivendi ómnibus...>> <<Invenitre credere magni momenti...>> La jovencita que lo había despertado guardó silencio al escucharlo completar su canción, mirándolo ligeramente sorprendida. Su tez era blanca, sus rizos castaños caía sobre sus hombros con gracia, y sus ojos eran como dos hermosos rubíes... Matt quedó prendado de tanta belleza, le parecía verla brillar de forma mágica y no podía apartar la vista de aquella preciosa visión.

 <<El camino puede ser difícil pero la vida es más preciosa que otra cosa, y la prueba de que uno está vivo es algo que todos esperan sentir. Lo importante es...>> <<Es aquello que te hace creer en él. El amor y el coraje son deseos que están en el corazón de las personas...>> La jovencita no pudo evitar sonreír un tanto emocionada, Matt se sonrojó avergonzado, no solo la había interrumpido una vez, sino que se había atrevido a hacerlo en una segunda ocasión. <<¿Cómo es que conoce el significado de la melodía?>> preguntó manteniendo la compostura que su rango implicaba; el muchacho la miró embelesado y respondió en un susurro. <<No lo sé, las palabras solo aparecieron en mi mente...>> Aquella respuesta sorprendió un poco a la muchacha que se sentía cada vez más intrigada, a lo lejos comenzó a escuchar los gritos de alguien que la buscaba.

 Dudando Un poco sobre lo que debía hacer, la muchacha suspiró y desvió la mirada hacia el lugar de donde provenía la voz de la persona que la llamaba y después volvió a mirar al chico sonriéndole.

 <<Es usted la primer persona que conoce la canción y además sabe el significado de la letra, me gustaría tener una extensa plática al respecto con usted caballero, pero mis deberes me llaman, le deseo un buen día>>

 La chica hizo una ligera reverencia antes de marcharse del lugar, Matt no supo que decir y solo la miro alejarse, aún embobado no se percató de que alguien se acercaba a él, y sólo cuando esta persona le habló fue que apartó la vista de la hermosa mujer.

 <<”Las palabras llegaron solas  a mi mente...” Qué ridícula excusa Matt>> le dijo en tono burlón el caballero que al parecer había visto y escuchado todo tal vez oculto tras los árboles, Matt lo reconoció al instante. <<No fue ninguna excusa Tai, es la verdad...>> trató de defenderse, sin embargo su compañero, quien era además su mejor amigo, no estaba dispuesto a desaprovechar el momento de burlarse de él. <<Si, claro, y yo seré el dueño absoluto de la posada. Acéptalo Matt. Has estado espiando a la princesa y le pediste a alguien que te tradujese la canción, ¿por qué no me lo contaste? Yo te habría ayudado desde hace tiempo a acercarte a ella...>> <<Deja de decir tonterías, se hace tarde para la reunión con el capitán>> Cortó tajantemente el chico rubio, Tai se sonrió a si mismo al verlo empezar a caminar, tendría por lo menos unos diez minutos más antes de llegar con el capitán, y eso era mas que suficiente para hacer enfadar a Yamatto con sus ocurrencias.

 En dirección contraria, la joven princesa Mimi avanzaba con suavidad y elegancia por el bosque, en su mente mantenía la imagen del caballero de azules ojos que la había encontrado minutos atrás, debía hablar al respecto con el consejero real.

 <<¡Princesa Mimi, Princesa Mimi!>> gritaba una anciana con tranquilidad, tras ella una joven doncella se mantenía ocupada recolectando hierbas y hongos. La princesa apareció después de varios minutos y se dirigió a la anciana sin prestarle mucha atención a la otra jovencita. <<¿Qué ocurre Nana, porque tanta insistencia en llamarme?>> <<Tu padre ha vuelto de su viaje mi niña, está esperándote en el salón del trono>> le informó con una gentil sonrisa, el rostro de la princesa se iluminó ante la excelente noticia y abrazó efusivamente a la anciana por la emoción, hacía meses que no veía a su padre. <<¡Iré a verlo en seguida Nana, tengo tantos deseos de verlo!>> la princesa salió corriendo hacia el castillo, la anciana sonrió al ver el cariño que mostraba la princesa a su padre. Por su parte, la joven doncella miró con odio y desprecio a la princesa, como deseaba ser alguien de la realeza en vez de una simple sirvienta...

 <<¡Padre!>> gritó con emoción Mimi en cuanto entró al castillo, el rey extendió sus brazos y abrazo a su pequeña heredera que llegó corriendo hasta él. <<Hija mía, no sabes el gusto que me da verte...>> le susurró conteniendo las lágrimas de emoción, el consejero real entró segundos después interrumpiendo la emotiva reunión <<Alteza, disculpe mi intromisión pero el general de las tropas ha solicitado una audiencia para verlo lo antes posible>> informó haciendo una reverencia. <<Está bien Eriol, háganlo pasar a la sala del trono. Hija mía hablaremos después>> Mimi asintió en silencio, el rey besó la frente de su hija y posteriormente salió del vestíbulo hacia el salón del trono dejando a los jóvenes solos. <<Hay momentos en que puedes ser tan odioso Eriol>> se atrevió a decir la princesa fingiendo desdén, el consejero no pudo evitar sonreír. <<Siento mucho haber interrumpido mi lady, pero hay asuntos en el reino que requieren atención inmediata>> <<Eso no tienes porqué decírmelo, de cualquier manera necesitaba hablar contigo lo antes posible>> Mimi cambió su semblante al instante, una sincera sonrisa apareció terminando su aparente desagrado por la interrupción, tomó a Eriol de la mano llevándolo hacia la puerta del vestíbulo, lo que debía decirle era algo que sólo él entendería y debía escuchar. <<Y ¿de que se trata? Debo hacerle saber al general que el rey lo espera...>> <<Eso puede esperar unos minutos Eriol... Hoy lo conocí.>> <<¿A quién?>> preguntó sin entender mucho, Mimi echó un vistazo rápido alrededor para asegurarse que nadie los espiaba. <<Al caballero que tú aseguras es mi alma gemela..>> susurró finalmente, su voz delataba emoción y al mismo tiempo un poco de tristeza. La sonrisa en el rostro de Eriol por un momento desapareció, la noticia había caído con un balde de agua fría, sin embargo se apresuró a mantener la compostura volviendo a sonreír. <<¿De verdad? Eso es fantástico alteza, ¿puedo saber su nombre?>> preguntó tratando de fingir alegría por ella, sin embargo en lo profundo de su corazón se albergaba la tristeza de perderla, Mimi apartó la vista de esos negros ojos. <<Fue extraño, todo este tiempo pensé que se trataría de John...>> <<¿Mi hermano... esperabas que mi hermano fuese tu alma gemela?>> cuestionó sorprendido, la princesa bajó la vista unos segundos antes de mirar hacia el exterior del castillo, a lo lejos, un grupo de caballeros se preparaban para empezar las guardias y otras actividades mas. <<Sí, pensaba que si no podía estar contigo... Si no eras tú mi alma gemela, pensé que tal vez Jonathan podría serlo...>> los brillantes ojos rubí de la jovencita se llenaron pronto de lágrimas, su corazón aún latía lleno de amor por Eriol, aún lo amaba, a pesar del tiempo transcurrido, ella aún sentía amor por él... La suave mano del consejero tomó el rostro de la princesa para mirarla nuevamente a los ojos, él también la amaba todavía, sin embargo estaba conciente de que su relación no podía ser. <<Preferiría morir antes de verte casada con Jonathan, él no se merece a alguien de tan buen corazón como tu princesa mía...>> <<Oh Eriol...>> conteniendo las lágrimas, Mimi recargó su hermoso rostro sobre el pecho del consejero, <<¿Por qué no podemos estar juntos Eriol?, mi padre estaría muy feliz si te convirtieras en mi esposo...>> <<Alteza ya hemos hablado de eso, por favor no se mortifique más... Ya verá que ese caballero del que me habló se encargará de hacerla más feliz de lo que yo hubiera podido...>> Y sin decir mas, Eriol salió del vestíbulo para cumplir con sus obligaciones, sintiéndose culpable por demostrarle a Mimi cuanto la amaba todavía...

 <<Creo que voy a vomitar...>> se quejó un muchacho entre el grupo de caballeros que esperaban ansiosamente su turno de mostrar sus habilidades ante el capitán de las tropas reales, la mayoría estaba prestando atención al enfrentamiento de un chico pelirrojo que tenía clara desventaja ante el caballero real con quien se estaba batiendo por lo que no hicieron mucho caso al malestar de su compañero. En cuestión de segundos, el chico pelirrojo fue despojado de su arma perdiendo el encuentro, justo como la mayoría de los que se habían enfrentado a ese caballero. <<Bien hecho Matt, un excelente encuentro como siempre>> Dijo el capitán felicitando al caballero vencedor,  Yamatto se quitó el casco pasándoselo a Tai que lo observaba con tranquilidad apoyado sobre la cerca de contención, sin esperar la indicación del capitán saltó al ruedo, se puso el casco y desenvainó la espada. <<Es tu turno muchacho, demuéstranos que puedes hacer>> indicó al momento el capitán dirigiéndole una rápida mirada al muchacho del malestar estomacal, un joven de cabellera castaña y ojos cafés. Sus compañeros le dieron unas palmadas de apoyo en la espalda para después dejarlo saltar la cerca, un escudero se apresuró a llegar hasta él para ayudarle a ponerse la parte superior de la armadura y casco, le entregó la espada y salió del ruedo a toda velocidad. Tai estaba impaciente y no dejaba de pasar su espada de una mano a la otra. <<¡Comiencen!>> gritó el capitán, sin esperar más, Tai embistió contra su oponente que con agilidad bloqueó el ataque, por varios segundos permaneció defendiéndose mientras que Tai lo atacaba, debía pensar en una estrategia rápida para ganar aunque sólo tenía una forma de hacerlo: debía quitarle la espada a su oponente antes de que él lo hiciera primero...

 Tai atacó una vez más, no podía darse el lujo de perder, no cuando su mayor anhelo era entrar a las tropas como caballero real. Aprovechando el breve instante en que Tai perdía su defensa, el novato se lanzó al ataque sorprendiendo un poco al caballero real. Los papeles habían cambiado, con un poco de dificultad, Tai había bloqueado el golpe de su oponente que comenzaba a manejar sus espada como todo un experto, la acción ofensiva del novato tomó al caballero desprevenido lo que casi lo hace perder el encuentro, sin embargo gracias a su experiencia logró desarmar a su oponente sin mucha dificultad.

 <<Excelente demostración muchachos, ambos lo hicieron muy bien>> les felicitó el capitán por primera vez complacido con un novato, Tai guardó su espada dentro de la funda, se quitó el casco y le tendió la mano a su rival que honrado le tendió la mano también. <<Un buen encuentro, ¿cuál es tu nombre muchacho?>> le preguntó Tai mientras ambos avanzaban hacia la cerca, el novato tartamudeo <<Lee... Shaoran Lee  a sus ordenes...>> <<Así que te llamas Shaoran, bueno, estoy seguro que con un poco mas de entrenamiento serás tan bueno como yo, o por lo menos tan bueno como Matt>> le animó el chico trigueño con confianza mientras le revolvía el cabello a su nuevo amigo. <<Tienes potencial Shaoran, solo trata de no estar mucho tiempo junto a Tai o se te puede pegar su indisciplina>> dijo bromeando Matt tras la cerca, Tai sintiéndose ofendido empezó a retar a Matt que siguiéndole el juego saltó al interior de la cerca para dejar en claro quién de los dos caballeros era el mejor.

 El capitán que estaba acostumbrado a eso dejó a un lado las pruebas y tomó un buen lugar al lado de los aspirantes para ver a sus dos mejores caballeros jugar, el enfrentamiento estaba por comenzar cuando una joven sirvienta apareció entregándole el recado de parte del consejero real, sintiéndose un poco decepcionado por no poder ver la lucha, se alejó del ruedo en dirección al castillo, después de todo él había solicitado la audiencia con el rey que estaba a punto de efectuarse. Un poco antes de llegar, pudo ver a un grupo de caballeros que llegaron al castillo escoltando a un forastero, el consejero apareció en el vestíbulo, agradeció a la escolta y mirando severamente al extraño ambos se encaminaron a lo alto de la torre en silencio. El capitán no pudo evitar preguntarse quién sería ese extraño personaje...

 <<¿Qué haces aquí Jonh?>> preguntó molesto el joven consejero real una vez hubo llegado a lo alto de la torre, asegurándose de que nadie más que su hermano le escuchaba. Jonathan sonrió resignado <<Estoy muy bien hermano, gracias por preguntar y por darme tan calurosa bienvenida>> <<Te dije claramente que no me desobedecieras pero insistes en ignorar mis ordenes Jonathan, habla, ¿a que has venido?>> le reprochó Eriol para justificarse, Jonh suspiró mientras avanzaba hacia la ventana de la torre, sin prestarle mucha atención a lo que su hermano decía, hecho un vistazo hacia el cielo por medio del telescopio que el consejero utilizaba todas las noches. <<Siempre he querido saber porque me odias tanto Eriol, siempre me has dado ordenes que esperes acate sin importar si estoy de acuerdo o no... Como cuando me enviaste con el rey Daidouji sin preguntar qué era lo que yo quería>> Los hermanos intercambiaron una mirada de descontento y mutuo desagrado, sin duda había muchos problemas entre ellos y no había buena relación. <<Vas a volver a Glaxo con los Daidouji y si vuelves a desobedecerme Jonh, no haré nada para evitar que tu vida termine...>> <<¿Ah si, vas  a matarme acaso?>> preguntó tomando a la ligera la amenaza de su hermano, el consejero respiro profundo para contenerse y respiro tratando de mostrarse tranquilo <<Eso es algo que no me corresponde, yo solo cumplo con informarte lo que esta escrito en los astros. Si vas en contra de mi voluntad, morirás...>>

 Alguien golpeó la puerta de la habitación, Eriol decidió que era momento de terminar aquella charla familiar por lo que dio permiso a la doncella de entrar. <<La comida se servirá en pocos minutos maestro>> le informó la chica manteniendo el respeto,  Eriol asintió y se dirigió a la puerta de la habitación donde se detuvo por unos segundos. <<Ten un buen viaje de regreso hermano, y espero reconsideres lo que quieres hacer de tu vida.>> Una vez dicho eso, Eriol salió del lugar. La doncella de larga cabellera purpúrea fijo entonces sus amielados ojos en el joven caballero, quien con una sonrisa se acercó a ella, tomo su blanca mano y deposito en ella un dulce beso, la jovencita sonrió complacida. <<Gusto en verlo nuevamente, Sir Jonathan>> <<El placer es mutuo Violeta, dos largos años y usted sigue tan hermosa como siempre.>> <<Gracias por sus halagos caballero, pero no es correcto que nos tratemos con tanta familiaridad, su hermano podría entrar y ambos tendríamos problemas...>> <<Tiene toda la razón, no cabe duda que se ha vuelto mas sabia durante mi ausencia>> La joven doncella dejo escapar una melodiosa risa mientras se apartaba del caballero deteniéndose frente a la ventana. <<Tal vez tengas razón Jonh, pero deberías ponerme a prueba antes de asegurar eso>> le dijo con coquetería, el muchacho sonrió sin apartar la vista de la atractiva mujer y preguntó con interés <<Entonces dime, ¿qué tanta razón tiene Eriol al predecir mi muerte al desafiarlo?>> Violeta rió nuevamente, sin voltear a verlo respondió. <<Las personas como usted pueden obtener la vida eterna, solo necesita tomar el elixir de la vida para asegurar su futuro...>> <<Pero Eriol es el único que conoce esa formula, y dudo mucho que me la entregue de buena voluntad>> susurro decepcionado, la muchacha volteo entonces a verlo, se acercó a él y le abrazó rozando sus labios con los de él dispuesta a besarlo, sin embargo solo le susurró. <<No deberías estar tan seguro de eso Jonh, ser su alumna tiene muchísimas ventajas...>> <<Y... ¿habrá manera de que yo también salga beneficiado...?>> Preguntó él a su vez correspondiendo el abrazo, manteniéndola lo más cerca posible. <<Claro que sí, siempre y cuando... Usted esté dispuesto a sufrir algunos riesgos por mi...>> <<Entonces que así sea...>>

 Y sin decir más, Violeta beso con pasión al caballero, la primer fase de su plan estaba por comenzar y pronto ella sería la dueña y señora de todo ese reino y mucho más...

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