Trabaja en intentarse,
no se espera.
Traduce
su otra
a limites posibles.
Dialoga
con su mitad amordazada.
Forjándose entre dudas
de verdad ambigua,
se da a luz.
"...quien solo sueña lo posible tiene la oportunidad real de la verdadera desilusión"
Fernando Pessoa
Se soñó posible,
creyó frente a su espejo
en la ilusión de la verdad,
en la máscara falaz del infalible .
Compartió sepultura con ciegos y creyentes.
Se durmió profundo,
cedió su lecho a fantasmas,
a imposibles y a sus sombras.
Anidó en la incertidumbre,
la pena y el abismo.
Desde entonces muere
pariendo tajos entre sueños.
ME PRONUNCIO
Cumplo el rito de vivir las horas caminante
y paseo inventando que nada tuyo
giró por mis sentidos,
que no existe este calor agudo
trepándome el cuerpo hasta el aliento.
Y mientras camino,
por largas distancias de silencio, te pienso.
Miro alrededor y solo sé nombrarte.
Te veo en cada luz,
todo lo existente tiene tu sustancia
cuando me encuentro encerrada en el recuerdo.
A través del tiempo me entiendo sola en tu mirada.
Restablezco largas conversaciones,
adheridas a mí piel
como aquellas horas pasando sin ser vistas
y vuelvo a nombrarte en cada luna,
en cada espiral de mi pelo buscando tu cuerpo.
Todo te dibuja trazándome camino.
Recuerdo los viajes, enciendo un cigarrillo
y vuelvo a respirarte.
Continuo caminando hasta refugiarme en mis errores.
Agotada enfrento los rincones imposibles,
me pierdo entre culpas que poco a poco me digieren
y recuerdo que fue en algún camino anterior donde olvidé la risa.
Sacudo la cabeza intimándola a desviar la memoria
pero siempre me alcanza tu espalda acariciándome las manos
y no consigo andar las calles sin cruzar bellos momentos.
Insistente, busco en el pasado o en el porvenir
algo desbastador para olvidarte
pero todo se enjuaga con el tiempo.
Y aunque no tengo más que seguir siendo yo
mi único camino,
me pronuncio te celebro.
María G. Piccini