CRISTINA PERI ROSSI
(Uruguay, 1941)
Todo estaba previsto
por la tradición occidental
esa tu rebelión
a los papeles convencionales
la resistencia
a ser tratada como objeto
el objeto
que soy para ti
salvo cuando escribo
para los demás.
Entonces te objetualizo
Primitiva participas del rito de la palabra
como si fuera un juego
ceremonia de bacantes ebrias
Balbuceas los nombres de los dioses secretos
con penetrante voz de hereje,
no de celebrante
y cuando cae la noche de los significados
bailas una danza macabra junto a los ídolos caídos.
Mitológica estáis
de moradas meretrices
que muerden la piel
tu fantástica matriz
-Penélopes tristes,
Helenas desgonzadas-
historias salmodiadas
por magos prostibularios.
Está dicho
es sabido
mal hacen los Homeros
Los Góngoras y Quevedos
a las púberes efebas.
Si mueren en ti
las mujeres malhabidas
en sueños moribundos
merodeadores de la duermevela
Nacen en mí
mujeres malhabidas
frutos plenos de tu piel
provocadora
de placeres ambiguos,
progenitores de fantasmas.
APLICACIONES DE LA LÓGICA
DE LEWIS CARROLL
Ella dulcemente depositaba el fósil
de la ostra que se había llevado a la boca
en el borde del plato. Lo contemplaba después,
Melancólica, con cierta ternura.
- żEs que acaso te dan pena?
- Amo su constitución, su textura, la frescura de su piel,
su áspero y antiguo sabor a mar.
II
Algunos ánades están desprovistos de poesía
no su ánade rosada,
no su ánade escondida,
no su ánade recóndita
no el gorjeo de su ánade por las noches
entre sábanas púrpura
y alfombras carmesí.
No su grito de ánade
cuando se siente penetrada.
III
Lewis Carroll fotografiaba niñas vestidas
y a veces fotografiaba niñas desnudas
por afición a la fotografía,
por afición a las niñas
a las cuales dedicó un libro terrible
Alicia en el país de los espejos,
libro que desagrada a todos los niños
y despierta la curiosidad de aquellos adultos
que quisieran fotografiar niñas vestidas
niñas a veces desnudas
pero no se animan a hacerlo por carecer de espejo.
IV
Lewis Carroll era un presbítero llamado
Charles Dodgson
Que durante un paseo por un parque
se enamoró de una niña
llamada Alicia
por lo que escribió un libro para niños
cuya protagonista es una irritante mujer
disfrazada de niña y llamada Alicia.
La Iglesia había prohibido el estupro
a los sacerdotes jóvenes,
pero no la escritura.