Juan Gelman


en la cama de la verdad enferma
cantó una vez la primera mañana
sin que el olor a odio lisiado
le tomara la luz/nunca se agota


la fiesta de la furia/los deudores
sufren la cruenta salvación/
¿a cuánto asciende ese fuego final?/
nadie merece el río/


el sueño que no era se escribió
en un muro de espanto/amor parado
en la calle como naufragio tibio/


¡salgan de su refugio la
ceguera que más sabe/el corazón
imposible/las voces reales!/¡ya!


¿dónde indican las luces
que todo fue nomás sombra de pájaro/
no pájaro/sonido
de agua sin agua?/¿dónde?


pájaro y agua como piedras
golpean la herida dispersa de mundo?/
en este suelo soy
sombra que en el nombre
fueron
la no palabra/


el pájaro se desampara en su
vuelo/quiere olvidar las alas/
subir de la nada al vacío donde
será materia y se acuesta


como luz en el sol/es
lo que no es todavía/igual al sueño
del que viene y no sale/traza
la curva del amor con muerte/va


de la conciencia al mundo/se encadena
a los trabajos de su vez/retira
el dolor del dolor/dibuja


su claro delirio
con los ojos abiertos/canta
incompletamente


(en Revista Sibila. Sevilla, enero de 1995)