Hernún
1
como un susurro, como suspiro
en las copas sedientas del árbol
flaquean tristezas, no hay engaños
y despacio entre las hojas
como de abajo y subiendo
la sombra del silencio resuena
resuena flaquita
sonríe despacio
de abajo y subiendo
como un susurro
como suspiro
para las copas sedientas del árbol
2
Es que no hay sombra siquiera
ni leve ni tardía
de la noche
de la pena
de la nube
de la grieta;
mi absurda fuente
de repercusiones sinceras
me retiene entumecido
y no hay grito que suene
entre paredes sin cuerpo;
no hay presagio en Delfos
que responda en mis manos
vacías
completas
ausentes
eternas
fugaces
siniestras
dos manos zurdas para un diestro
no hay grito
que suene los sueños que insisto
que ame los labios que beso
que juegue partidas
de cartas baratas y apuestas de azufre
carnada con anzuelos de cartón
racimo de vino sin uvas
semilla de barro no crece
si no tiene yerbabuena
y en raquíticas noches
de platos vacíos
de luces oscuras
de rápidos párpados
de alejandrías acabadas en frisos de plástico
no tengo lugar
para descansar en silencio.