Marcelo Neyra

e. s. c. r. i. t. o.

Amanecer

Arrástrame a la indecencia más pura y bella de tu volcán,

quiero acurrucarme junto a tu sombra y ser parte de tu cuerpo.

En un intento por pertenecer al amanecer

me abalanzo sobre el final de mi canción.

Subo de prisa por el último acorde

y tu voz se desprende de las cuerdas de mi guitarra,

serpientes de metal que reflejan la nueva luz ,

y ahí me quedo...

Tu cuerpo entero palpita el encuentro,

secuencia que arrastra mi transpiración sobre tu piel,

sabés de la cura y espero tus labios.

Mar que caldea la bruma de lo imposible.

Llego a la próxima estrofa sabiéndome entre tus piernas.

Tu movimientos suaves, intensos, rizan mi cuerpo al borde...

Arde mi alma.

Laceración que calma el ansia.

Levito.

Tu lengua es el acertijo, mi boca la respuesta, tus senos el momento.

Encanto de tu sabor más dulce

que exalta el camino hacia un valle de néctar.

Oasis en la tormenta que persigo con mis labios,

sin olvidar cada extracto de tu piel de arena.

Una vez halado,

cada gota de sudor,

es el jugo de tu cuerpo que bebo en cada contorno.

No hay prisa y afuera,

el sol cómplice,

demora la mañana.

Ya soy parte de tu cuerpo,

ninguna seda fue más suave.

Intento quedarme con todo,

para luego devolvértelo,

y así volver a empezar...

Racimos de brazas que desatan tu volcán,

licor de tu sexo que me embriaga.

Y ahí me quedo,

junto a tu silencio,

en el humo de tu cigarrillo.

 

 

Urticaria almática

 

llevo urticaria almática

quizás nadie lo note.

camino sobre el alquitrán caliente

que se obstina en ser chicle.

mis pasos se adelantan,

mi cuerpo se queda atrás.

y en el medio yo.

rojo. estás de frente.

amarillo. esquivo la señal.

verde. me atropellás.

tu mirada me asalta,

me pega,

me calma,

me hace sangrar,

me deja vivo.

 

 

 

como el viento

 

soy como el viento

sin destino

pero esta noche

tengo frío

 

 

 

 

 

 

cómo será...

cómo será el calor –color- de tu respiración

cómo será la piel que te envuelve

cómo serán las ondulaciones de tu cuerpo

acurrucado a la orilla del delirio

cómo tus ojos me verán...

cómo será tu poesía al amanecer

cómo será el recorrido de tus labios,

habrá caminos ocultos, que me lleven al fondo de vos

cómo será nacer de tu vientre

cómo seré el minuto después...

 

 

la noche –al final–

al

final

la

noche

más

allá

la

montaña

que

encierra

mi

herida

me

quedo

quieto

y

la

luna

es

un

manjar

que

me

emborracha

y

pierdo

la

línea

del

silencio

hablo

entre

paredes

desechas

y

sábana

manchadas

de

sudor

que

me

envuelven

y

me

golpean

hasta

el

sórdido

sonido

de

mis

voces

interiores

que

manejan

ideas

correlativas

al

onírico

encuentro

de

formas

y

luces

cuando

los

ojos

se

cierran

aparece

tu

cuerpo

envuelto

en

seda

blanca

que

arranco

suavemente

con

mis

dientes

hasta

el

karma

de

mi

refugio

existencial

encadenado

al

intento

pierdo

o

abandono

tengo

hambre

y

no

cosechar

los

frutos

que

penden

de

los

espejos

de

mi

alma

mi

alma?

estuve

con

vos

envuelto

en

remolinos

que

me

hostigaron

hasta

el

cansancio

protejo

mi

parte

más

débil

y

es

inútil

vos

ya

la

conocés

no

me

trates

mal

soy

carne

viva

soy...

yo.