Pero... ¿qué será lo que quiere usted?

(Ib)
Supere la Negociación basada en Posiciones

(Reproducido para efectos exclusivamente académicos de la fuente: Proyecto BID-CCB, Una Visión Racional y Estratégica de la Negociación, Capitulo 3, Bogotá, 1999)

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America Latina, 2001





 

 

El análisis de esta situación lo efectuaremos teniendo en cuenta una recomendacion básica en los procesos de negociación:

Concéntrarse en los intereses, necesidades y valores asociados con la negociación.

A continuación se examina este punto con una mayor profundidad, haciendo énfasis en tres aspectos:

  • Superar la negociación basada en posiciones.
  • La Exploración a fondo de las Necesidades y los Intereses.
  • La evaluación de las prioridades en relación con esas necesidades e intereses.

Resulta evidente en la historia que el resultado para las dos hermanas hubiera podido ser mucho mejor si la hermana menor se hubiese quedado con la pulpa de las diez naranjas y hubiera cedido a su hermana mayor las cáscaras de estas diez frutas. Pero esto no sucedió así. Sin embargo, resulta curioso observar que, las dos se sentían satisfechas con el resultado que obtuvieron. Aún más, es factible que ninguna de las dos imaginara lo lejos que estaban de haber llegado a un resultado óptimo.

Durante la controversia que las dos sostuvieron, cada una se centró en la defensa de su posición, posición que consistía en quedarse con un número determinado de naranjas (10, 8, 5, etc.). De hecho, es factible que durante la acalorada discusión las hermanas no pensaran ni un momento en el para qué o el por qué de su deseo de quedarse con las naranjas.

Si hubieran explorado de lado y lado el por qué de las posiciones, o el para qué de estas posiciones (en otras palabras, si hubieran sabido que una hermana deseaba jugo de naranjas mientras la otra lo que quería era un dulce fabricado a partir de las cáscaras), una solución muy buena al problema hubiera resultado evidente para las dos (de hecho, la claridad de esta solución hubiera motivado la terminación de la controversia entre las hermanas).

La forma en que las hermanas sostuvieron la discusión ilustra el estilo de negociación denominado "negociación basada en posiciones". Bajo este esquema, el negociador asume una posición (por ej., "yo me quedo con las diez naranjas") y la defiende intentando no ceder frente a las demandas o argumentaciones del otro. Si el otro adopta la misma táctica (como en el caso de las dos hermanas), entonces cada negociador asume una posición inicial y efectúa concesiones a medida que transcurre la negociación, generalmente tratando que sus concesiones sean a cambio de concesiones de su contraparte. Esto hace que habitualmente el proceso lleve a un acuerdo que es una posición intermedia entre las posiciones iniciales de los dos negociadores.

Muchos procesos comunenmente utilizados ilustran lo que es la negociación basada en posiciones (que no se debe confundir necesariamente con el "tradicional regateo" tan enraizado en la cultura latinoamericana). Por ejemplo, este es el caso del vendedor ambulante que inicia la venta solicitando por un paraguas $10 a un potencial comprador. Este último le hace una primera contraoferta de $7. El vendedor le argumenta que esta es una oferta excesivamente baja, y que él, siendo muy complaciente, le puede dejar el paraguas en $9. El comprador argumenta que esta rebaja no es suficiente, y que el paraguas aún está muy caro. Le ofrece entonces $8 al vendedor. Este último arguye que esta oferta es más razonable, pero que aún es muy baja. Manifiesta entonces su deseo de "partir diferencias", a lo cual responde afirmativamente el comprador, quien de esta manera acepta comprar el paraguas por $8,500.

Obsérvese que en este proceso resultan fundamentales tres elementos:

  • las posiciones iniciales adoptadas por las partes (denominadas anclas);

  •  las estrategias de concesión empleadas; y

  • eventuales estrategias de engaño a las que en ocasiones recurren las partes.

Este estilo de negociación basado en posiciones presenta múltiples inconvenientes que se pueden agrupar en dos categorías:

  1. Conduce a resultados pobres
  2. Esto se hace evidente en el caso de la controversia por las naranjas, en la cual es justamente el planteamiento por posiciones el que evita que las partes exploren los intereses que las motivan y lleguen a una mejor solución. El esquema de negociación basado en posiciones es uno de los mejores obstáculos a la búsqueda de opciones creativas en las negociaciones. 

    Por ejemplo, obsérvese que en el ejemplo de la venta del paraguas (así como en el caso de las naranjas) el resultado final no es más que un punto intermedio entre las posiciones iniciales que adoptan los negociadores. Y evidentemente, un punto intermedio entre dos posiciones iniciales que muchas veces son arbitrarias y planteadas sin información completa sobre la situación, no necesariamente constituye una buena opción para las partes en controversia. Un punto intermedio es simplemente una opción, pero no necesariamente pertenece al conjunto de mejores opciones al problema que enfrentan las partes en disputa. Sin embargo, el proceso de negociación basado en posiciones da prioridad a estos puntos intermedios. Por esto, con gran frecuencia el proceso de negociación basado en posiciones conduce a resultados pobres, a pesar de que las partes se sientan satisfechas con ellos (como sucedió en la historia de las naranjas, pues el proceso mismo evita que las partes perciban que los resultados son pobres).

  3. Contribuye al deterioro de las relaciones entre las partes.

Las técnicas asociadas con la negociación por posiciones implican con frecuencia la adopción de conductas adversariales en la cual se considera que lo que gana una de las partes necesariamente lo debe perder la otra. Esta situación configura lo que se denomina una Negociación Distributiva en la cual el monto a repartir es fijo y por lo tanto un peso ganado es un peso perdido para el contrincante y viceversa. De manera adicional, dentro de este esquema se amenaza con frecuencia a la contraparte de que la última propuesta hecha es la definitiva, es decir, a partir de ella ya no se harán más concesiones (por ej., "es que yo ya no le puedo pagar más porque no me queda un solo peso"). Y sin embargo, con frecuencia se dan concesiones a regañadientes a partir de esta posición, desmintiendo de esta manera argumentos que se habían citado con el fin de no realizar concesiones adicionales ("milagrosamente", el negociador saca de su bolsillo el dinero que había insistido no tener). 

Todas estas situaciones, con frecuencia deterioran la confianza entre las partes y. refuerza en ellas la sensación de que la negociación es ante todo un proceso en el cual el otro es un adversario. Así, en la historia de las naranjas, cuando dentro del esquema de la negociación basada en posiciones, una de las hermanas cede 4 naranjas a la otra, se trata justamente de 4 naranjas que ella percibe que pierde.

Así en vez de propiciar buenos resultados para las dos partes, y una mejora en las relaciones entre ellas, estos esquemas de negociación basados en posiciones y en una distribución de un monto fijo, conducen con frecuencia a resultados pobres y al deterioro de las relaciones entre las partes.

En nuestro medio latinoamericano se debe distinguir con claridad entre:

Negociación por Posiciones, Negociación Distributiva y Regateo.

En la mayoría de nuestros países el Regateo es una conducta cultural que busca establecer un relacionamiento como un requisito emocional propio del proceso de negociación. Así el Regateo puede lo mismo llevar a una rebaja en los precios como a aumentar la cantidad o la calidad de lo comprado.

Se diferencia claramente de la negociación por posiciones, que aunque está muy presente en nuestras realidades es a la vez rechazado por la mayoría de los latinos. Piense no más en su reacción personal cuando su contraparte le da un ultimátum "o lo toma o lo deja" y es claro que la mayoría de los latinos lo dejará…. acusándolo al irse alejando sin querer continuar negociando, de intransigente y neurótico….

El Regateo es a su vez diferente de la Negociación Distributiva y esto se expresa en el complejo sistema de fijación de los precios iniciales y finales. El vendedor tiene un precio básico que no está dispuesto a rebajar -y que por el contrario desea incrementar- , pero como conoce que el comprador necesita de una demostración de "aprecio", establece un valor inicial bastante más alto que el real para dejar la sensación del éxito de su contraparte al "rebajar" ese valor finalmente.. Se mezcla así el regateo con la Negociación Distributiva apareciendo como una misma cosa siendo en esencia muy diferentes.

En América Latina con frecuencia nos vemos abocados a sufrir estos esquemas de negociación distributiva y basado en posiciones.  Pero el que nos veamos forzados a usarlo no significa que sean unos buenos esquemas de negociación.

Es necesario comprender y explorar estos esquemas por dos razones fundamentales:

  • para evitar o aminorar en la medida de lo posible sus efectos más perjudiciales en la negociación;
  • para reconocerlo con mayor facilidad y evitar su uso siempre que sea posible.




Continuación




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