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San Lorenzo: ¿Del Agro a la Mina Tambogrande? -- Lo que no se dice...
geocities.com/nelson_p Actualizado: jueves, 12 de julio de 2001 21:57:24 -0500

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La clave es la vida

Mientras en Piura comienza un nuevo taller para tratar la controversia agro-minera, la realidad sigue demostrando que los beneficios al pueblo no son más que mentira, pues quienes tienen el dinero, son quienes en realidad, tienen el poder de decidir.

Nelson Peñaherrera Castillo

El año pasado, medio ciento de personas, entre estudiantes y profesores, además de personas ligadas al trabajo de ONGs fueron reunidas por la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH) entre el 26 y 28 de octubre, en un complejo turístico de la zona de Huachipa, al este de Lima, para analizar los impactos de empresas transnacionales en comunidades campesinas, nativas e indígenas.

Se trató de un repaso a lo que implican los derechos humanos, pero además para analizar problemas específicos donde los intereses de corporaciones o empresas de poca monta, pero de grandes perjuicios, se imponían por encima de quienes anteriormente hubieran vivido en la zona, o rodeado el área de incidencia.

De los casos analizados, tres fueron los puntos en común: la amenaza basada en la imposición y la mentira, la presencia de intereses en minerales o hidrocarburos y la afectación al medio ambiente.

Cuando se inició el curso, estaba fresco en la mente el incidente de Yanacocha, y aún el derrame de petróleo sobre el río Amazonas, producto de la incompetencia de PlusPetrol, una compañía ligada a la española Repsol, que se hizo del abastecimiento de gas propano en casi todo el país.

Señora Ley

Laureano Castillo, de CEPES, sostuvo que la minería siempre se impone frente a cualquier otra actividad, basándose en los vacíos de nuestras leyes.

De hecho, hasta enero de 1996, la Ley de Tierras exigía un acuerdo común con el propietario del predio para trabajar. Pero fue derogado aquella fecha, y desde entonces rige la llamada ley de Servidumbre, donde no hay lugar a la negociación: la preferencia la tiene la compañía minera, sin importar quién tenga la propiedad preexistente, a quien se le despoja de su tierra al precio que sea.

La vieja controversia se origina en el hecho de que si bien la gente puede ser dueña del suelo, el Estado es dueño de lo que haya bajo los pies de la gente. Lo mismo pasa con las aguas y los bosques; para ello el Estado debe reglamentar sus usos y concesiones.

Sin embargo, los pueblos indígenas o campesinos tienen derechos inalienables sobre sus tierras y sus recursos, cuya utilización se somete a decisión. Ese es el llamado Convenio 169 de la OIT, que el Perú suscribió, pero que no tiene una ley que le dé carácter obligatorio.

Equidad

Como Laureano Castillo, v casi todos los especialistas recomiendan sentarse a negociar con las empresas, pero cuando ello no es posible "hay que prepararse para pelear contra alguien más grande que nosotros, sabiendo negociar con posturas más claras".

Sin embargo, en San Lorenzo, el Frente de Defensa, interlocutor reconocido en el casi siempre frustrado proceso de acercamiento a la empresa minera, decidió no negociar por considerar que las condiciones ofrecidas por Manhattan no eran claras, y utilizaban un doble lenguaje.

Y es que hablando en lenguaje empresarial, la mejor negociación consiste en sentarse a la mesa junto a la otra parte en igualdad de condiciones. La más de veces, el Frente de Defensa denunció que esas condiciones no estaban dadas.

Miguel Palacín de la Coordinadora Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (CONACAMI) ha señalado como amenazas al respecto: la ausencia del Estado como árbitro o buen abogado, el desconocimiento de las normativas y la carencia de instrumentos legales y técnicos para establecer la equidad en las negociaciones.

Puntos calientes

Hasta octubre del año pasado, CONACAMI había identificado cinco hotspots de controversia agro minera en el país: Tintaya-Markiri (Cusco, al sur), donde una comunidad de una 10 mil hectáreas terminó reducido a un pueblo de apenas media hectárea, debido al abuso de la BMG que superpuso sus intereses. En Iskawaka (Ayacucho, al oeste de Cusco), un grupo de refugiados por el terrorismo, al regresar, tuvo que enfrentarse a otro nuevo flagelo: una mina.

En el departamento de Pasco (al centro), Palacín inició su lucha defendiendo lo poco que pudo de las lagunas altoandinas que se encuentran en el límite sur con el departamento de Junín. En el lago Chinchaycocha, donde Bolívar afianzó su avance contra el dominio hispano en 1824 , el pato zambullidor tiene pocas esperanzas de pasar a la siguiente generación. En este lugar, cerca de los cuatro mil metros de altura, se ubican las nacientes de los ríos Mantaro y Huallaga, afluentes del Amazonas.

Más al norte, en Cajamarca, en un caso de antología, la gente no se termina de sobreponer al daño que significó la explotación minera de Yanacocha, donde Buenaventura y Newmont ofrecieron invertir cerca de dos millones de soles que pararon en los bolsillos de los comuneros, y que ahora amenazan los valles de Cajamarca y del Jequetepeque, el mayor productor arrocero del norte peruano.

¿Y qué decir de Tambogrande, en Piura, que no sepamos? La minera Manhattan logra la concesión de Minero-Perú para explotar un millón de onzas de oro sólo en la ciudad más importante del valle. Para entonces, la caída de sus acciones en Toronto había comenzado, y se sabía que sólo la décima parte era explotable, proceso que duraría unos tres años.

La hora del café

Nueve meses después, cuando se pretende desarrollar un taller en la ciudad de Piura, para analizar el hecho, hay cosas que no se deberían dejar de lado: el nuevo gobierno con un ministro pro minero y que, al cierre de este informe, había comprometido su cabeza a que el proyecto minero Tambogrande se desarrolle.

Una fuente de NPC alertó esta semana de la posibilidad de regreso de Manhattan con fecha y todo: 15 de agosto, bajo protección de personal del Ejército, y con la mediación de una persona de intachable --hasta entonces-- figura en la comunidad, que, ¡oh sorpresa!, tendría camino abierto al ayuntamiento local. La fuente asegura que esta persona no es ninguna de las que normalmente han dado cara desde el inicio del conflicto, pero tampoco tan desligada del mismo.

Recientemente, Buenaventura quiso sacudirse ciertas cuatro verdades lanzadas desde fuera, puesto que su plan de ingreso, escudándose tras Manhattan, hace tiempo, ya ha sido advertido por todos los sectores, y puesto en evidencia con el infausto titular de Correo la semana pasada. Se sabe que el acontecimiento fue celebrado entre cafés y el compulsivo humo de cigarrillos, en Piura.

Nadie dijo que el contexto fuera auspicioso, así que más que plataformas, hay que adoptar profundos compromisos: todo el mundo sabe que Tambogrande es la clave para la vida o para la muerte. A ver, ¡manos a la obra!

©2001 Nelson Peñaherrera Castillo

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