Cuando comenzamos esta experiencia en septiembre de 2000, nadie se imaginó en lo que íbamos a terminar. De hecho, nadie pensó siquiera en que estaríamos generando más sitios en Internet, editando otros tantos y proyectando unos más. Pero así es la red.

La aventura comenzó el año pasado, cuando tras unas tres semanas de prueba y errores, decidimos instalar un 1 de septiembre el sitio de lo que originalmente era NelsonPenaherrera Comunicaciones, un sitio destinado a servir como careta de promoción a lo que hoy es NPC Comunicaciones.

Un mes después nació Factor Tierra, el sitio dedicado al tema Tambogrande, y que comenzando como un libro compilatorio acerca del conflicto minero en el valle de San Lorenzo, terminó convirtiéndose en una fuente de noticias en línea sobre el caso. No éramos conscientes aún de lo que estaba pasando.

Nuestra cara ya había cambiado para entonces. El nuevo look se llamaba El sitio de Nelson Peñaherrera, cuyo rediseño y nuevos servicios y aplicaciones nos permitió tener una mención en el suplemento Enchúfate, que por entonces producía el portal pdeinfo.com para el diario El Tiempo.

Lo gracioso era que cuando bajaron el sitio los gráficos no le respondían, y así salió impreso.

Pero el salto no estaba dado: el sitio sólo respondía a los decires, intereses y selecciones del autor.

Todo lo que ven en la pantalla, lo hacemos aquí, desde la preparación de la nota, hasta su colocación en la red, pasando por la edición gráfica. No utilizamos tecnología de punta, pero hay que reconocer que nuestros primeros negocios, gracias a la red, nos permitieron en diciembre de 2000, saltar de un 486 extendido al Pentium-III.

Hacer el sitio, siempre implicó elegir el tema sobre el cual versar –somos una web informativa—, escribir, producir los gráficos u obtener las fotografías, si hubiera que ponerlas.

Factor Tierra fue el primer esfuerzo de producción que implicó investigar datos y escribirlos, por poner un gran ejemplo.

Una vez que se guardan gráficos y textos, viene la edición y diseño de la página, con el consiguiente ensayo en frío, que nos permita corregir errores que podrían estropearlo todo en Internet. Aunque de vez en cuando siguen escapándose errores (Oops. Sorry).

Los textos, que antes se escribían directamente en la página, se procesan primero en un Word de Microsoft Office, para posteriormente importarse desde el FrontPage, a donde también se llevan los gráficos, como los logos, botones, fotografías. Allí se realiza la edición final, y se corrigen errores de programación, tras ensayarlo en frío en un Internet Explorer local.

Con las páginas listas, finaliza el trabajo al sur de la ciudad de Sullana, y es donde ingresa nuestro proveedor, Drive Service, en el centro de la misma, que facilita la plataforma en línea, para subir los archivos hasta nuestra casa virtual en GeoCities, mediante una línea FTP, o un software especial preparado por Yahoo!

El despegue

La segunda se dedicaría exclusivamente a Internet. Su primera tarea fue reformar El sitio de Nelson Peñaherrera, que para entonces había sufrido una nueva transformación, con mayor incidencia en el tema periodístico: comenzábamos a ver la señal.

Fue la época en que comenzó el crecimiento de Factor Tierra, todavía dentro de El sitio... Ya habíamos implementado las alertas por correo electrónico, mediante una primera lista de interés en Yahoo! Groups. Había llegado el momento de independizar al segundo sitio.

Por otro lado, comenzábamos a ser vistos más allá que una iniciativa de promoción. El 27 de marzo, Nelson Peñaherrera viajaba más de 30 km desde un centro de coordinación improvisado en el suburbio limeño de Los Olivos, al norte, hasta La Molina, al sureste. Una hora y media de viaje para una sesión en el Instituto de Diseño Toulousse Lautrec, junto a la periodista Silvia Guerrero. El tema era Factor Tierra.

Mientras tanto, en NPC se terminaba la nueva presentación del sitio, estrenada el 1 de abril por la tarde, cuando se lanzaba a Internet el primer análisis tras la muerte de Godofredo García Baca. Fue cuando la nueva versión de El sitio... ofrecía más noticias que cualquier otro contenido.

Para mayo, la plataforma periodística de NPC Internet estaba lista y casi terminada, pero faltaba algo más. Entonces, se decidió planear coberturas exclusivas para Internet, así como venta de material periodístico, y comenzó a planearse una nueva plataforma electrónica.

Al finalizar julio, la plataforma estaba lista, pero comenzó el ataque inesperado de SirCam. Un error en el sistema borró todo los archivos logrados en nueve meses de trabajo. Pero no era motivo para amilanarse: se comenzó de nuevo.

Usted tiene correspondencia

Un domingo por la tarde, Mariana Urquiaga, periodista, necesitaba información sobre la Marcha de los Cuatro Suyos. Utilizando al ahora NPC-LI, nuestra lista de interés general, se contactó y pidió la información. En cuestión de quince minutos, la chica tenía de vuelta una lista de siete sitios directos con los datos que buscaba.

No importa el día ni la hora: siempre hay alguno de NPC Internet revisando correos electrónicos, y contestándolos todos. Esa es una política que tenemos, y que cumplimos a rejatabla.

Y es que, a diferencia de los ‘megasitios’, nos interesa que nuestro cibernauta sea nuestro amigo o nuestra amiga en línea. Y como lo nuestro es Internet, buscamos con todo gusto, donde sea. Por eso adoptamos es lema "es nuestro deber".

En setiembre de 2000, el sitio tenía apenas dos cuentas de correo electrónico. Al finalizar julio de 2001, teníamos cinco. Ahora despachamos diversos asuntos mediante dos cuentas dedicadas a las operaciones de Internet, una para la productora, y otra para factortierra, sin contar los correos de las listas de interés.

Buena parte de nuestro tiempo se dedica a revisar esos correos—todos—, contestarlos y procesar datos. Cada día, unos 20 correos tienen respuesta.

¿Qué nos queda al final? La satisfacción de dar: material exclusivo para Internet sobre toda temática, asistencia de diseño web, compras de productos que casi nunca están en la red, una lista de búsquedas rápidas. Internet útil, al fin y al cabo.