A veces el alma grita y no se puede escuchar,
quizås lo que encierra podrîa lastimar.
Con paciencia se siente la espera que atesora por confesar
los mås întimos secretos que en la noche suele guardar...

A veces el corazon llora sin consuelo
que lo puede confortar,
mientras que la sangre va perdiendo
el calor que alguna vez solia dar.
Solo los latidos le hacen compañîa
en la mås amarga y frîa soledad...

Creado por: Glenda C. F.




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