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compartimentalización en árboles atacados - Shigo - lectura 51


LECTURA 50
    COMPARTIMENTALIZACION EN ARBOLES ATACADOS

    Los árboles carecen del medio de defensa de la huída frente al ataque de fuerzas destructivas. Sin embargo han sobrevivido porque, en su evolución, se han hecho organismos altamente compartimentalizados. Cercan la madera herida o infectada. En este sentido, los árboles no pueden sanar, no reparan, no producen nuevas células en sustitución de las viejas. Se defienden de las consecuencias de la herida o infección cercando el daño: compartimentalizan.

    Cada año crece un nuevo árbol sobre el árbol viejo, dejando cercano al eje las células muertas y más cerca de la corteza las células en diferentes etapas de envejecimiento. Un árbol es una jerarquía de compartimentos:

    *los mayores compartimentos son los anillos anuales, generados concentricamente al eje en el tronco, las raíces y ramas;

    *los siguientes compartimentos son grupos de células del anillo, compartimentalizados como cuñas mochas;

    *el compartimento básico es cada una de las células, con sus rígidas paredes de celulosa.

    En términos generales, el árbol se defiende de tres maneras frente a heridas y a infecciones:

      * los límites del compartimento preexistente se refuerzan por medios químicos (ácido gálico, ácido tánico, fenoles);
      * crea una nueva pared con muchas células del parénquima, de tamaño menor al normal y con vías metabólicas ahora aptas para combatir quimicamente al microorganismo atacante;
      * continúa creciendo si tiene tiempo y energía, con lo cual puede compartimentalizar mejor el tejido herido e infectado, tratando que la velocidad de generación de nuevos tejidos que mantendrán la vida del árbol supere a la velocidad del ataque. El árbol sobrevive creciendo sobre sí mismo, lo que significa un nuevo árbol tambien compartimentalizado como el viejo, típico de la siguiente estación de crecimiento.

    Los fenoles no solamente son dañosos para el atacante, sino para el árbol mismo, por lo cual, como se autoenvenena con sus defensas, es una buena estrategia tratar de crear un árbol nuevo.

    En resumen, el árbol refuerza los tabiques preexistentes. La pared 1 resiste la propagación vertical de la infección. La pared 2 la propagación hacia el interior. La 3 hacia el lado (horizontal). Las 2 y 3 ya existían anatomicamente, la 2 es moderadamente fuerte y la 3 es la más fuerte. La 1 no tiene existencia real anatómica antes de la infección. Pero el árbol tapona las tuberías verticales para que no sirvan de vía de propagación, por ejemplo con células de parénquima que se hinchan y clausuran los vasos. Si fracasa esa medida, se infecta toda la médula del árbol pero éste se mantiene vivo con los nuevos árboles concéntricos formados en años sucesivos. Si fracasa la pared 3, se forman los huecos interiores del árbol que luego utilizan los animales como refugio. Con la nueva estación debe formarse una pared 4 que separa la herida del exterior y que está constituida por tejido nuevo. Esta pared revela, al ser estudiada, que es impermeable a la gran mayoría de los microorganismos y hongos. Su ingrediente activo es la suberina, ácido graso para el cual los invasores carecen de la enzima necesaria para inactivarla. Con esa barrera, el árbol no muere.

    Alex L. Shigo, Compartimentalización de la podredumbre de los árboles, INVESTIGACION Y CIENCIA, junio 1985, número 105, pag 58.


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23.feb.2001

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Colección de lecturas de Biología- Carlos von der Becke.