Reportaje a Ken Wilber
Entrevista a Ken
Wilber realizada por Frank Visser, el 15 de julio de 1995.
¿Cuál es en tu opinión
el estado actual de los estudios transpersonales? ¿Ha madurado el terreno? ¿Va
camino de algún sitio? ¿Está estancado?
El campo de lo
transpersonal ciertamente ha madurado, aunque es aún una disciplina
relativamente joven. Pero debo confesar que pensé que se estancó
definitivamente durante una década más o menos. Se habían hecho muy buenos
trabajos y existían teóricos excelentes realizando estudios magistrales, pero
no existía nada realmente nuevo en el horizonte, o al menos a mí me lo parecía.
El problema, creo, era que este campo estaba buscando un camino para hacer que
la psicología transpersonal fuera relevante a una escala mayor. La psicología
transpersonal estaba en proceso de expandirse hacia los estudios
transpersonales.
Esto es muy engañoso, ya
sabes, porque la "psicología transpersonal" es casi una contradicción
de términos. Es como decir "personal transpersonal" o "psicología
trans-psicología". En la tradición de la sabiduría ancestral siempre se
ha hecho una distinción entre la psique -- la mente individual o el sí-mismo
-- y el pneuma -- el espíritu trans-indiividual. Y la psicología transpersonal
ha estado siempre en la delicada posición de ser un estudio lógico de la
psique que incluye de hecho al pneuma, si ves lo que quiero decir.
Así, muchos de nosotros
empezamos a sentir que el núcleo real de la psicología transpersonal se movió
más allá de algo que podía ser llamado comodamente psicología y apuntó
hacia disciplinas tales como la filosofía espiritual, ontología, epistemología
-- todos aquellos mundos "metafísiccos" los cuales desprecian aquellos
que se consideran filósofos profesionales.
Era una fuerza que
empujaba a la psicología transpersonal a expandirse a un campo más amplio de
los estudios transpersonales.
Sí, así es. Otra fuerza
o presión fue esta: el estudio de la psicología lleva inevitablemente a la
sociología, que inevitablemente lleva a la antropología, que lleva a la
filosofía. Y entonces, de manera extraña, eso lleva a la política.
Funciona así: una rama
importante de la psicología es la psicoterapia. Todas las versiones de la
psicoterapia se basan en el hecho de que la gente no es feliz. La psicoterapia
intenta localizar la causa de su infelicidad en la mente humana (o la conducta).
Alguien que tiene una "enfermedad mental" o una "neurosis" o
un "comportamiento aprendido de mala adaptación" -- o como se le
quiera llamar -- no está "bien ajustado" a la realidad. Todos estamos
de acuerdo en esto.
Pero, ¿qué es la
realidad? Como dijo la comediante Lily Tomlin, "¿Qué es la realidad? Nada
más que una alucinación colectiva". En otras palabras, ¿no es lo que
llamamos "realidad" en gran medida algo construido socialmente? ¿Cómo
podemos decir que alguien no está bien ajustado sin saber a qué se supone que
se tiene que ajustar? ¿Qué pasa si "no estás ajustado" a vivir en
la sociedad Nazi? ¿No es eso un signo de salud mental, no de enfermedad?
Y así, de repente, si
quieres definir la "enfermedad mental" tienes que definir lo que es
una sociedad "sana". ¡No existe otra forma de determinar actualmente
qué es una mala adaptación! ¿Mal adaptado con respecto a qué? ¿"Enfermo"
con respecto a qué definición de salud?
Entonces, como teórico,
tienes que empezar a observar diferentes sociedades y culturas en un intento de
entender cómo los seres humanos en diferentes momentos y lugares han definido
la "salud" o la "normalidad" o incluso la
"realidad". Y esto te lleva rápidamente a la antropología, o el
estudio del desarrollo de la especie humana a gran escala.
Así, vuelves a la
historia y la prehistoria, intentando dar sentido a todo, intentando encontrar
lo que significa ser "normal", porque de otra manera no tienes forma
de definir lo que quiere decir "anormal" o "enfermo"; y por
consiguiente -- si eres honesto -- no tienes precisamente nada que puedas
recomendar a tus pacientes. ¿Cómo los puedes "curar" si ni siquiera
puedes definir la "salud"?
Y -- odio divulgar el
secreto de la antropología, pero no hay respuestas en la antropología. Todo lo
que encuentras es que los seres humanos aparecen hace, digamos, unos 400.000 años.
Y entonces una desconcertante variedad de culturas y sociedades empieza a
florecer, y miles de diferentes normas, reglas, creencias, prácticas, ideas,
artes y todo lo imaginable simplemente explota en la escena.
Así, muy pronto te das
cuenta de que no puedes dar sentido a todo esto sin tener en cuenta algún tipo
de categorías mentales que te ayuden a clasificar y organizar este lío
diferenciado. ¿Qué es útil y qué no? ¿Qué es bueno y qué es malo? ¿Qué
merece la pena y qué no? ¿Qué es verdadero y qué falso? Y de repente, te
conviertes en filósofo.
¡Oh no! No puedes ni
siquiera empezar a dar sentido a la condición humana sin mirar profundamente
dentro de los asuntos filosóficos. ¡Incluso aquellos que rechazan totalmente
la importancia o validez de la filosofía dan razones filosóficas para el
rechazo!. En otras palabras, te guste o no, ser humano es ser filósofo y tu única
elección es ser uno bueno o uno malo.
Y así, una vez que
decides que quieres intentar ser un buen filósofo, entonces suele ocurrir: si,
como filósofo, te permites decidir que tienes conclusiones actuales -- acerca
de la naturaleza de la realidad, de los seres humanos, del espíritu, de lo
bueno, lo verdadero y lo hermoso -- entonces te das cuenta rápidamente que es
absolutamente obligatorio intentar hacer de la sociedad un lugar en el que el
mayor número de gente posible sea libre de ir detrás de lo bueno, lo verdadero
y lo hermoso. Eso se convierte en un imperativo categórico y hace mella en tu
alma con su imparable demanda moral.
Como apuntó Focault, una
de las muchas cosas grandes de Kant es que fue el primer filósofo moderno en
hacer la pregunta crucial, ¿Qué significa para la sociedad ser un iluminado
(en el ensayo de Kant "Qué es la Iluminación")? En otras palabras,
no sólo "iluminación" para ti o para mí, ¡sino para la sociedad en
conjunto! O Karl Marx: los filósofos del pasado han intentado meramente
entender la realidad, mientras que la tarea real es cambiarla. ¡Para estar
socialmente comprometido! Y así, como filósofo moderno, te encuentras de
repente en el amplio campo de la teoría política. Te das cuenta de que los
Bodhisattvas se van a convertir en políticos, por raro que inicialmente pueda
sonar.
¿Y eso está
ocurriendo con la psicología transpersonal?
Sí, la psicología
transpersonal ha pasado por todas esas fases. Empezó con Abraham Maslow y
Anthony Sutich y un puñado de los que fueron, en su mayor parte, psicólogos
profesionales. Desde esta robusta y sólida base, rapidamente se ramificó en
numerosos sub-campos, tal y como Roger Walsh y Frances Vaughan (en Paths
Beyond Ego - Trascender el Ego) han apuntado: sociología transpersonal,
antropología transpersonal, ecología transpersonal, ética transpersonal,
trabajo transpersonal, filosofía transpersonal, política transpersonal,
transformación transpersonal (como en el monumental The Future of the Body
- El Futuro del Cuerpo de Michaell Murphy) -- por nombrar sólo unos
pocos. Y todo esto, como Michael Washburn ha apuntado, es referido como estudios
transpersonales.
Y esto es muy, muy
excitante. Como punto de referencia, recordar que el psicoanálisis tuvo gran
parte de su impacto en campos que estaban fuera de la psicología. Tuvo enorme y
profunda influencia en la literatura, en la teoría literaria, en la teoría y
discurso políticos (la enorme influencia de la escuela de Frankfurt de Teoría
Crítica -- Horkheimer, Adorno, Erich Fromm, Herbert Marcuse, Jürgen Habermas
-- fue un intento directo de integrar laas ideas de Marx y Freud), en el arte y
sus teorías, incluso en la práctica artística (los Surrealistas, por ejemplo)
y en la educación y sus teorías y prácticas. Porque el psicoanálisis estaba
de hecho conectado a verdades muy importantes (aunque limitadas), se probó a sí
mismo explotando y saliendose de los estrechos confines de la psicología y
teniendo un impacto extraordinario en otros campos.
Y creo que estamos ahora
en el borde de algo similar con lo que está ocurriendo en los estudios
transpersonales, quizás no como algo muy extendido, pero al menos bastante
similar. Su impacto se mueve rápidamente más allá del campo de la psicología.
Y muchos de nosotros hemos estado trabajando en este campo de los estudios
transpersonales, y eso incluye mi trabajo más reciente.
¿Cómo definirías tu
trabajo? ¿Cómo caracterizarías tu enfoque de lo transpersonal?
Bien, mi acercamiento ha
ido conforme a ese patrón básico, desde la psicología a la sociología y la
antropología, a la filosofía y a la teoría política. Puedes ver mis libros: The
Spectrum of Conciousness (El Espectro de la Consciencia), No Boundary (La
Consciencia sin Fronteras) y The Atman Project (El Proyecto Atman),
mis tres primeros libros, y todos ellos son claramente libros de psicología en
un amplio sentido. Entonces Up from Eden (Después del Edén) y A
Sociable God (Un Dios Sociable), que hablan de antropología y sociología.
Luego Eye to Eye (Los tres Ojos del Conocimiento), un trabajo muy filosófico.
Y después mis más recientes trabajos que son algo difícil de describir porque
lo cubren todo.
¿Todo?
Bien, me encuentro en
proceso de escribir una serie de tres volúmenes llamada Kosmos que intenta al
menos catalogar todos los grandes campos del conocimiento humano. El primer
volumen ha sido publicado en inglés, se llama Sex, Ecology, Spirituality:
the Spirit of Evolution (Sexo, Ecología, Espiritualidad: el Espíritu de la
Evolución). Es un libro extremadamente largo (más de 800 páginas) y de
traducción limitada, pero una versión popular -- llamada A Brief History of
Everything (Breve Historia de Todas las Cosas) -- se está traduciendo al
holandés, alemán, francés, italiano y otros idiomas europeos, así podrás
ver lo que estoy haciendo.
¿Pero ese
"todo" siginifica realmente todo?
Esto es a lo que nos
enfrentamos: si la orientación transpersonal tiene alguna validez, se debe
aplicar literalmente a cada aspecto de la conducta humana. Debe de haber algo
interesante que decir acerca de todo, desde la física a la psicología, desde
la filosofía a la política, desde la cosmología a la consciencia. Pero no
puedes hacer eso de manera ecléctica, o cómo un conglomerado de observaciones
sin relación entre sí. Tiene que haber algo que se parezca a la coherencia y
la capacidad de integración. La orientación transpersonal debe ser capaz de
unir un enorme número de disciplinas en una visión lo suficientemente
completa, coherente, plausible y creíble.
Obviamente, ahora queda
por ver si esto se puede hacer. Podría ser algo imposible por muchas razones.
Pero "los locos saltan de cabeza donde los ángeles temen pisar" y
este loco ha saltado. Esto es lo que intenta la trilogía del Kosmos -- integrar
un gran número de disciplinas del conocimiento. Si tendrá éxito o no eso
definitivamente está por ver. Pero al menos, creo que ayudará a la gente a
elevar sus propias visiones a una escala mayor y más inclusiva.
¿Ha evolucionado tu
visión con el tiempo? ¿Qué ha permanecido? ¿Qué se ha rechazado?
Sí, ciertamente mi visión
ha evolucionado. Confío en la maravillosa cita de Erich Jantsch: "La
evolución es auto-desarrollo a través de la auto-trascendencia". Creo que
me he desarrollado y espero que haya trascendido. En otras palabras,
evolucionado.
Pero debo decir que
probablemente soy la persona viva más afortunada en relación a mis pasadas
publicaciones en el sentido de que me encuentro muy cómodo con casi todo lo que
he escrito. He expandido mucho el campo de mis escritos, pero mis primeros
trabajos son aún, según creo, muy sólidos.
Esto me pasó
recientemente por una serie de interesantes coincidencias. Tres de mis primeros
libros se están publicando en nuevas ediciones en inglés y en una semana me vi
envuelto en la escritura de los prefacios de los tres. Usualmente cuando un
autor escribe un prefacio de una obra escrita hace una década o dos explica por
qué no cree en lo que escribió entonces: "Oh, he cambiado mi forma de
pensar, esto tan solo fue un interesante primer intento, otros pueden aprender
de mis fallos. Ahora ha cambiado mi punto de vista" -- así suele ser.
Estoy feliz de comprobar de que aún puedo sinceramente recomendar mis primeros
libros.
Así que he
"trascendido e incluído" mi propio trabajo. He retenido casi cada uno
de los más importantes conceptos del principio. Cuando escribí esos libros creía
que sus ideas básicas eran ciertas: y lo creo, con pequeñas modificaciones, aún
son muy ciertas (después de todo reflejaban la filosofía perenne, lo que no es
una aportación grandiosa por mi parte). Pero sí que he expandido el alcance de
mi trabajo. Estoy intentando -- intentando, de todas formas -- acercar la
orientación transpersonal a todos los campos del conocimiento humano. Me gustaría
que mi trabajo fuera un ejempo de una genuina "filosofía del mundo"
que honre e incluya a Oriente y Occidente, Norte y Sur. Pero eso, sin duda, lo
tienen que decidir otros
¿Ha tropezado tu
trabajo con algún tipo de crítica considerable -- desde dentro del campo
transpersonal?
Sí, por supuesto. Y estas
críticas son importantes, creo, y las tomo muy en serio. Al mismo tiempo, tendría
que decir que creo que mi postura tiene más evidencia. Creo que mi posición
tiene lo que Habermas llama "la contundencia sin esfuerzo del mejor
argumento." Pero obviamente esto también lo decidirán otros.
Los principales
enfoques alternativos al suyo parecen ser los de Grof y Washburn. Ambos tienen
una visión regresiva del espíritu: tenemos que retornar a lo que perdimos (en
nuestra biografía personal) ¿Algún comentario?
Respeto mucho a Stan Grof.
Es simplemente un individuo extraordinario y estoy orgulloso de poder llamarle
amigo. Siempre me han impresionado sus escritos y los he recomendado
intensamente. De Michael Washburn, a pesar de la intensa naturaleza de nuestra
discusión, he sido un fan de su trabajo desde el principio. De hecho, cuando yo
era editor en jefe de ReVision Journal, luché mucho para que se
publicaran sus trabajos. Aunque no esté de acuerdo con mi trabajo, siempre he
encontrado sus ideas clara y enérgicamente articuladas. Siempre he sido un
defensor de que sus trabajos se publiquen, así la gente puede tener
concepciones alternativas y forjar sus propias ideas.
Pero tú piensas que
existen ciertos fallos en sus ideas.
Sí, definitivamente creo
que existen algunas limitaciones en sus enfoques, sobre todo en la linea que tú
sugieres: en el análisis final sus acercamientos son regresivos. Hay que
mencionar aquí dos puntos importantes.
De ninguna manera
niego que los primeros niveles del desarrollo puedan ser reprimidos, oprimidos,
distorsionados, alienados; y la "salud psicológica" por consiguiente
requiere que estemos en contacto con los aspectos reprimidos o alienados de
nuestro ser. Desde los tiempos de Freud, la modernidad ha aceptado totalmente
esta noción y yo también la acepto.
El problema es que no podemos
definir el desarrollo en términos de represión. Si el desarrollo humano
estuviera de hecho conducido por la represión simplemente no habría razón
para evolucionar. Si pisas una planta, para de crecer, punto. Incluso si
requeando continúa creciendo, eso es exactamente lo que ocurre: sigue
creciendo.
En otras palabras, el
principio más importante es el crecimiento, o la auto-actualización, o el
desarrollo, o la evolución. Eso es primordial. Y después, sin duda, durante el
curso de ese crecimiento y evolución, ciertas capacidades y potencialidades
pueden ser reprimidas. Pero ese no es el funcionamiento del desarrollo: eso es
algo que puede ir mal en él. Washburn, en particular, malinterpreta estas
simples nociones.
Con respecto a Stan, él
es mucho más cuidadoso y sofisticado y nunca diría que el espíritu es
simplemente algo recapturado de lo que se perdió en otro momento de la vida.
Pero se puede apreciar que muchas veces parece que está diciendo exactamente
eso. Extraigo esto de sus escritos, y por la forma en que hiciste la pregunta tú
también piensas lo mismo. Si es así, debemos sugirir que Stan defina esto de una
manera más clara.
¿Existe algún
significado para esta noción de la "pérdida del espíritu"? ¿Y de
los seres humanos "retornando al espíritu"?
Por supuesto.
Definitivamente. ¡Pero no es algo que se pierda a la edad de uno, dos o tres años!
Las tradiciones de la sabiduría universalmente hablan de la creación del
universo como de una "caída" desde el Espíritu o la Divinidad -- o
el término que prefieras. Esta "caída" o "vaciado" (por
ejemplo, el Abfall de Hegel, o la quenosis de los místicos
cristianos -- ¡existen muchos ejemplos!) no es de por sí "malo" -- más
bien es superabundancia del Espíritu, la plenitud del Espíritu, las maneras
del Espíritu y el modo de la creación. Pero nosotros los humanos -- con
nuestras faltas -- quedamos atrapados en esta fenomenal exhibición tan
intensamente que lo tomamos como algo real. Creemos en los fenómenos, no en el
neuma. Y así sufrimos. De esta forma nos introducimos en las matemáticas del
dolor y en el mecanismo de tortura llamado "ego".
Pero esa "caída"
no ocurre durante el proceso biológico del nacimiento, o durante el primer año
de vida o algo parecido. Ocurre con el Big Bang que el samsara empieza a existir
como una maravillosa expresión de la jovial creación del Espíritu, pero una
creación a través de la que se debe ver su origen de manera transparente. Y el
infante mayormente no está vivo a ese origen. Esta es una noción horriblemente
confusa.
Más bien el infante debe
crecer y desarrollarse -- como el resto de la evolución -- de lo pre-personal
hasta lo trans-personal, de lo subconsciente pasando por lo auto-consciente
hasta lo superconsciente, del instinto al ego y al espíritu -- para allí
dentro redescubrir su suprema identidad. Pero, como se puede ver, esto no tiene
nada que ver con el nacimiento desde la madre biológica.
Un reciente artículo
en la revista americana New Age afirmaba: "A pesar de lo cálido y
comprensivo que pueda ser en el nivel personal, Wilber es un guerrero samurai
que no captura prisioneros" ¿Algún comentario?
Todos los que nos movemos
en el campo de lo transpersonal -- no tengo ni que decirlo -- somos considerados
por los teóricos convencionales como majaras, desplazados, locos. Estamos
considerados como los frenólogos del universo. Bien intencionados, pero
totalmente locos.
Así, he intentado ser muy
crítico en mis escritos, discriminativo, agudo e intenso. Si lo quieres llamar
"samurai" o "guerrero" es cosa tuya. No me importa. Pero el
asunto es que realmente se puede presentar un punto de vista muy místico y
transpersonal que no sea para nada desquiciado. Kierkegaard apuntó que la
verdad se revela sólo si te acercas a ella con una intensidad maniática -- ¡no
tomes prisioneros! -- y yo pertenezco a esa tradición.
Lamento que, sin embargo,
algunas personas estén molestas con este apasionado estilo y punto de vista.
Emocionalmente no me encuentro cómodo con asuntos en los que haya confrontación
-- quiero que todo el mundo se lleve bieen. Pero es una pena que la búsqueda de
la verdad genere enemigos. Quizás esté totalmente equivocado en mis opiniones,
o a lo mejor estoy en lo cierto. Pero sea como sea, eso crea enemigos y he
tenido que aprender a aceptar esa situación.
Lo divertido es que cuando
New Age usa esa frase -- "un guerrero Samurai" -- casi todo el mundo
en los círculos transpersonales americanos está a favor de "ser
guerrero". La gente ha escrito montones de libros sobre este tema -- todo
el mundo en América quiere ser un "guerrero": todos quieren elogiar
al guerrero; todos quieren aplaudir al guerrero. Pero casi nadie, según parece,
quiere encontrarse con uno. Cuando lo hacen se enojan.
¿Soy yo actualmente un
guerrero? No tengo ni idea. No pienso en mí de esa forma. Me temo que serás tú
quién tenga que decidirlo. Simplemente pienso en mí como alguien comprometido
apasionadamente con la causa transpersonal, y debido a la intensidad de ese
compromiso encuentro necesario atacar de vez en cuando. Desearía que fuera de
otra manera.
¿Qué proyectos tienes
entre manos en este momento? ¿Y cómo prevés que será tu carrera como
escritor en el futuro?
Está la trilogía del
Kosmos que ya mencioné, y su resumen, A Brief History of Everything (Breve
Historia de Todas las Cosas). Y por extraño que pueda sonar, he pensado
mucho el pasarme a escribir novelas. ¿Por qué?
Bien, lo primero de todo
es que las novelas no tienen notas a pie de página. Siempre acabas cansado de
tener que demostrar cada frase que pronuncias. Creo que me he ganado el derecho
-- después de una docena de libros -- ¡dde simplemente sugerir un mundo sin
tener que probarlo!
Pero más que eso, la
narrativa es una forma de comunicación extremadamente poderosa. Mira los libros
de "ficción" que he acabado recientemente: Uncle Tom's Cabin (La
Cabaña del Tío Tom) de Harriet Beecher Stowe que casi por sí solo acabó
con la esclavitud en los Estados Unidos. Tenemos Emile de Rousseau, Sorrows
of Young Werther (La Amargura del Joven Werther) de Goethe, Buddenbrooks
de Thomas Mann. El movimiento medioambiental a nivel mundial empezó casi
totalmente gracias a Silent Spring (Primavera Silenciosa) de
Rachel Carson -- no es realmente una novela, pero se lee como si tal, además
acentúa el poder de la narrativa. Por este motivo, Freud sólo recibió un
premio importante en su vida, ¡y ese fue el premio Goethe de literatura!
Y creo que no es
sorprendente que uno de los políticos más respetados de nuestro tiempo (y uno
de mis héroes), Vaclav Havel, sea básicamente un hombre de letras. Esto es
bueno. Es una noble forma de comunicación y me está interesando.
¿Algo más que decir?
Me gustaría vivir en
Amsterdam. En serio. América no tiene gran tradición en trabajos
trascendentales, William James, Ralph Waldo Emerson, Josiah Royce y eso es todo.
Por otro lado los americanos son muy pragmáticos, lo que es muy desalentador. Y
cuando los americanos se interesan por los "asuntos transpersonales"
suele ser algo bastante loco y regresivo.
Pero también me gustaría
apuntar que todos recordemos la importancia de la práctica transpersonal.
Nuestra práctica debería ser la meditación, o el yoga, o la contemplación, o
el vision quest, o el satsang, o el trabajo espiritual o cualquier trabajo hecho
con ecuanimidad.
Pero, seriamente, debemos
practicar. No mucha gente entiende que la extremadamente influyente noción de
Thomas Kuhn de "paradigma" no significa una nueva idea conceptual;
quiere decir una nueva práctica, que Kuhn renombró como "modelo
ideal". Y la práctica, el paradigma, el modelo ideal de los estudios
transpersonales es: meditación o contemplación, no importa el nombre.
Y así, por favor, ¡practiquen!
Dejen que eso les guíe. Y creo que encontrarán, si su práctica madura, que el
Espíritu les alcanzará y bendecirá cada acto y palabra y serán llevados
mucho más allá de sí mismos y la divinidad resplandecerá con la luz de miles
de soles y gloria sobre gloria os serán dadas y estaréis en cada camino como
en casa. Y entonces, a pesar de todos vuestros pretextos y objecciones,
encontraréis la obligación de comunicar vuestra visión. Y precisamente por
eso tú y yo nos encontraremos. Y ese será el retorno ideal del Espíritu a sí
mismo.
Tú y yo nos
encontraremos. Y en nuestro diálogo, y en nuestro mutuo reconocimiento, y en
nuestra amistad, y en nuestro respeto del uno por el otro -- ¡pronto nuestro
amor del uno por el otro! -- encarnaremos el verdadero Espíritu del Kosmos y
haremos honor a esa visión. El sublime Ralph Waldo Emerson: "El corazón
común de toda conversación sincera es la adoración". Y el maravilloso,
maravilloso Holderin: "... serenamente sonreimos, sentimos nuestro propio
Dios en medio de la conversación íntima en una misma canción de nuestras
almas."
En una misma canción de
nuestras almas.
Gracias por hablar
conmigo.
Frank
Visser es miembro del consejo editorial de Panta, la revista de la sección
holandesa del ITA. Esta entrevista apareció en el número de primavera de 1996
de Panta. También aparece en el número de primavera de 1997 de Eurotas,
la revista de la ITA Europea.
NOTA:
Desde la fecha de esta entrevista, verano de 1995, Wilber ha recopilado un libro
de ensayos teóricos, en parte reseñando sus diferencias con Grof, Washburn y
otras autoridades transpersonales, llamado The Eye of Spirit (El Ojo del Espíritu).
En este libro analiza su propio desarrollo intelectual en cuatro fases, a las
que ha llamado de Wilber I a Wilber IV. Alrededor de 1979 pasó por una crisis
intelectual y rechazó la visión más o menos Jungiano-romántica de sus
primeros dos libros, Spectrum of Consciousness (El Espectro de la
Consciencia) y No Boundary (Consciencia sin Fronteras) como algo no
defendible. Redefinió su modelo espectral de consciencia en el sentido de que
sus extremos no iban más allá de lo personal (sombra) y lo transpersonal
(mente), sino que abarca lo prepersonal (cuerpo) y lo transpersonal (espíritu).
La dimensión personal ocupa ahora la zona intermedia. La dimensión prepersonal
ahora es reconocida como lo que es. En los primeros libros, esto aún no estaba
entendido correctamente. En esta entrevista, Wilber parece pasar por alto este
hecho. (FV).
