Las
reglas del plano físico
Apuntes del Prof. Horacio Velmont.
Primera
regla:
Aunque ya lo he comentado en otra
oportunidad, quiero recalcarles la primera regla de la felicidad: “Sé
capaz de experimentar cualquier cosa”. La segunda dice:
"Causa
a los demás solamente aquello que puedan experimentar con facilidad"
(todo lo que haces a los demás que no puedan experimentar con facilidad es un
acto hostil que se vuelve en contra de uno y se graba como carga negativa a
nivel celular). Analicemos ahora la primera regla: Ser
capaz de experimentar cualquier cosa no quiere decir literalmente
"experimentar cualquier cosa" (por ejemplo tirarse a una piscina vacía
de cabeza) sino tener la habilidad de experimentar o confrontar
cualquier
cosa. Si llegan a captar la esencia
de esta primera regla, nadie, nadie, ni las Energías Lúdicas ni todas las
entidades negativas les podrán dañar. ¿Cómo les podrán dañar si tienen la
habilidad de experimentar o confrontar cualquier cosa que les digan o hagan sin
que se les mueva un pelo? Incluso la persona que los querría dañar dejaría de
molestarlos si sabe con certeza que "les resbala" lo que haga. ¿Captan
el punto? Muchas veces puedo hablar con gente negativa de mi entorno y, cuando
me dicen algo injurioso, también acotan: "Para que te voy a decir ésto si
no tienes emociones, te has convertido en una piedra". ¡¡Ellos no se dan
cuenta que aplico inherentemente la primera regla!! Y claro que tengo
emociones... y muchas, pero las manejo aplicando esta primera regla.
Omití agregar esto que es
fundamental: "LO QUE PUEDES EXPERIMENTAR (CONFRONTAR) TAMBIÉN LO
PUEDES MANEJAR". Prueben ésto con personas difíciles, disfruten
de la situación cuando puedan y no
se compliquen demasiado la vida. Muchas veces sugerí “desconectarse” cuando
surgía un problema. Pero uno se desconecta de algo cuando no lo puede manejar.
Si lo pueden manejar... ¡adelante! Hay situaciones producidas por gente nefasta
que las considero una buena ocasión para
aprender y aplicar esto. ¡Ya sé que es difícil! ¿Pero qué pruebas quieren
que le den en los planos espirituales para aprender a crecer? ¿Ir al Parque de
Diversiones a probar la fortaleza interna en los llamados "Juegos
peligrosos"?
El plano físico tiene sus reglas. La encarnación tiene sus reglas. Si no las
siguen, están perdidos. Si los ingenieros no siguen las reglas de la construcción
de puentes o de edificios, éstos se vienen abajo. Si alguien lee en un libro:
"Para poner los dedos en el enchufe sin riesgos, primero hay que cortar la
luz", y esta persona no hace caso, recibirá un golpe de corriente eléctrica.
Si lo vuelve a hacer sin cortar primero la luz y recibe el consiguiente
“shock” eléctrico, esto significa que la regla solamente la leyó, pero no la hizo
"carne" en él. En buen romance, si alguien lee que la primera regla
de la felicidad es ser capaz de experimentar (confrontar) cualquier cosa y no la
hace "carne" en él, y luego se dedica al boxeo, no puede después
lamentarse si se deprime porque le dan un golpe en el rostro cada vez que baja
la guardia. Esta es una regla del plano físico y si no la aplican se produce el
resultado previsto. Si orinan en contra del viento se vas a ensuciar los
pantalones. Entonces tienen dos opciones: o confrontan el hecho y siguen
orinando en contra del viento u orinan a favor del viento. ¿Captan el punto? En
realidad, no es difícil incorporar en uno esta regla: simplemente basta darse
cuenta de que es posible adquirir la habilidad de
confrontar o experimentar cualquier cosa.
Capten esto, por favor: Antes de
Psicointegrarme con el Dr. Olguín, yo era una persona
violenta que reaccionaba mal ante cualquier cosa que me dijeran. No sabía
siquiera que esto se puede manejar (y que incluso se debe manejar).
Cuando a través de Psicointegración lo supe, fue algo mágico: los insultos
dejaron de alcanzarme. Y no fue algo misterioso, sino algo muy sencillo: bastó
que yo decidiera "no
hacerle el juego a ese niño caprichoso que es mi ego". No sé cómo
explicar mejor algo tan simple. No hay fórmulas mágicas en esto... basta con
aplicar la regla.
Horacio Velmont.
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