Editorial.             "Tiempo de saudade"
Verano de 2002. Hace casi 10 años comenzaba una bonita historia que ahora termina. El Sporting 
Clube Campomaiorense ha dignificado una localidad (Campo Maior) y una región (Alentejo) gracias 
al fútbol. El club, gracias al apoyo de la familia Nabeiro, llegó a la 1ª División del fútbol portugués.
Pero en los días de hoy mantener un equipo en la élite del fútbol es muy caro. Tanto más con una masa 
social débil en número y con poca asistencia al estadio cada domingo. Y la familia Nabeiro se cansó de 
poner dinero y decidió "fechar a loja". Sospecho, desde la distancia, que el no haber conseguido el 
regreso a la I Liga (perdón, ahora Superliga) precipitó los acontecimientos.
El S. Campomaiorense abandonó el fútbol profesional. Si mis informaciones no están erradas, ni siquiera 
va a actuar en la 3ª División. Los que seguimos el fútbol portugués a través de la radio esperaremos en 
vano que cualquier domingo por la tarde Bento Rodrigues o Carlos Dalbeth llame a Alexandre Afonso 
o Nuno Matos "desde o Capitão Cesar Correia em Campo Maior". 
Pero queda la historia. Dentro de algunos años los abuelos contarán a sus nietos viejas historias de 
cuando, a finales del s.XX, el Campomaiorense estuvo en la 1ª División: la Final da Taça, aquellos
avanzados míticos que hicieron honor al apodo de "galgos" (Isaías, Laelson, Wellington, Demetrios,
Jorginho, ¿recuerdan?), y tantas cosas más.  
Gracias por todo amigos, por mantener viva la llama del fútbol alentejano como antes lo hicieran Lusitano
de Evora y O Elvas.  La vida continúa, y este club volverá a lo más alto desde la 3ª División o desde la
Distrital, porque como cantan los "Polo Norte",  " a vida deixa sempre a porta aberta . . ".
Que así sea. 
                                    Juan Vicente Santamaría.      Valencia,   2  Septiembre de 2002.