Analogía
Analogía es el término general que designa varios tipos de procesos que cambian la forma fonética y la gramática de una palabra o de una expresión, y que se produce por ciertas causas que detallaré. Cuando hable de analogía aquí, me referiré normalmente a un cambio fonético.
La analogía es la creación de una nueva forma (de una palabra) por influencia de otras formas similares, análogas. Es un medio gramatical muy fructífero, y probablemente uno de los que más crean palabras en todos los lenguajes. Veamos un ejemplo.
El latín deriva del protoindoeuropeo (un lenguaje o conjunto de dialectos de un lenguaje que ha sido reconstruido basándose en sus lenguas hijas). En PIE, los sustantivos tenían caso gramatical. La palabra para 'honor' se reconstruyó con una raíz *honos, que en un cierto caso era *honosem.
Ahora bien, a medida que el PIE se transformaba en latín (y también en griego, germánico, sánscrito, etc.), se produjeron algunos cambios de sonidos. En particular, la /s/ intervocálica se hizo gradualmente sonora (/z/), y finalmente produjo un sonido trillado alveolar, /r/ (como la rr española). Este cambio es bastante común (se llama rotacismo). Sucedió solamente cuando la /s/ era intervocálica, no en otra posición.
(Antes) (Después) *honos -> honos *honosem -> honorem
Esto, como se ve, produjo una irregularidad; la forma radical de la palabra se dividió en dos formas, honos- y honor-. Todos los lenguajes tienen formas irregulares, pero ésta (y muchas otras de la misma clase) probablemente no fue aceptado por los hablantes. Ahora vamos a poner una mano sobre la columna 'Antes' para taparla, ignorarla. Los hablantes de latín no sabían nada de cambio de sonidos, que es un proceso sutil e inconsciente (y no estudiado en esa época). ¿Qué hacer con el par irregular, honos/honorem?
La solución vino de la mano de una analogía con las muchas palabras que no habían cambiado su forma, conservando la misma raíz (o cambiándola consistentemente). Tenían honorem y también tenían honoris, quizá incluso palabras como honorificum y así, de manera que comenzaron a decir honor en vez de honos. Por analogía, una forma se asimiló a las otras.
Por supuesto, ningún lenguaje lleva la analogía tan lejos como para regularizar toda su gramática.
Una forma relacionada de analogía aparece cuando la gente crea palabras a partir de elementos que tenían, basadas palabras similares. Por ejemplo, teniendo fin-finalizar y otras similares, en español han aparecido idealizar, nacionalizar, hospitalizar y muchísimas más. Si estás creando un lenguaje, la analogía probablemente sea la mejor herramienta posible para incrementar tu léxico.
Otros medios gramaticales
Ésta es una sección general en la que menciono y hago un sumario de los medios gramaticales más comunes que se encuentran en los lenguajes del mundo, es decir, cómo la gramática se maneja a nivel práctico, en palabras reales.
Ya hemos visto la mayoría de estos medios de una forma u otra. Aquí hay una breve lista de ellos:
- Afijación: añadir prefijos, sufijos o infijos a las palabras, para cambiar su significado o su relación con otras palabras. Estos afijos incluyen lo que llamamos inflexiones y aglutinación.
- Orden de palabras: es libre en algunos lenguajes, y fijo en otros. En general, cuanto más sintético es un lenguaje, más libre es el orden. Un lenguaje analítico depende más del orden de las palabras para clarificar su significado y relaciones, ya que estas palabras no toman inflexiones y por lo tanto no muestran su función en su estructura. Un lenguaje sintético puede construir una oración con palabras desparramadas o desordenadas (de hecho esto se llama hipérbaton y es un tipo de licencia poética).
- Acento y altura: los hemos visto. En algunos lenguajes son solamente formales; en muchos otros, dos palabras pueden tener diferentes significados si difieren sólo en sus patrones de acentuación. Por ejemplo, en español camino (verbo o sustantivo) vs. caminó, o en inglés record /'rEk@rd/ 'disco, grabación' vs. record /rI'kord/ 'grabar, registrar' (el inglés tiene muchos pares de palabras bisilábicas como éstas, que alternan entre verbo y sustantivo según cambie el acento).
- Tono: lo mismo que para el acento y la altura. A veces un cambio en el tono distingue dos palabras, y a veces produce una forma diferente del mismo concepto raíz. En shilluk, yít (tono alto) significa 'oreja', y yìt (tono bajo) significa 'orejas'; el tono no es sólo fonético sino gramatical. En chino, por otro lado, el tono es casi siempre sólo fonético y fonémico, pero no tiene función gramatical.
- Alternancia: la hemos visto con ejemplos. Es el cambio (regular) de sonidos en las palabras. La más común es la alternancia vocálica, que se encuentra mucho en los lenguajes germánicos, particularmente en el inglés: obsérvense las formas verbales sing/sang/sung 'cantar/cantó/cantado', y los plurales irregular man/men 'hombre/hombres', goose/geese 'ganso/gansos'. En algunos lenguajes esto no es irregular sino la norma. La alternancia consonántica es menos común pero existe. Las consonantes pueden alternar en formas diferentes: por voz (sonora/sorda), por modo de articulación (cambiando de oclusiva a fricativa, o a africada, o de simple a doble [geminada]), o de formas más extrañas. Hay un lenguaje africano donde /t/ alterna con /l/, y /p/ alterna con /w/ (esto es alternancia de voz y de modo de articulación).
- Reduplicación: (una parte de) una palabra es duplicada, repetida antes o después de ella. Un verbo reduplicado puede hacerse continuo o incrementar su fuerza, como en el hotentote, go 'mirar' vs. go-go 'examinar con atención' (usado por Philip J. Farmer en Jinetes del salario púrpura, en su "Escuela de Crítica Go-go"). Un sustantivo reduplicado puede ser tomado como plural, como gyat 'persona' vs. gyigyat 'personas' (de vuelta un lenguaje africano), que también muestra alternancia vocálica. A veces la reduplicación no tiene función en sí sino que forma parte de una inflexión. En griego, las formas perfectas de los verbos usan reduplicación y alternancia: līpō 'me voy', hélipon 'me fui', léloipa 'me he ido'.