• En la PRIMERA DECIMA de segundo, la defensa delantera y la parrilla se destruyen.
• Durante la SEGUNDA DECIMA de segundo, la parte delantera se desmorona levantando y golpeando el parabrisas, mientras que las ruedas traseras se levantan del piso. Simultaneamente el salpicadero empiezan a envolverse y aún cuando el bastidor del vehículo se ha detenido, el resto viaja todavía a la velocidad de 100 km/hr. El instinto hace que el conductor estire sus piernas contra el impacto y entonces se le rompe la unión de las rodillas.
• Durante la TERCERA DECIMA de segundo, el volante empieza a desintegrarse y la columna del mismo alcanza el pecho y las costillas del conductor. Cosa que no sucedería si el cuerpo se mantuviera en su lugar en la parte de atrás del asiento.
• La CUARTA DECIMA de segundo, lleva más de medio metro del frente del coche destruido mientras que la parte trasera aún se mueve a 100 km/hr.
• En la QUINTA DECIMA de segundo, el conductor queda aprisionado por la columna de direccion y la sangre llega a sus pulmones. En este caso si lleváramos el cinturon solo rompería las costillas por la presión pero no dañaría de manera importante los pulmones ni lesionaría los organos internos.
• En la SEXTA DECIMA de segundo, el impacto es tan fuerte que a los pies se le salen los zapatos aunque esten bien atados. Los pedales se envuelven en los pies. El bastidor del coche se dobla por la mitad y la cabeza del conductor golpea el parabrisas y el tablero mientras las ruedas traseras, aun girando, caen nuevamente al piso. En este momento con el cinturón puesto lo que ocurriría es que nuestra cabeza se mantendría en posición por la tensión normal ocasionada por el instinto natural de conservación.
• En la SEPTIMA DECIMA de segundo, los ejes y las puertas caen del bastidor del coche atrapando al conductor. Pero a él no le importa, ¡ya esta muerto! y las últimas tres décimas de segundo no significan nada para él, el problema son únicamente las primeras siete décimas de segundo. Piense: si el impacto hubiese sido con otro vehículo, la fuerza del mismo se sumaría con la velocidad de ambos.

AHORA, HAGA EL FAVOR DE ABROCHARSE EL CINTURON DE SEGURIDAD

(Enviado por Mirna Gutiérrez)