RIMA LV

   Hoy como ayer, mañana como hoy
          ¡y siempre igual!
   Un cielo gris, un horizonte eterno
          y andar..., andar.

   Moviéndose a compás como una estúpida
          máquina, el corazón;
   la torpe inteligencia del cerebro
          dormida en un rincón.

   El alma, que ambiciona un paraíso,
          buscándole sin fe;
   fatiga sin objeto, ola que rueda
          ignorando por qué.

   Voz que incesante con el mismo tono
          canta el mismo cantar;
   gota de agua monótona que cae,
          y cae sin cesar.

   Así van deslizándose los días
          unos de otros en pos,
   hoy lo mismo que ayer..., y todos ellos
          sin goce ni dolor.

   ¡Ay!, ¡a veces me acuerdo suspirando
          del antiguo sufrir...
   Amargo es el dolor; ¡pero siquiera
          padecer es vivir!


PRINCIPAL