RIMA LXXVII

    Es un sueño la vida,
    pero un sueño febril que dura un punto;
        Cuando de él se despierta,
    se ve que todo es vanidad y humo...
        ¡Ojalá fuera un sueño
        muy largo y muy profundo,
        un sueño que durara hasta la muerte!...
    Yo soñaría con mi amor y el tuyo.



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