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La Alegría


De las muchas posesiones que puede disfrutar el hombre, la más grande e intensa de todas es la alegría.

Si alguien preguntase: ¿Cuál es el camino que conduce a la felicidad? Sin duda, algunos responderían: la conformidad. Más, yo con menos razón pero con más fe le diría: el verdadero camino es la alegría.

Tal vez objetarás: la alegría tiene que venir de adentro para que sea sincera. Lo que implica que no bastará un ambiente alegre o una noticia agradable si el alma se encuentra triste.

Bien puedes pensarlo; pero recuerda, que si el alma constituye la esencia, el ambiente y la forma exterior constituyen el motivo que tú debes buscar.

Alégrate de todo; pues si permaneces impasible ante los hechos que se suceden para llenar tu espíritu, sería imposible el encadenamiento de la felicidad en el mundo.

¿Crees que el artista siéntese más satisfecho solo, que cuando el auditorio le escucha y aplaude sus maravillosas interpretaciones? No hubiese yo escrito este libro si fuese a quedar sin eco en un mundo indiferente y vacío.

¡Vamos al camino! No iremos muy lejos cuando te sentirás alegre; porque cada grano de arena, cada piedra, y cada tronco viejo, nos contarán su historia. Y regresarás con la dicha de saber algo nuevo.










Los jardines son más bellos en la primavera.

Las noches so más bellas, cuando una carcajada de astros rutilantes iluminan las lobregueces del cielo.

El ave es más feliz cuando de rama en rama, desgrana sus trinos para deleite de que pasa.

El hombre es el más feliz de todos los seres, porque puede esbozar perennemente una sonrisa.

Si el mendigo hablase risueñamente de la esperanza de curarse en vez de repetir en cada puerta su triste historia; quizás nadie en el mundo le negaría una limosna.

Hoy conocí una muchacha joven y rica; pero note que mientras hablábamos de todo y hasta habiendo motivo para ello, jamás llego a sonreír ni una sola vez. ¡Pobre pájaro –pensé- en su jaula dorada, no se escuchará nunca el arpegio sonoro de la risa!

¿Para qué el dinero y la juventud sin alegría? Has objetado que es una fuente secreta, ¿verdad? Pero el "ábrete sésamo" principia en el sentido de apreciación que sepamos darle a las cosas que nos rodean, porque si estos no hicieres, ¿cómo pretendes cosechar el fruto de la felicidad? Y te repito: ¡el camino hacia la verdadera felicidad es la alegría!