La
Vida Es Sueño
Un notable poeta dijo: "la vida es sueño"; y díjolo, tal vez, por la verdad de
esta frase que encierra todo el encanto de una parábola romántica y divina.
Muchos dicen que no se puede ni se debe ser iluso en medio de la aspereza y el
desconcierto de la vida; y agregan, que para orientar nuestra existencia, hay que tomar
por norma la realidad y distinguir lo falso como falso.
Esos seres que tienen el pensamiento en el estómago, jamás se elevarán un
milímetro de la tierra que pisan, ya que la región del ensueño les esta vedada por la
crudeza de sus pasos.
Y dicen los que no saben del oculto paraíso: "Soñando no se puede llegar a
las estrellas, ni se alcanzará nada que no sea ficticio y vano".
Los que así piensan, llevan en el alma un pesado lastre de piedra, que no les
permite remontarse a las regiones del ensueño. Y viven detrás de un muro punzante y
frío, mordiendo la aspereza de su propio destierro.
La vida es sueño, y el sueño nos impulsa hacia lo noble y lo bello. ¿Quién no
se ha sentido feliz, soñando con encajes de espuma y riberas de lotos? ¿Quién no ha
pensado en los paisajes luminosos de las ciudades distantes? ¿Quién no se ha
transportado hacia el país glorioso y lejano, cuya epopeya amamos desde el colegio cuando
engalanamos nuestro álbum con vistas de plazas, jardines y hombres célebres?
¡Idealizar, soñar y transportarse, es ya, amar la vida con el perfecto sentido de
las cosas divinas!
Idealizarlo todo, transformarlo todo, sentirlo todo, es percibir total y
profundamente, la fuerza anímica que integra la evolución del Cosmos. Los seres que no
sueñan, viven como Prometeo, atados a la roca brava y áspera del humano vivir; porque
para ellos, la tierra es una vasta extensión de granito que les desgarra las plantas. El
hombre u no sueña, jamás contemplará el horizonte y las estrellas, porque vive a ras
del suelo como los pobres gusanos de la tierra.
¿No fue un sueño la "República Ideal" de Platón? ¿No soñó Jesús
que su doctrina de amor y esperanza uniría a todos los hombres de la tierra? ¿No soñó
Colón que la ruta azul del océano era el camino de un nuevo destino para el mundo? Y
todos los maravillosos inventos de la ciencia, ¿no han sido primero un sueño en la mente
del hombre?
Si has soñado alguna vez, ¡alégrate! porque un poder oculto te ha revelado la senda del
ideal perfecto.
Un hombre de acento profético y alma inmensa, soñó un día con la libertad de
los pueblos oprimidos; y entonces, desde el Monte Aventino hasta San Pedro Alejandrino,
hizo de sus sueños la realidad más grandiosa de la historia.
Y una tarde, en el páramo desierto de su agonía, plasmó en el corazón de
todos la última esperanza de su sueño al decirles, que enterraba su corazón para que se
consolidara la unión en los pueblos que libertó su espada. ¡Sublime ensueño:
sacrificarlo todo por la visión de una patria libre, unida y fuerte!
¡Sueño inmenso y glorioso el de Bolívar!
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