Mi hijo está muertoMi hijo era en sentido teocrático, fulgurante y prometedor y un verdadero siervo de Jehová. Soñaba con ir a Betel a servir a Jehová más cabalmente. Se preparaba por su cuenta para las reuniones, hacía el precursorado durante las vacaciones de verano, manejaba los micrófonos en el Salón del Reino, y cronometraba los discursos estudiantiles para el Superintendente de la Escuela del Ministerio. Hasta dio discursos en asambleas. ¡Estábamos tan orgullosos!
Tenía 15 años de edad y estaba en grado noveno cuando él y otro joven Testigo sufrieron un terrible accidente automovilístico. El otro chico estaba llevando a mi hijo a casa después de la reunión del domingo cuando perdió el control del vehículo y chocó. Fui una leal Testigo por 29 años, y mi esposo y yo le enseñamos a nuestro hijo a rechazar las transfusiones de sangre. Él les dijo a los conductores de la ambulancia, "¡Sangre no!" y lo dijo de nuevo en el primer hospital después de que quedó inconsciente. Cuando lo transportaron por vía aérea al centro de traumas, recibió de inmediato una transfusión porque estaba inconsciente y era menor de edad.
Para entonces, sin embargo, había pasado mucho tiempo y había habido una severa hemorragia interna que había dañado su corazón y otros órganos. Cuando llegó al centro de traumas, el médico nos dijo que tenía pocas probabilidades de sobrevivir sin transfusiones de sangre, y que le habían administrado varias unidades cuando llegó. Esto hizo enojar mucho a mi esposo pero yo no dije nada. Secretamente, yo tenía la esperanza de que los médicos le pondrían sangre a pesar de nuestros deseos si una transfusión le podría salvar la vida. El médico dijo que ellos reiniciaron su corazón dos veces y eso nos dio un rayito de esperanza pero veinte minutos más tarde, con lágrimas en sus ojos, el médico dijo que no habían podido reiniciar su corazón una tercera vez, él había muerto.
Mi esposo y mis dos otros hijos y yo lloramos, lloramos y lloramos. ¡Nunca había pasado por tanta angustia y dolor físico! Quería morir. El dolor era insoportable. Seguía pensando, "¿habría vivido si hubiera recibido sangre en el primer hospital?" Comenzó una espiral de profundos cambios en mi vida.
Cuando usted ve a su hijo acostado envuelto en una sábana blanca, su cara pálida y sin vida -no hay ningún consuelo. Por siempre llevaré esa imagen de mi hijo en mi mente -con la cara de la muerte. Ninguna palabra puede llegar a ese lugar donde tu corazón se está muriendo. La esperanza de la resurrección no significa nada cuando no puedes ver o tocar el niño que respiraba con aliento de vida y que llenaba tu vida de alegría. Sin nunca volverle a ver sonriéndote, riéndose contigo, o dándote un abrazo jamás en los días venideros. Sin nunca volverle a oír decir "te amo". He sufrido dolor, pero nada comparado con el dolor de perder a mi amado hijo. Todo tu cuerpo se enferma con el más horrible dolor físico que uno podría sentir. He sufrido dolor, pero nada se compara con el dolor de perder a un hijo.
Oro que cualquier Testigo de Jehová que tiene hijos y lea esto nunca tenga que enfrentar una pérdida como la mía. Una pérdida que se puede prevenir si ellos tienen un verdadero entendimiento de lo que la Sociedad Watchtower les está pidiendo en sacrificio. Luego de que mi hijo hubiera muerto, me di cuenta de que tenía que investigar cabalmente mis molestas dudas sobre las políticas de la Watchtower sobre la sangre. ¿No había acabado de perder un hijo por estas leyes supuestamente dadas por Dios y por las que había vivido 29 años?
Pronto aprendí que a través de los años los Testigos habían cambiado muchas enseñanzas sobre la sangre y que el Cuerpo Gobernante estaba a punto de cambiar más sus doctrinas de la sangre. ¿Por qué algunos componentes sanguíneos son permitidos y otros no? ¿Dónde encontraron eso en la Biblia? Además, si la Biblia no dice nada sobre las transfusiones, como puede el Cuerpo Gobernante decir con certeza que las transfusiones de sangre son incorrectas a los ojos de Jehová? ¿Cómo podría yo perdonar a estos hombres por la muerte de mi hijo? En mi opinión, los hombres del Cuerpo Gobernante tienen en sus manos la sangre de muchos inocentes. Aquellos que nos enseñaron falsamente en el nombre de Dios son responsables ante Él.
Mi corazón está completamente destrozado -mi hijo está muerto. Le suplico a usted que lee mi historia, no deje que esto le pase a usted. Edúquese ahora antes de que se vea enfrentado a una tragedia similar. Si algún niño se puede salvar por sus padres por medio de pensar ahora más bien que después de que pierdan a su hijo, quizá la muerte de mi hijo no haya sido en vano.
Si usted desea, puede escribirle a esta hermana (en inglés)
Traducción de la página: www.ajwrb.org/experiences/mary.shtml