Hermanas y hermanos que visitan la página La Sangre de los Testigos de Jehová, la Sociedad Watchtower sigue introduciendo cambios sutiles en la doctrina de la sangre. ¡Esta vez, el Cuerpo Gobernante, deja como ASUNTO DE CONCIENCIA el recibir una transfusión de médula ósea, de GLÓBULOS ROJOS o de PLAQUETAS!

Antes, el Cuerpo Gobernante había legislado que la sangre se dividía en componentes mayores (glóbulos rojos, glóbulos blancos, plasma, plaquetas) y menores (albúmina, inmunoglobulina, fibrinógenos, factores de coagulación), siendo permitidos solamente los menores. ¡Ahora, sorpresivamente, los GLÓBULOS ROJOS y las PLAQUETAS son ASUNTO DE CONCIENCIA!

Tú, Testigo de Jehová que estás leyendo esta página, ¿crees que Jehová cambia tan fácilmente de opinión? ¿Es el Cuerpo Gobernante dirigido por Dios, o es sólo la junta administrativa de un imperio editorial multinacional y multimillonario?

En este artículo, además, hay un problema en la cita que la Sociedad utiliza, Principios de medicina interna, de Harrison (12.a edición, 1991, pág. 1822), citando al doctor E. D. Thomas. ¡La cita no aparece en dicha página! ¿Por qué la Watchtower manipula de tal manera? ¿Se debe esto a que nuestros hermanos en todas partes de Latinoamérica no tienen acceso a dicho libro y por tanto no pueden verificar la exactitud de la cita?

Preguntas de los lectores
La Atalaya, 15 de noviembre de 2002

"Dado que la sangre se elabora en la médula ósea, ¿podría el cristiano recibir un trasplante de médula? En la mayoría de los casos, este trasplante se realiza extrayendo médula de un donante (frecuentemente un familiar) e inyectándola o infundiéndola al paciente, con la esperanza de que el injerto llegue   a las cavidades de médula y funcione luego de forma normal. Este procedimiento sólo suele plantearse en casos críticos (tales como anemia aplásica o la leucemia aguda), ya que se reconoce que hay ciertos peligros implicados en la preparación para recibir el trasplante, así como en el tratamiento subsiguiente. Como se indica en la pregunta, los glóbulos rojos   (o hematíes) se forman en la médula de ciertos huesos como las costillas, el esternón y la pelvis. Por consiguiente, es comprensible, que a la luz de la prohibición bíblica referente a la sangre, se plantee la pregunta de si podría el cristiano recibir un injerto de médula humana. La Biblia estipula con toda claridad que los siervos de Dios tienen que seguir “absteniéndose [...]      de sangre" (Hechos 15:28,29; Deuteronomio 12:15, 16). Ahora bien, dado que los hematíes se forman en la médula (de color rojizo), ¿colocan las Escrituras a esta en la misma categoría que la sangre? No. De hecho, la tratan  como cualquier otro tipo de carne comestible. Isaías 25:6, dice que Dios preparará para su pueblo un banquete que incluye “platos con mucho aceite, llenos de médula”. Los procedimientos normales que se siguen en la matanza y desangrado de un animal nunca eliminan de la médula todas las células sanguíneas. Pero una vez desangrado, es posible cualquiera de sus tejidos, lo que incluye la médula. Claro, la médula humana que se utiliza en los trasplantes, procede de donantes vivos y contiene cierta cantidad de sangre. Así pues, cada cristiano tendría que decidir por sí mismo si, según su conciencia, el injerto de médula equivaldría a simple carne o tejido sin desangrar. Además, como dicho injerto es un trasplante, debe analizarse las cuestiones bíblicas implicadas en los trasplantes de órganos humanos (véase “Preguntas de los lectores” en La Atalaya del 15 de septiembre de 1980, pág. 31 = La Atalaya, del 15 de marzo de 1980, página 31 —edición inglesa—).   Por último, en un artículo de la obra "Principios de medicina interna, de Harrison (12.a edición, 1991, pág. 1822), el doctor E. D. Thomas señala que “las transfusiones de plaquetas [...] deberán emplearse” en el caso de algunos receptores de trasplantes de médula y que a muchos se les administra “concentrados de hematíes”. Por lo tanto, cada cristiano tendrá que plantearse qué otras cuestiones afrontará si acepta un trasplante de médula (Proverbios 22:3). Aunque cada persona debe decidir que hará en este asunto, le ayudará a hacerlo saber lo que dice la Biblia referente a la sangre y la médula.

Questions from readers. Given the fact that the blood is produced in the bone marrow, could a christian receive a marrow transplant?   In most of the cases, this transplant is performed extracting marrow from a donor (frequently a relative) and injecting or infusing it to the patient, hoping that the grafting penetrates the cavities of marrow and afterwards works normally. This procedure is used only in critical cases (as aplastic anemia or acute leukemia), since it is accepted, there are certain risks involved in the preparation to get the transplant, as well as in the following treatment. As the question, points out, the red cells (or red corpuscles) are formed in the marrow of certain bones, such as the ribs, the sternum and the pelvis, consequently, it is understandable, that in the light of the Bible prohibition involving blood, a question may be posed if a christian could receive a grafting of human marrow. The Bible clearly states, that the servants of God should "keep abstaining [...] from blood" (Acts 15:28,29; Deuteronomy 12:15, 16). Now well, as red corpuscles grow in the (reddish) marrow, do the Scriptures put it at the same level of blood? No. As a matter of fact, it is viewed as any other kind of edible meat. Isaiah 25:6 says, God will make for his people a banquet that includes "well-oiled dishes filled with marrow," normal slaughtering and blood draining animals procedures won't completely eliminate all blood cells from marrow however, once it has been blood drained, any tissue is edible, including marrow. Of course, the human marrow used in transplants, comes from living donors and thus, it contains a certain amount of blood. So, every christian ought to decide by him or herself, according to his or her conscience, if the marrow grafting is equivalent to simple meat, or to undrained tissue; furthermore, as such a grafting is a transplant, bible aspects implicated in human organ transplants, should be taken into account (see “Questions from readers” in La Atalaya [Spanish Ed.] September 15, 1980, page 31= The Watchtower, March 15, 1980, page 31). Finally, in an article in the book Harrison's Principles of internal medicine," by Tinseley Randolf Harrison (Ed. 12th Edition, 1991, pag 1822 Mc Graw-Hill 1991) Dr. E.D. Thomas, states: "Platelet transfusions [...] should be used in the case of some transplant receptors of marrow", and it is in fact given to many of them “a red corpuscles concentrate”. Consequently, every christian should pose him or herself what other questions are involved, should he or she accepts a marrow transplant (Proverbs 22:3). Although each person should decide by him or herself what to do on the matter, it will help to know what the Bible says on blood and marrow.