Principal - Robert D. Brinnsmead

El escándalo de la justicia de Dios

Parte I   (1983)

Introducción

La superioridad lingüística, la importancia y el significado de la palabra "justicia"

Resolviendo una aparente anomalía en la justicia de Dios

Notas y referencias

 

Introducción

"Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos". -- Isaías 55:8,9.

Quizás nada ilustra mejor este pasaje de la Escritura que el concepto bíblico de justicia.

La justicia de Dios es tan contraria a la idea de justicia del hombre, que la justicia de Dios con regularidad toma al hombre por sorpresa. La justicia de Dios es tan sorprendente que a menudo deja, aun a su propia gente, profundamente confundida y ofendida. Lutero reconoció que no pudo entender el evangelio de Pablo al principio, porque no entendía lo que el apóstol quería decir cuando decía que el evangelio revelaba la justicia de Dios (Rom. 1:17).

El concepto del reformador acerca de la justicia de Dios estaba tan influenciado por el pensamiento latino u occidental, que no podía entender por qué la justicia de Dios debía provocarle cantar y clamar de alegría. La Reforma nació cuando Lutero empezó a entender el sorprendente rostro amable de la justicia de Dios.1 En los subsecuentes cuatrocientos años, el Protestantismo poco hizo para desarrollar el concepto pionero de Lutero de la justicia de Dios.

La teología protestante tradicional fue más controlada por enfoques occidentales de la justicia que por la justicia que Dios reveló en el evangelio de su hijo. En lugar de permitir que la justicia de Dios redefina radicalmente nuestro entendimiento de justicia, generalmente hemos torcido la Biblia con nuestras propias ideas.

En esta investigación sobre el significado de justicia, no nos preocupamos por problemas de tipo teológico. Estamos atacando al corazón de los sistemas teológicos del cristianismo occidental. Tales asuntos como el carácter de Dios, el significado de la expiación y la naturaleza de la ética cristiana, dependen del concepto bíblico de justicia.

La superioridad lingüística, la importancia y el significado de la palabra "justicia"

Hasta donde le concierne a la Biblia, la revelación especial de Dios toma lugar en la historia. La historia es la materia de la revelación. Dios es revelado por sus actos poderosos en la historia. El Antiguo Testamento (AT) es el registro de los actos poderosos de Dios. El acontecimiento más poderoso en la historia de Israel fue el Éxodo. Hasta donde le concierne a Israel, Dios fue "quienquiera que fuera" quién sacó a Israel de Egipto.

El acto poderoso del éxodo mostró quién era Dios y cómo era en el pasado, presente y futuro. En el Antiguo Testamento el verdadero culto de Dios -- es decir, dar a Dios su valor consiste en recitar o repasar los portentosos actos de Dios, especialmente al volver a contar lo que Dios hizo en el Éxodo. Así:

Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra. Cantad la gloria de su nombre; Poned gloria en su alabanza. Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos. Toda la tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre. Selah Venid, y ved las obras de Dios, Temible en hechos sobre los hijos de los hombres. Volvió el mar en seco; Por el río pasaron a pie; Allí en él nos alegramos. - Sal. 66:1-6.

La palabra bíblica que más adecuada y frecuentemente resume los actos poderosos de Dios es la palabra sadaq (justicia). En estos actos la justicia de Dios se publica a todos para que vean.

Mi boca publicará tu justicia (sadaq) Y tus hechos de salvación todo el día, Aunque no sé su número. Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor; Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola. Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud, Y hasta ahora he manifestado tus maravillas. Sal. 71:15-17.

Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza; Y su grandeza es inescrutable. Generación a generación celebrará tus obras, Y anunciará tus poderosos hechos. En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza. 7 Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad, Y cantarán tu justicia (sadaq). Sal. 145:3-7; vea también Jueces 5:11; 1 Sam. 12:7; Sal. 19:24: 48:10: 71; Isa. 51:5-12: 56:1; Miqueas 6:4, 5.

Cuando uno repasa estos y muchos otros pasajes que dan testimonio de la justicia de Dios en sus actos poderosos, un hecho se destaca por su notable repetitividad:

La justicia de Dios esta asociada con sus actos de salvación y liberación, y con sus hechos de misericordia y perdón.

Justicia = salvación.

...Líbrame en tu justicia. Sal. 31:1

Mi boca publicará tu justicia (sadaq) Y tus hechos de salvación todo el día... Sal. 71:15.

Haré que se acerque mi justicia (sadaq) ... y mi salvación no se detendrá... Isa 46:13.

Cercana está mi justicia (sadaq), ha salido mi salvación, y mis brazos juzgarán (sadaq) a los pueblos... Isa. 51:5

... porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia (sadaq)... - Isa. 61:10.

En 1 Samuel 12:7-12 la justicia de Dios simplemente significa los hechos salvadores en la liberación de Israel (también vea Jueces 5:11).

Justicia = misericordia y perdón.

Ten piedad de mí, oh Dios... borra mis rebeliones... Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; Cantará mi lengua tu justicia (sadaq). Sal. 51:1, 14.

Justicia = liberación de los oprimidos.

Quizás la justicia de Dios es más sobresaliente en estos pasajes de la escritura que hablan de redimir a los oprimidos. Por ejemplo:

Pero Jehová permanecerá para siempre; Ha dispuesto su trono para juicio. El juzgará al mundo con justicia, Y a los pueblos con rectitud. Jehová será refugio del pobre, Refugio para el tiempo de angustia. Sal. 9:7-9

Jehová es Rey eternamente y para siempre; De su tierra han perecido las naciones. El deseo de los humildes oíste, oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído, Para juzgar al huérfano y al oprimido, A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra. Sal. 10:16-18

... Que libras al afligido del más fuerte que él, Y al pobre y menesteroso del que le despoja? - Sal. 35:10.

El Señor obra sadaq [justicia] y mishpat [juicio] para todos los oprimidos Sal.103:6. El apoya la causa de los oprimidos y da comida al hambriento. El Señor libera a los prisioneros, el Señor da vista a los ciegos, el Señor levanta a los agobiados, el Señor ama al justo.

Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna. Sal. 146:9.

El Antiguo Testamento nunca se cansa de recitar los hechos de Dios de liberar a los oprimidos esclavos hebreos de Egipto. Este suceso selló para siempre la justicia de Dios como la que ejecuta la liberación de todos los que son oprimidos (Sal. 103:6).

Si pudiéramos anticipar el evangelio del Nuevo Testamento (NT) aquí, simplemente haríamos ver que la resurrección es el acontecimiento preeminente que demuestra las obras de justicia de Dios de liberar a todos los oprimidos. Jesús fue el hombre más oprimido que haya vivido. La opresión de cada hijo e hija de Adán fue resumida en él. Pero la justicia de Dios lo levantó de los muertos en el éxodo real de historia humana. (Lucas 9:31).

Resolviendo una aparente anomalía en la justicia de Dios

En el pensamiento occidental es difícil ver que las obras de salvación y liberación hacia las personas pecadoras puedan llamarse un ejercicio de la justicia de Dios. Podemos entender fácilmente que la sobrecogedora bondad hacia las personas indignas pueda llamarse "misericordia", pero llamarla "justicia" parece muy extraño. La consistencia del pensamiento bíblico, sin embargo, se aclararía si relacionáramos los actos salvadores de Dios al significado básico de sadaq.

Fundamentalmente, justicia significa fidelidad a una relación, o ser fiel a lo que Dios propuso fuéramos nosotros. Cuando la justicia se aplica a Dios, por consiguiente significa:

1. Dios es fiel a su promesa del pacto. El pacto de Dios no es un contrato condicional bilateral consumado bipartidamente. Es un compromiso unilateral o promesa de parte de Dios para actuar a favor de su compañero escogido de pacto, con sobrecogedora bondad y generosidad.

Desde el principio Dios ha tenido un propósito de gracia hacia humanidad (2 Tim. 1:9). El se ha hecho un compromiso a sí mismo, a costa de todo, de cumplir su amable propósito. De este modo, cuando Dios ejerce su misericordia salvadora hacia las personas pecadoras, simplemente está cumpliendo su promesa del pacto.

La justicia es: Dios realizando fielmente lo que su amor divino justamente se ha comprometido a hacer. El es fiel en todo lo que hace.

... El ama justicia y juicio (sadaq)... Sal. 33:4, 5.

... ¿Su incredulidad (Israel) habrá hecho nula la fidelidad de Dios?... Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ... Rom. 3:3-5.

... No que la palabra de Dios haya fallado... -- Rom. 9:6.

En estos y muchos otra pasajes, la fidelidad de Dios a su promesa del pacto y su justicia son igualadas. Por consiguiente, tanto en el Antiguo Testamento como con Pablo el significado primario de justicia divina es la fidelidad misericordiosa de Dios a sus promesas de salvación escatológica para su gente a pesar de sus pecados. La justicia de Dios significó su lealtad a sus promesas pactadas.

2. La justicia es el orden de las cosas según la intención divina. Parte de este "orden correcto de cosas" es violado por la misma existencia de los pobres y necesitados y sobre todo de los oprimidos: por consiguiente, si sadaq [la justicia] se establece, Dios debe entregar a estos desafortunados de su difícil condición; Por esta razón, la justicia de Dios llega a ser asociada con los actos libertadores de salvación.

Incluso la justicia de Dios tiende a favor de los pobres y oprimidos. Esto no implica ninguna injusta parcialidad. La justicia nos enseñaría que las personas que han sufrido abstención total deben tener atención especial.

A la madre de una familia numerosa le fue preguntado una vez cuál de sus hijos amaba más. Ella contestó: el que está enfermo, hasta que sana; el que está lejos, hasta que llegue a casa; el que está resentido, hasta que está reconciliado. Esto es así con la justicia de Dios.

3. Otra manera de mostrar que la justicia de Dios se iguala con su misericordia salvadora, es presentar la justicia de Dios siendo fiel a sí mismo. Desde el principio Dios se comprometió a ser apabullantemente amable a las personas indignas. El sería esto porque su amor lo llama a ser de esa manera. Dondequiera que la miseria humana y la necesidad existan, aunque sea auto infligido.

Dios estaría irrevocablemente comprometido con el infeliz. Como Pablo dijo: Si fuéremos infieles, él permanece fiel; El no puede negarse a sí mismo. (2 Tim. 2:13). Por consiguiente, la justicia de Dios puede definirse como Dios actuando por su nombre, que es la manera bíblica de decir que Dios sigue siendo Dios. John Piper cita pasajes tales como Salmos 143:1, 2,: Isaías 43:25: 44:23; 46:13; 48:9-11 y Daniel 9:7. 13-19 para mostrar que la justicia de Dios es su lealtad absoluta por siempre para actuar por su propio nombre y para la preservación y manifestación de su gloria".18

Contrastando el concepto de justicia de Dios y el concepto de justicia occidental. Estamos ahora listos para contrastar el concepto bíblico de justicia y el concepto occidental o latino de justicia. Esto demostrará la verdad en la afirmación de E. R. Achtemeier de que el enfoque bíblico de justicia es "extraño a la mente occidental y en desacuerdo con la comprensión común del término".19

1. No es justicia distributiva. El concepto latino de justicia fue llamado justitia distributiva (justicia distributiva). Esto significó dar a cada hombre exactamente a lo que tiene derecho o se merece. Esto se convirtió en la idea normal occidental de justicia. Esto influyó en la manera en que la iglesia occidental leía la Biblia e interpretaba muchas de las principales doctrinas de la fe cristiana.

La justicia de los actos portentosos de Dios, sin embargo, no esta basado en los méritos o deméritos de las personas. Si eso fuera verdad, los actos de Dios no podrían llamarse actos de justicia. La justicia de Dios esta basada en la veracidad de que lo él ha prometido en su misericordioso pacto. Si Dios es justo, debe ser verídico su compromiso de ayudar y salvar a las desventuradas e indignas personas.

Esta idea bíblica de justicia, primeramente presentada en el Antiguo Testamento, es bella y poderosa por su sencillez absoluta. No obstante, la teología occidental insiste que la justicia debe de algún modo relacionarse con lo que el hombre merece (justicia distributiva).

En orden de preservar esta supuesta justicia de Dios, la teología occidental ha tenido que acudir a la manipulación legal en un acto de expiación, en la que Dios es obligado a respetar el principio de justicia distributiva.

O peor aun, Dios se convierte en un usurero tan celosamente comprometido con el principio de justicia distributiva que debe tener su recompensa (a esto se le llama: satisfaciendo la justicia de Dios) antes de que él pueda perdonar.

2. No es justicia en oposición con la misericordia. En la teología occidental la justicia es lo opuesto a la misericordia. La clásica teoría latina de la expiación -- generalmente considerada como ortodoxa en la iglesia occidental -- está basada en una supuesta hostilidad entre la justicia y la misericordia. Se dice que esta hostilidad entre la justicia y la misericordia fue superada por Cristo, quien reconcilió las prerrogativas de ambos por su muerte en la cruz.

Pero no es difícil mostrar en el Antiguo Testamento que sadaq tiene a menudo el significado de misericordia. A.E. McGrath, por ejemplo, muestras que los traductores de la Septuaginta20 fueron repetidamente obligados a usar la palabra griega eleemosune (misericordia) para traducir el palabra hebrea sadaq.21 Cuando la Biblia se tradujo al latín, se convirtió en "misericordia". Puesto que la fuerza del hebreo original se perdió, hubo una tendencia en poner justicia y misericordia en oposición. McGrath dice: Está claro que una considerable incomprensión del texto del Antiguo Testamento pudo haber repercutido en este punto, quizás resultando en la hostilidad entre la misericordia de Dios y la iustitia [justicia] donde ninguna hostilidad se justifica por el propio texto.22 A la luz de esta evidencia, necesitamos repensar las ideas tradicionales acerca de la cruz "satisfaciendo la justicia de Dios". El gran énfasis en el Nuevo Testamento está en cumplir su antigua promesa acerca de la misericordia y la salvación. No hay aquí hostilidad entre la justicia y la misericordia. Dios satisfizo la justicia haciendo por la pobre humanidad, extraviada y pecadora, todo lo que había planeado desde el principio.

3. No es principalmente una justicia punitiva. La justicia que es distributiva (es decir, dar a cada hombre lo debido) y que es lo opuesto a la misericordia, inevitablemente se iguala con el acto de Dios de castigar a los hombres por sus pecados. Si el perdón se extiende a ellos, es sólo porque el castigo recayó en la víctima sustituible del Calvario.

Lo que recayó en Cristo se llama "justicia" (según la interpretación tradicional de Romanos 3:25, 26), mientras que el perdón concedido al creyente se llama "misericordia". Esta clásica teoría latina de la expiación refuerza la idea de que la justicia de Dios es principalmente punitiva. ¡No es de maravillarse por qué Lutero tembló cuando leyó en Pablo que la justicia de Dios se revela en el evangelio!

Posteriormente, Lutero llegó a ver de la evidencia del Antiguo Testamento que la justicia de Dios es principalmente liberación y salvación. McGrath declara que "el hebreo [sadaq] no puede conllevar el sentido de 'castigo' o 'condenación'.23

E. R Achtemeier dice: La justicia de Yahvéh nunca es solo un acto de condenación o castigo. No hay ningún versículo en el AT en el que se iguale la justicia de Yahvéh con su venganza en el pecador, y ni siquiera Isaías 5:16 o 10:22 debe entenderse de dicha manera.

Porque su justicia es el reestablecimiento a su derecho de quien lo había tomado, esto incluye a la vez el castigo del malhechor; mas el castigo es una parte integral del reestablecimiento. Sólo porque Yahvéh salva, condena. Su justicia es ante todo salvación. Él es un "Dios justo y Salvador".24

Mientras que algunos eruditos discuten (basándose en textos como 1 Reyes 8:32; 2 Crónicas 12:6; Isaías 5:13-17: 10:22; Lamentaciones 1:8 y Daniel 9:13-19) que la sadaq de Dios a veces puede igualarse con la venganza de Dios al pecador, es aun cierto que la sadaq de Dios generalmente tiene el significado positivo de liberación, ayuda y salvación.

Sin embargo la liberación de los oprimidos implica destrucción del opresor. Como Stendahl declara: Cuando el juicio de Dios desciende, es la misericordia a aquéllos agraviados y condenados quienes han errado o que han prolongado su beneficio de hacer mal a otros.25

4. No es una justicia principalmente asociada con la tristeza y condena. La justicia distributiva -- justicia que es opuesta a la misericordia, justicia principalmente preocupada con el castigo a los pecadores, inevitablemente tiene alusiones a la tristeza y condena. El creyente puede cantar de misericordia, pero incluso los ángeles supuestamente tiemblan al pensar en la justicia. En la tradición de la iglesia occidental, justicia y juicio principalmente conllevan la connotación de tristeza y condena. En la Biblia, sin embargo, la justicia de Dios es algo por lo que hay que cantar y clamar.

La gente del Antiguo Testamento a menudo se regocija en canciones de incontenible alegría al experimentar o anticipar la manifestación de la justicia de Dios (Jueces 5:11; Salmos 96:10-13: 97:6-12; 98; 99). El Antiguo Testamento asocia, sobre todo, la justicia con el próximo reino de Dios.

En la Biblia el reino de Dios y la justicia de Dios son virtualmente sinónimos (Mat. 6:33). Si el Antiguo Testamento anticipa el reino de Dios - el reino de justicia - con cantos, qué diremos del Nuevo Testamento que por todas partes anuncia la presencia real de ese reino en la persona del Mesías? ¿No es la inauguración de este reino de justicia celebrada con gran alegría (Lucas 2:10-14) y con comida y bebida? Cuando continuamente Jesús dice que el "reino de Dios es como..." lo podemos sustituir de esta manera: "la justicia de Dios es como..."

Si leyéramos sus parábolas y enseñanzas de esta manera, vigorosamente nos impresionaríamos de que la justicia de Dios es de hecho una sorpresa sobrecogedora que vuelca completamente nuestro humano concepto de justicia.

Notas y Referencias

A menos que se indique lo contrario, las citas de la Escritura son de la Nueva Versión Internacional (Reina Valera 1960 en la traducción)

1. Vea Martín Lutero. "Prólogo a la edición completa de las escrituras latinas de Lutero: Wittenberg, 1545. La profesión del Reformador,: 1V, ed. Lewis W Spitz, La Obra de Lutero, ed. americana. 54 vols. (St. Louis: Concordia Publishing House; Filadelfia: Mulenberg Press. 1955-1975) 34:336-37

18. Vea a John Piper, "La Demostración de la Justicia de Dios en Romanos 3:25,26, "Periódico para el Estudio del Nuevo Testamento, número 7 (Abr. 1980): 2-32. Es lamentable que Piper esté impulsado a argumentar que la justicia de Dios significa fidelidad a su nombre y no fidelidad a su pacto. Las dos definiciones no son mutuamente exclusivas sino necesariamente complementarias, es decir: Dos aspectos de una gran realidad. Por consiguiente, Piper tiene razón en lo que afirma pero está equivocado en lo que niega.

19. Achtemeier, "La Justicia en el AT", Pág. 80.

20. La famosa versión griega del Antiguo Testamento (200 a.C.) fue llamada Septuaginta o LXX porque la tradición sugiere que fue el trabajo de setenta traductores judíos.

21. Vea Salmos 24:5; 33:5; 35:24; 103:6; Isaías 56:1; Daniel 9:24.

22. McGrath, "La Justicia y la Justificación", Pág. 412. McGrath presenta el siguiente cuadro para demostrar que los traductores de la Septuaginta emplearon dos términos principales para traducir sadaq: dikaiosune y eleemosune, la selección depende del aparente significado de sadaq en el pasaje involucrado (Pág. 410):

23. Ibíd., Pág. 411.

24. Achtemeier, "La Justicia en el AT", p 83.

25. Stendahl, "Juicio y Misericordia", p 150

 

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Verdict, R.D.Brinsmead,                                     Verdict

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