Principal - Robert D. Brinnsmead
Religión y mitos
En el conflicto entre la ciencia y la religión, la religión generalmente ha caído en segundo lugar.
La religión se ha visto obligada a ceder terreno cada vez más y más ya sea en el campo de la astronomía, física, biología, geología, historia y literatura. Sería difícil proporcionar un ejemplo donde la religión haya triunfado en contra de la ciencia.
La ciencia tiene que ver con hechos observables y evidencia comprobable. En lugar de actuar en base a la "fe" o creencia, la ciencia procede en base a hacer preguntas y desafiar suposiciones. La ciencia propone una hipótesis, entonces proporciona sólidas razones intentando refutarla. Una hipótesis es aceptada sólo cuando el intento de refutarla ha fallado. La mente científica se exige hacer preguntas, desafiar presuposiciones, dudar.
La visión de una tierra plana se abolió sólo después de que las personas se atrevieron lo suficiente para dudar de lo ortodoxo de la visión.
En la edad media, los hombres sabios discutirían acerca de cuántos dientes tiene un caballo según Aristóteles. Nadie era lo suficientemente irreverente para echar una mirada a la boca del caballo y ver la evidencia por sí mismo.
La religión tiene que ver con la creencia de mitos. Anima a la credulidad. Desalienta la duda, el cuestionamiento, la investigación. Desalienta el método científico.
La religión tiene que ver con la naturaleza y la historia. Puede argüírse que la religión es simplemente el culto a la naturaleza en una forma u otra, y coloca así a los humanos en esclavitud en lugar de dominio de "los elementos del mundo".
Todos los antiguos, por ejemplo, invistieron algún aspecto de la naturaleza - viento, agua, estrellas, fuego, montañas o estaciones especiales (tiempo) - de sagrada importancia.
En otras palabras, la naturaleza fue convertida en mitología.
Ni Moisés ni los profetas ni Jesús ni cualquiera de los grandes líderes del pensamiento humano vinieron con la predicación de una religión. Ellos eran quita mitologías quienes mostraron que las creencias populares eran de hecho idolatría.
Se dice que el cristianismo es una religión histórica. Pero no debemos concluir que está basada en hechos históricos estrictos. Hay una historia allí, pero esa historia ha sido sujeta a mucha interpretación y retoque. Ha sido investida con mucha importancia mitológica.
Los documentos cristianos más viejos y auténticos son el Nuevo Testamento.
Hay dos maneras de aproximarse al Nuevo Testamento. Usted puede hacerlo con una creencia religiosa, es decir puede considerar una visión mitológica del Nuevo Testamento que existe independientemente de cualquier investigación de lo que los documentos dicen por sí mismos. Usted puede tratar al Nuevo Testamento como los "estudiosos" de las edad media trataron la boca del caballo. En vez de echar una mirada a la boca, usted considera una creencia religiosa sobre esa boca poniendo fin al asunto. Decide no mirar, no hacer preguntas, y Dios prohibe que dude de la creencia religiosa.
La otra aproximación es ver lo que los documentos del Nuevo Testamento dicen por sí mismos. Éste es el método científico. Es una ciencia literaria. Emplea no sólo una interpretación gramatical sino una interpretación histórica de leer cada pasaje en su contexto histórico. (Vea mi ensayo de Veredicto de 1983, El método histórico).
Por ejemplo, usted puede acercarse a la Biblia con la creencia religiosa de que está verbalmente inspirada o dictada por Dios Todopoderoso, y que la dejó caer desde el cielo libremente para todas las idiosincrasias humanas, condiciones culturales, contextos sociales, visiones mundiales, etc.
Pero si usted examina los documentos en sus propios términos, verá los aspectos culturales, incluso los aspectos educativos de los diferentes autores exhibidos, mostrando incluso su propia condición social, su educación o falta de ella. Esa parte del análisis literario es fácil.
Usted puede tener una visión religiosa de que el Nuevo Testamento es la palabra de Dios y como tal nunca puede errar o contradecirse. Asume que una parte tiene que estar en armonía perfecta con cualquier otra parte, etc. porque es la inerrante Palabra de Dios. Ésa es una presuposición religiosa. Es una visión mitológica impuesta en el Nuevo Testamento. Si usted toma un documento del Nuevo Testamento individualmente, no encontrará ni una firme evidencia de que el escritor (o escritores, quizás editores) hagan tales afirmaciones. No dan ninguna evidencia de estar conscientes de que están escribiendo Escritura Santa. No claman infalibilidad. No afirman que su producción literaria es "La palabra de Dios", la iglesia en ocasiones ha afirmado esto de dichos documentos, pero los documentos por sí mismos detienen rápidamente la afirmación de su condición de canon santo.
Paul Achtemeier (La inspiración de la escritura) dice que tenemos que ver que el Nuevo Testamento es el producto de la iglesia primitiva. La mayoría de los autores nos son desconocidos. Los diferentes libros fueron producto de comunidades diferentes. Cada libro no sólo refleja las circunstancias históricas sino la teología y el eclesiología de cada comunidad.
Dios no escribió la Biblia. ¡La iglesia lo hizo! Algunos libros posiblemente fueron compuestos por un grupo entero de personas. Necesitamos dejar de pensar en términos de un escritor individual inspirado y pensar en los libros como el producto de comunidades inspiradas. Así que la iglesia escribió el Nuevo Testamento y ella misma lo canonizó. ¡Despierten por amor de Dios! La Biblia no es un reflejo de la autoridad de Dios sino de la autoridad de la iglesia. Todas las afirmaciones que se han hecho alguna vez de la Biblia y sobre la Biblia, incluso de cuáles libros están incluidos en el canon, recaen en la autoridad de la iglesia.
¡La iglesia no fue tan infalible entonces más de lo que ahora es!
El Protestantismo clásico tiene la creencia religiosa (mitológica) de que única y solamente la Biblia es la regla autosuficiente de fe y costumbres.
Pero si usted permite que la Biblia hable por sí misma verá que no hace tales afirmaciones. No siempre es claro si algunas órdenes o requerimientos son temporales o permanentes, si aplican para personas históricas en una situación histórica o para todas las personas en todas las situaciones; también calla en muchos problemas sociales y éticos que enfrentamos hoy nosotros.
En cuanto a las grandes doctrinas como la encarnación, trinidad, expiación, etc., si hubieran sido siempre claramente declaradas en la Biblia como se ha afirmado a menudo, por qué la iglesia en todas las edades recurrió a los credos. Los credos, se dice, contienen lo que la Biblia enseña. Así que cuando las personas creen lo que dice el credo de Atanasio y lo que dice sobre la Trinidad, van a la Biblia y seguramente encontrarán los textos que confirman el credo de Atanasio. Los Adventistas del 7º Día también hallan sus 27 creencias fundamentales en la Biblia, incluso la idea de un "juicio investigador" que empezó en el cielo en 1844, mientras que los Testigos de Jehová pueden hallar que Jesús vino secretamente en 1914 - "todo se dice claramente en la Biblia".
El hecho es que cualquiera puede encontrar en la Biblia exactamente lo que desea encontrar según sus inclinaciones religiosas.
La Biblia como tal, según la Biblia, no es la palabra de Dios. La palabra de Dios es Dios y es objeto de adoración. La Bibliolatría es una forma de idolatría - el culto de la naturaleza.
La palabra de Dios es espíritu y vida y sólo puede revelarse en y a través de una persona. La persona viviente es el sitio donde Dios se revela. El Nuevo Testamento declara que la persona que revela a Dios es Jesucristo. En un sentido secundario, la palabra de Dios sobre todo en el libro de Hechos es el mensaje oralmente proclamado acerca de Cristo. (También vea Romanos 10:8 "la palabra de fe que predicamos"). La escritura es un testimonio o testigo de la revelación.
El judaísmo era la religión del libro - diversamente llamada ley o escritura (grafe) o carta (gramma) o bien texto escrito. A veces se dice que la Escritura consiste en la Ley, los Salmos y los Profetas, pero a veces la ley significa cualquier parte de la escritura del Antiguo Testamento como en Juan 15:25. (También vea Gálatas 3:22,23 y Gálatas 4:21-30 donde la ley se iguala con la Escritura).
Jesús no escribió escritura alguna, ni él ordenó a sus discípulos a que la escribieran. En ninguna parte Jesús, sobre todo en su último discurso en Juan 13-16 ordena a sus seguidores a que vivan de o por la Escritura. Y tampoco Pablo en ninguna de sus cartas exhorta a los cristianos a estudiar o vivir por la Biblia.
Para los primeros cristianos Jesús era la Palabra viviente, Luz, Pastor, Pan, Agua etc. y todas esas cosas que el Judaísmo ha afirmado para la ley (vea el Salmo 119). Los primeros cristianos existieron, se esparcieron y prosperaron sin un libro, sin un Nuevo Testamento. No era, como el protestantismo posterior, una religión de Libro. El Cuarto Evangelio repudia una religión de Libro. (Vea Juan 5:39)
Pablo también repudia una religión de Libro, ley o letra que son lo mismo. (Lo que Pablo llama letra en Romans7:6, Timoteo lo llama "Santa Escritura").
La herejía de los Gálatas fue la reversión a una religión de libro, letra, ley.
II Corintios 3 es un repudio de vivir por el gramma - el texto escrito. ¡Cuando Pablo dice "no estar bajo la ley" significa no estar bajo el gramma, grafe, Toráh! Así que tanto para Pablo como para "Juan" la palabra de Dios no se iguala con el texto escrito. Ser guiado por el Espíritu (Gál. 4:22) no es vivir una religión de libro. En ninguna, pero en ninguna parte, ni Jesús ni "Juan" ni Pablo defienden algo que se acerca al Sola Scriptura ("solamente la Biblia", en latín) protestante que realmente es un tipo del redivivus Judaico. Este tipo de religión realmente ha hecho a la Biblia su Cristo, y tiene que ser dicho que aquéllos que hacen estas increíbles afirmaciones de la Biblia son realmente muy pero muy ignorantes de lo que la Biblia afirma de sí misma.
Jesús, "Juan" y Pablo realmente quitaron mitos a la Biblia y el protestantismo se los volvió o poner.
Pero de cualquier modo eso es la religión, la creencia de mitos.
Desenmascarando el mito de la Biblia
El problema con las personas que toman en consideración todos estos mitos acerca de la Biblia, no es que tomen a la Biblia muy en serio; no la toman muy serio. No permiten que la Biblia hable por sí misma. No leen ni entienden por lo que dice.
¿Por ejemplo, cómo puede algún adventista que cree que Jesús inició una nueva fase de su ministerio en el santuario del cielo en 1844 leer el libro de Hebreos del Nuevo Testamento en serio?
O cómo puede un sabatario leer a Pablo en serio. Cualquiera con incluso un conocimiento rudimentario de la temprana cristiandad gentil y el mundo socio - económico del Imperio romano (con esclavitud y sin semana de 40 horas laborables) tiene que comprender que los cristianos gentiles no fueron sabatarios de cualquier tipo o color. Pero si usted cree plenamente en el sábado, se asombrará de lo que puede hacer con Pablo.
Ahora, aquéllos que no creen que el Nuevo Testamento se contradice a sí mismo pueden leer en un lugar que la última cena de Jesús era la comida de Pascua o bien justamente lo opuesto en el libro de "Juan", que no fue la comida de Pascua. Sin embargo los apologistas harán un par de cambios y ¡he aquí! que "Juan" y los evangelios sinópticos estarán de acuerdo. Ellos se niegan a ver cosas obvias: En Mateo y Lucas las historias del nacimiento son mutuamente exclusivas. (Trate de colocar el viaje a Egipto en la historia de Lucas. ¡Es imposible! O trate de colocar los 40 días de tentación en la cronología del cuarto evangelio. No hay espacio para él.)
En los sinópticos, Jesús se presenta no aceptando ningún título, por supuesto ninguna afirmación de divinidad. En el cuarto evangelio él repetidamente da largos discursos sobre su divinidad. En los evangelio sinópticos, Jesús se niega totalmente a dar una señal, pero en "Juan" nunca deja de dar señales. En los primeros él habla continuamente en parábolas, pero en el segundo no hay una sola insinuación de parábolas.
Es degradar a Dios, el sugerir que su Palabra está contra toda prueba en todas las contradicciones, errores históricos e idiosincrasias interpretativas de los escritores de la Biblia. La pura verdad es que el Nuevo Testamento fue escrito primero por la iglesia y después lo reunió y canonizó. No es ninguna revelación. No es la palabra de Dios. Los documentos son el testimonio de la iglesia a la palabra de Dios. Es el testigo de la iglesia a la revelación dada a Jesucristo.
Dios es sobresaliente, transciende más allá de nuestros pensamientos e imaginación. La revelación del Dios infinito, inconcebible e impronunciable no puede encerrarse en un libro. Su palabra es espíritu y vida que sólo puede revelarse en espíritu y vida de carne y sangre.
La afirmación de que la palabra de Dios puede ponerse en un frío texto da bastante pena; pero seguir y decir que el texto tiene que ser disecado, analizado y hacerlo objeto de análisis literario, es blasfemo. Una cosa que el análisis literario científico ha logrado, es que ha demostrado ampliamente la tontería de llamar a la Biblia la palabra de Dios.
Más aún, decir que cualquier texto escrito es la palabra de Dios es reducirla a la simple definición y proposición. La palabra de Dios es Dios (Juan 1:1) y no una propuesta sujeta a definición. Los documentos del Nuevo Testamento no hacen ninguna blasfema afirmación de sí mismos.
Ellos son el testimonio de la iglesia a la palabra de revelación que no se encuentra en un libro sino en una persona. "Dios se manifestó en la carne". "El Verbo se hizo carne". ¡En ninguna parte la iglesia primitiva sugiere que la palabra se hizo Libro!
Esto nos hace reflexionar en el debate católico - protestante. Por supuesto los católicos tenían razón cuando dijeron que la iglesia produjo la Biblia y que la aceptación de la autoridad bíblica es la aceptación de la autoridad de la iglesia.
Los católicos han defendido que la autoridad de instrucción de la iglesia viviente debe estar junto a la autoridad de instrucción de la iglesia antigua, dada en la Biblia. Ambas son tradiciones de la iglesia. En los documentos del Nuevo Testamento había, como en todo testimonio histórico, ventajas y desventajas al estar cerca de un gran acontecimiento en la historia. A través del Nuevo Testamento la iglesia del primer siglo dio su interpretación al suceso de Cristo. Así, toda la iglesia contemporánea refleja mucho más el significado del acontecimiento de Cristo. Todo descansa en la autoridad de la iglesia.
Muchos cristianos rechazan la infalibilidad del cargo que tiene la iglesia en la enseñanza. Pero ellos apoyan la infalibilidad por el Nuevo Testamento de la iglesia. Esto es incoherente y por supuesto no permanecerá de pie para su escrutinio.
Católicos y protestantes se han equivocado en su búsqueda de una autoridad vertical para vivir, porque todo las autoridades verticales son, por su propia naturaleza, inhumanas y malvadas. Debemos respetar el testimonio de la iglesia de la era del Nuevo Testamento, pero no más de lo que merece cualquier testimonio humano.
La Eclesiología (culto de la iglesia) y la Bibliolatría (culto de un libro) son en realidad la misma cosa. No son más que objetos de culto. Como toda religión, de una forma u otra son versiones cristianas del culto a la naturaleza. El mito de la Biblia infalible y el mito de la iglesia infalible forman un dios que niega un mito deshumanizador.
Para cualquier información, por favor escriba a:
Verdict, R.D.Brinsmead, Verdict
Duranbah Road, por Robert D. Brinsmead
Duranbah NSW,
2487 Australia.