Principal - Robert D. Brinnsmead

El escándalo de Yeshúah Ben Adam  VI

Ningún hogar (excepto...)

  

Las estructuras restrictivas no son el hogar de ben Adam 

La visualización de la libertad y progreso humano 

  

Ningún hogar (excepto...)   

"...Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza", (Lucas 9:58).  

Ésta no es una triste declaración de un hombre que lamenta su pobreza. Nada de eso. Como los otros dichos del "hijo del hombre", este también viene de un hombre que está consciente de que ser humano le hace ser un hijo de Dios, el heredero y señor de todas las cosas.   

"Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:", (Salmos: 8:4-6).  

En su relato de la creación, el Antiguo Testamento distingue claramente entre el reino animal y el reino humano.   

"Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. 

"Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.  

"Y los bendijo Dios, y les dijo... señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra...", (Génesis 1:26-30).   

En nuestro último capítulo vimos cómo el orden humano de libertad, amor e igualdad no es natural. El pasaje de creación arriba citado también muestra que el orden humano no es natural. Al ser una reflexión de la imagen y semejanza de Dios, es sobrenatural.   

Nuestra declaración inicial de Yeshúah ben Adam nos hace regresar a éstos pasajes de la creación. También traza una distinción entre el reino animal y el reino humano, entre los zorros y las aves por una parte y el hijo de hombre por la otra.  

Los animales y las aves cavan agujeros o hacen nidos en un territorio muy definido. Son extremadamente territoriales en sus hábitos. Son prisioneros de un cierto espacio. Biólogos han mostrado que este "hogar territorio" es más importante en el reino animal que incluso el instinto sexual.   

Si los zorros ubican su hogar y su seguridad en agujeros en la tierra y si las aves encuentran su hogar y su seguridad construyendo nidos, ¿dónde está el hogar del viceregente de Dios y dónde está la seguridad de aquel que está hecho a imagen y semejanza de Dios?    

Yeshúah ben Adam declara que el hijo del hombre no tiene en ningún lugar donde su cabeza reposar. Quizás hizo esta enigmática declaración con una gran sonrisa, con la misma que sonrió al relatar las enigmáticas historias para satirizar la sabiduría convencional. La manifestación nos dice mucho más que el simple hecho de que fue un viajero que iba de un lugar a otro. Nos dice que aquel que acepta el llamado de ser humano como Dios pensó, es un espíritu viajero, una persona libre y peregrina.   

El desconocido autor de Hebreos urge a los cristianos a ser viajeros como Yeshúah ben Adam. Así como él fue crucificado "fuera de la puerta", deben dejar la seguridad de la ciudad e ir "fuera del campamento" del judaísmo. (Cró. 13:12,13). El escritor también usó modelos del Antiguo Testamento para esta viajera comunidad de fe. Abraham actuó como el primer gran viajero. Dejó atrás la seguridad de la ciudad llamada Ur. "Por la fe Abraham... obedeció para salir al lugar... y salió... morando en tiendas...". Luego los israelitas "abandonaron Egipto" y se volvieron viajeros en el desierto. Una gran multitud de personas "errando" como viajeros debido a su fe. (Vea Hebreos 11).   

Obviamente Yeshúah no teniendo ningún hogar físico e ir de lugar en lugar, es una vida alegórica que apunta a la realidad más profunda de ser un espíritu viajero que es libre y peregrino. Mucho más significativo que las casas que construimos para refugiarnos de los elementos, son las estructuras de perspectiva general religioso-filosóficas que construimos para nuestra seguridad. Con esto construimos instituciones, culturas y civilizaciones. Son una expresión de nuestra perspectiva general y de nuestro sistema de valores. Como Paul Tillich brillantemente expresó:   

"La religión como asunto final es el significado, la esencia, de la cultura, y la cultura es la totalidad de formas en que la preocupación básica de la religión se expresa a sí misma. Abreviando: la religión es la substancia de la cultura, la cultura es la forma de la religión". (Teología de la cultura, p. 42).   

Cuando la humanidad construye estas estructuras donde encuentra seguridad y permanencia, los humanos no resisten su tremenda libertad como cocreadores en Dios en el viaje del desarrollo del universo. Comparado con el destino de Dios para ellos, sus endebles estructuras son como agujeros excavados por animales o frágiles nidos construidos por aves. Sus estructuras los aprisionan en un territorio restringido.    

Los detienen en su desarrollo y avance a través de la historia. La sociedad humana dentro de estas estructuras reflejan el orden vertical del reino animal, con estructuras de poder jerárquicas que tienen sus leyes del más fuerte, de dominación y sumisión. Se tornan jaulas de esclavitud y opresión humana; son barreras al progreso y desarrollo humano.   

Las estructuras restrictivas no son el hogar de ben Adam   

Yeshúah ben Adam no encontró una hogar en ninguna secta. No encajó con los esenios, fariseos, zelotes, sacerdotes o rabinos. Ni encajó en ninguna escuela de pensamiento, ya sea la escuela del gran rabino Hillel, el filósofo Filo o la escuela de los Cínico que tenían muchos adeptos en aquellos días.    

Pudo haber tenido algunas cosas en común con alguno de esos grupos, pero como el nombre ben Adam sugiere, se identificó con toda la humanidad sin tomar en cuenta su grupo étnico, religión o género. No apoyó ninguna justicia tribal. Su visión fue demasiado transcendente para cualquier secta. Las estructuras sectarias hacían a las personas tan xenófobas como las criaturas que cavan madrigueras o construyen nidos. Fueron esencialmente antihumanas, no fueron el hogar para el humano a la imagen y semejanza de Dios.   

Yeshúah ben Adam no encontró un hogar en ningún grupo exclusivo. Si su pequeño grupo de apoyo hubiera tenido el suyo, habrían creado su propio grupo exclusivo. Simultáneamente encontraron a un hombre ministrando a las personas en el nombre de ben Adam. "...hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es", (Lucas 9:49,50).   

Yeshúah reconoció que ningún grupo podía monopolizar el espíritu humano sobrenatural más de lo que podrían restringir que el espíritu de Dios obre en la pequeña madriguera o nido. Los amigos de Yeshúah pensaron que sólo un grupo de personas podía trabajar en el nombre de ben Adam, cuando todo el que responde al espíritu de Dios y actúa de una manera humana, es un ben Adam en su propio derecho.   

Yeshúah ben Adam no encontró un hogar en ninguna institución, ni vieja ni nueva. Nada podría ser más alejado de la verdad que la propuesta de que Yeshúah reemplazó el judaísmo con el cristianismo. Otros construyeron una institución llamada cristianismo, pero el viajero ben Adam no tuvo nada que ver con eso. La misma naturaleza de una institución es ajena a su espíritu viajero.   

A menudo, para su desánimo, los amigos cercanos de ben Adam encontraron que él no se quedaría en un lugar lo suficiente como para consolidar un interés. Habrían tomado medidas para organizar el movimiento. Pero él siempre seguía adelante. Una vez sus tres amigos más íntimos tuvieron una experiencia reveladora con Yeshúah en una ladera de la montaña. Ellos quisieron construir un tabernáculo o algún tipo de monumento para capturar la gloria del momento. Pero ben Adam, el viajero incorregible, no lo aceptó.   

Dado su comprobado espíritu viajero, debe dudarse que dio cualquier paso para organizar la iglesia ordenando a doce apóstoles. Eso representa en el Antiguo Testamento la tradición de las doce tribus y sugiere que la organización de la iglesia cristiana, como la nueva Israel, empezó con Yeshúah ben Adam. Sugerimos que este fue el proyecto de iglesia, según su propio entendimiento, de la segunda o tercera generación después de Jesús, recordando las palabras y acciones de Yeshúah ben Adam. Ciertamente el relato de Mateo acerca de Pedro recibiendo el papel de apóstol principal, está totalmente fuera del carácter de un reino igualitario de ben Adam, (vea Mateo 16). Todo el concepto de que ben Adam inició una nueva jerarquía gobernada por la silla de San Pedro, es una distorsión monstruosa de todo el carácter y enseñanza del gran viajero.    

Yeshúah ben Adam no encontró un hogar en ninguna tradición escrita.    

El primer paso para formar una institución es escribir algo. El judaísmo se fundó en base a un código escrito y al sagrado texto que su forma final la dio el sacerdote Esdras en el siglo V a.C.  Mas sin embargo, Yeshúah ben Adam no escribió nada, ni instruyó a sus apóstoles, testigos presenciales,  a escribir algo. Increíblemente, nadie intentó registrar su vida y enseñanza sino hasta la segunda o tercera generación después. El Nuevo Testamento no contiene ningún relato de testigos presenciales de Yeshúah ben Adam. Los eruditos bíblicos generalmente están de acuerdo en que los evangelios se escribieron entre los años 70 y 100 d.C.    

La única explicación a la renuencia de Yeshúah para escribir algún documento para su nuevo reino se encuentra en su carácter itinerante. Vislumbró con demasiada claridad que un texto frío, como un cadáver, es un mal vehículo para su espíritu. Aun más, un texto fácilmente se convierte en una ley que impide cualquier crecimiento o desarrollo. Apaga el espíritu itinerante que es libre y peregrino.   

Las enseñanzas de Yeshúah contienen algunos aforismos inolvidables (dichos ingeniosos) y parábolas. No son prescriptivas, no es un nuevo código de ley. Transmiten un nuevo espíritu, actitud y enfoque mundial que es como una brújula para nuestro viaje mas que un mapa para el camino.   

Yeshúah habló en la tradición y espíritu de los profetas del Antiguo Testamento. Su mensaje tampoco fue prescriptivo. En lugar de que contuviera un código legal, los profetas fueron críticos del ayuno, fiestas y rituales sacrificatorios. La suya fue una nueva visión para la humanidad que transcendió a la piedad ritual o a la justicia tribal. Hablaron de una hermandad universal de justicia, misericordia y amor. Los profetas transmitieron la mayoría de sus enseñanzas en poesía. La poesía fue el medio mejor para llevar el espíritu de la palabra de Dios, pero la poesía nunca intentó ser interpretada según un estricto literalismo.   

Los profetas fueron hombres poderosos del espíritu. Significaron un gran salto en la conciencia humana, un cambio de paradigma en el pensamiento humano con legalismo, ritualismo y estrecho tribalismo trascendentes *. Como todos los grandes líderes carismáticos que iniciaron un movimiento en la historia mas no una organización religiosa. No enseñaron cómo ser religiosos, sino cómo ser humanos.    

Los sacerdotes de Israel fueron los integrantes de la organización religiosa. Esdras representa la tradición sacerdotal y diseñó el código legal en su forma final y se convirtió en el padre del Judaísmo.    

El código de pureza, las regulaciones festivas y las leyes sacrificatorias fueron dadas en su forma final en el tiempo de Esdras. Este elaborado código legal detallado apagó el espíritu profético, convirtió el movimiento de los profetas en una organización conocida como judaísmo, y eficazmente destruyó el espíritu itinerante de Israel.   

Ser un profeta del Antiguo Testamento era un verdadero riesgo de trabajo. Usualmente fueron perseguidos y muertos por los sacerdotes de la organización. Yeshúah ben Adam se mantuvo en la tradición de los profetas tanto en mensaje como en espíritu. Como los profetas, también criticó la tradición sacerdotal o legal, así que no es sorpresa que recibiera el mismo trato de ellos.   

Nada tergiversa mas las enseñanzas de Yeshúah ben Adam que la conversión del Nuevo Testamento en un nuevo código legal o una carta constitucional de una nueva organización religiosa. Fue el espíritu libre de Yeshúah que motivó a Pablo a declarar: "Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley (el código escrito, la letra de la escritura, etc.)." (Gálatas 5:18; 3:24-25; Romanos 6:7; Efesios 1:15).   

Yeshúah dice que el ser humano debe seguir siendo Señor sobre todas las regulaciones religiosas, en lugar de esclavizarse y deshumanizarse por ellas. (Marcos 2:27,28). Nunca dijo algo que diera el más ligero apoyo a la idea de que los seres humanos deban usar la escritura como un rígido libro de reglamentaciones.   

Yeshúah ben Adam no sólo fue un espíritu itinerante, sino que al no escribir algún nuevo documento para reemplazar la Torá judía, y al resistirse cualquier intención de crear una nueva organización religiosa, comunicó que quería que la Iglesia permaneciera como una comunidad itinerante, peregrinando y abierta al futuro. Su reino de libertad humana, de amor e igualdad, no encuentra lugar en ninguna secta, grupo exclusivo u organización. Ningún código escrito o credo ortodoxo, tiene posibilidad de ser el documento de su reino.      

La visualización de la libertad y progreso humano   

Todos sabemos que la iglesia cristiana rápidamente perdió su carácter itinerante. No continuó siendo un movimiento de personas libres en un viaje a través de la historia. Sería difícil encontrar una institución tan temerosa y hostil a la libertad humana como la iglesia. La tolerancia religiosa básica no fue ni siquiera una opción considerada por católicos o protestantes hasta que fue forzada, a pesar de ellos, por los acontecimientos de la historia moderna durante el reinado de la reina Victoria y durante los orígenes de la nación norteamericana. Y generalmente hablando, la Iglesia fue una organización inclinada a resistir la mayoría de los tipos de progreso humano ya sean en derechos democráticos, ciencia o diversidad de ideas. Para abreviar, sería difícil pensar en una institución tan alejada al espíritu itinerante de Yeshúah ben Adam que la iglesia cristiana.   

Para apreciar lo que implica recuperar el espíritu itinerante de libertad y peregrinaje de ben Adam, necesitamos remodelar el asunto a la luz del gran enfoque cósmico. El panorama general nos presenta una visión excitante de lo que significa ser humano.   

Nuestro universo ha evolucionando por un enorme periodo de tiempo. Ahora, con los telescopios disponibles no sólo podemos ver a través de 12 mil millones de años luz de espacio, sino a través de 12 mil millones años atrás en el tiempo, hasta  ver la explosión de supernovas y el desarrollo de los agujeros negros más grandes que el tamaño de un millón de soles. Podemos contar 400 mil millones de galaxias, y todavía la creación no termina porque vemos la evidencia de un universo que se expande.   

Cada átomo en esta inmensa extensión de materia es como un universo de espacio interno, con neutrones y electrones en movimiento constante a velocidades que desafían la imaginación. Los científicos ahora especulan sobre las super cadenas. Estas partículas sub atómicas son tan pequeñas que miles de millones pueden bailar en la cabeza de un alfiler. "Hemos aprendido", dice Freeman Dyson, "esa materia es cosa rara". (Infinito en todas las Direcciones, p. 18).   

Así, aproximadamente hace 3 o 4 mil millones de años, la vida apareció por primera vez en este planeta. Fue como si todo los poderes del cosmos hubieran conspirado durante varios miles de millones años para crear las asombrosas condiciones que simplemente eran adecuadas para el surgimiento de la materia viva.   

La base de toda vida, si de planta o animal, es la célula viviente microscópica. Aunque conocemos de su núcleo, sus genes y cromosomas, y su ADN, su vida y función interna aun es un misterio más allá que la habilidad de la ciencia pueda reproducir. Estas células se organizan así mismas en colonias de miles de millones de células para crear una criatura viviente cuyos atributos son aun mas   asombrosos. Sin pensamiento consciente o planeación, un enjambre de abejas establece una compleja organización con sorprendentes habilidades de comunicación y navegación. La mariposa monarca realiza proezas de vuelo y navegación muy sorprendentes. Actuando al azar, espontáneamente, sin la libertad que trae la inteligencia consciente, la naturaleza tiene éxito estableciendo un total equilibrio y armonía simbiótica a pesar de sus conflictos y conducta rapaz.   

Mas aun, existe una maravilla que excede todas las demás maravillas creadas. "El hecho más asombroso en el universo", dice Dyson, es la "totalmente misteriosa... mente".  La mente "se ha establecido a sí misma, como una fuerza moviente en nuestra pequeña esquina del universo. Aquí, en este pequeño planeta la mente ha infiltrado la materia y ha tomado el control". (Ibídem p. 118).   

En la mente humana, o espíritu, este orden evolutivo creado se ha dado cuenta de sí mismo. "Somos los ojos del universo; la pequeña pieza conocida más despierta del cosmos", dice Teilhard de Charden.    

El ser humano tiene auto conocimiento, auto conciencia y auto determinación. Ninguna ciencia ha podido alguna vez explicar, o explicará, el misterio de la conciencia humana. Aunque el cuerpo y cerebro humanos están compuestos de la misma materia ("materia misteriosa") que compone a las estrellas, la tierra y las células de toda materia viviente, la mente humana es también superior y distinta al orden creado.   

La mente humana puede visualizar y pensar sobre cosas del pasado distante o del futuro lejano. No sólo transciende el tiempo sino también el espacio. Su imaginación e inteligencia probada puede visitar las grandes galaxias, supernovas y agujeros negros cuyo tamaño es millones de años luz. La mente también puede entrar en el mundo del espacio interno para "ver" super cadenas que son más pequeñas que el núcleo de un átomo por cuánto el átomo es lo más pequeño del mundo entero. La mente puede dividir el átomo y liberar su enorme energía. Puede estudiar huracanes y tornados y trabajar para controlarlos. No solo ha inventado una manera de volar por el cielo más alto y más rápido que las aves, sino hasta el espacio mismo. La tecnología de comunicación y las computadoras, tan sólo una extensión de la mente humana, es asombrosa.   

Lo verdaderamente admirable no es qué tanto la raza humana ha caído, sino cuánto ha progresado en tan poco tiempo desde el nacimiento de la conciencia humana. Ya que si representáramos la historia del universo con un reloj de 12 meses, entonces la persona con consciencia humana habría llegado en los últimos cinco minutos antes de la medianoche del 31 de diciembre.   

Debemos repetir aquí lo que encontramos en nuestro capítulo anterior (Ningún Dios en lo alto): El orden humano es distinto del orden natural. Necesitamos decir esto terminantemente en nuestra época cuando la visión mundial de los antiguos cultos de naturaleza paganos, son revividos por cultos medioambientalistas modernos. El culto a la naturaleza se ha vuelto una religión popular de nuevo. Quién no ha escuchado este tipo de sabiduría convencional:   

"La madre naturaleza sabe mejor" 

"Si es natural debe ser bueno" 

"La naturaleza lo hace mejor" 

"La naturaleza es sabia" 

"Debemos obedecer a la madre naturaleza" 

"No puede mejorar la naturaleza"    

La belleza y sabiduría que la naturaleza ha adquirido en sus 3 o 4 mil millones de años de evolución, no debe deslumbrarnos en sus deficiencias. Aquí hay una lista parcial:   

La naturaleza es ciega, irreflexiva e inconsciente. 

La naturaleza actúa al azar, sin planear o prever. 

La naturaleza es insensible y cruel. 

La naturaleza es un orden brutal, un campo de muerte en donde el fuerte sobrevive para comer, dominar o destruir al débil. 

La naturaleza es el dominio de predadores y parásitos. 

La naturaleza ofrece enfermedades que lesionan y matan. 

La naturaleza comete errores genéticos que producen sufrimiento humano. 

La naturaleza ha exterminado el 99% de todas las especies que han vivido en esta tierra, todo antes de la llegada de la especie humana. 

La naturaleza es a menudo una fuerza destructiva, hostil, que produce volcanes, huracanes, maremotos y terremotos.    

Se ha puesto de moda en algunos círculos hablar de homo sapiens como un verdadero desastre para el ambiente. Los nuevos cultos que veneran a la naturaleza aman a los árboles y animales, pero portan una antipatía real hacia la especie humana. Lo que siempre critican de manera especial es el enfoque del Antiguo Testamento de que los humanos son distintos y superiores al orden natural. Además de exagerar los impactos humanos perjudiciales en la tierra (que son diminutos comparados a las fuerzas destructivas de la naturaleza) e ignorando los frutos positivos del progreso humano, los adoradores de la naturaleza no pueden apreciar cuánto necesita la naturaleza del beneficio de la inteligencia humana.   

La naturaleza necesita de la inteligencia humana. A través del desarrollo espontáneo, al azar, la naturaleza ha llegado al punto donde necesita modificación, corrección y dirección inteligente en el futuro.     

La inteligencia humana empezó a modificar el ambiente con fuego y calor. En sólo unos miles de años, la tecnología ha llegado. El cultivo de plantas y la domesticación de animales ha aumentado grandemente los suministros naturales de comida. La inteligencia humana ha eliminado muchas enfermedades. La psicología y psiquiatría son relativamente nuevas ciencias, pero han progresado grandemente en el entendimiento y alivio de enfermedades mentales. El promedio de vida del humano se ha alargado y la calidad de vida ha mejorado por mejores normas de vida, educación, comunicación, transporte y tecnologías de información.   

En años recientes hemos visto un progreso alentador en las tecnologías que mejoran el ambiente disminuyendo el impacto humano en él, en la reforestación y la preservación de especies en peligro de extinción amenazadas así como la mejora de otros. No desestimemos lo que el desarrollo del Arroz Milagroso hizo por la raza humana.   

Con seguridad, se han cometido errores cumpliendo el mandamiento de presidir sobre la naturaleza. Sin embargo, necesitamos recordar cuánto progreso se ha logrado en un corto tiempo en la historia. ¡La especie humana apenas se ha puesto las botas!   

Lo sorprendente en la mente humana no es su ignorancia y debilidad, sino su sabiduría y poder. Es esto lo que debemos temer, pero también confiar, porque puede abusarse del poder y conocimiento humano,  así como usarlos. Los hechos sorprendentes continúan, la mente humana tiene una capacidad y un potencial que en las palabras de Freeman Dyson, es: "infinita en todas las direcciones". ¡Por supuesto que la humanidad está por encima de la naturaleza! Es superior a los agujeros negros y estrellas. Es la imagen y semejanza de Dios con un destino un "... poco menor que los ángeles... " (vea Salmos 8:3-6).   

Hay dos atributos humanos que claramente distinguen el reino humano del resto del reino biológico. Éstos son: libertad y progreso.    

La libertad es la condición indispensable del ser humano. La naturaleza no es libre. Sólo puede actuar como ha actuado porque no tiene ninguna inteligencia consciente. No responsabilizamos moralmente a un perro por robar carne de la carnicería. Nosotros somos responsables por nuestras acciones, porque somos libres. Juzgamos que los nazis que fueron colgados en Nuremberg fueron libres de no seguir órdenes inhumanas. Si fueron forzados a hacer lo que hicieron por factores más allá de su control, no habrían sido culpables por cometer actos inhumanos. Podríamos tener una naturaleza biológica que nos predisponga a codiciar, a la irresponsabilidad sexual, incluso a la conducta rapaz, pero porque tenemos una mente humana somos libres para no obedecer nuestros instintos biológicos. Somos libres inclusive de hacer cosas imprevisibles. Es esta libertad la que nos hace personalmente responsables de nuestras acciones.   

También es esta libertad la que hace posible la calidad moral de valor, fortaleza, bondad y amor. Sin libertad, no podríamos ser responsables de lo bueno o lo malo. Simplemente seríamos animales de gran cerebro obedeciendo ciegamente órdenes de lo alto, ya sea si son órdenes de nuestros propios genes u órdenes de un animal más dominante en la jerarquía de autoridad.   

Esta libertad humana es también la libertad para aprender, desarrollar y progresar. Es muy claro que desde el nacimiento de la conciencia humana, la raza humana ha estado en un viaje en términos tanto de desarrollo de conocimiento como la conciencia humana. Mientras que los animales continúan viviendo exactamente como lo hacían hace miles hace años, la especie humana hoy con computadoras, satélites y tecnologías de comunicación vive muy diferente al hombre primitivo. Ha habido un desarrollo paralelo de la conciencia humana.   

Este espíritu itinerante, el espíritu de ser libre y peregrino, no es natural. Es superior a lo natural. Es sobrenatural. Es la imagen y semejanza de Dios, porque Dios también es libre y peregrino. Su creación aun no termina. Él ha creado a la humanidad a su imagen y semejanza para participar con él en la creación continua y en este viaje a un futuro libre y por consiguiente, humano. Es precisamente libre porque Dios y su colega son libres. Es un viaje de descubrimientos con posibilidades que son "infinitas en todas las direcciones".   

Hay una encantadora historia en el Antiguo Testamento acerca de Dios que consulta con Abraham de lo que debería hacerse con Sodoma. Transmite la idea de Dios en el viaje en la historia con la humanidad. El evangelio de Juan llama al espíritu divino "paracleto". Paracleto quiere decir uno que viene a estar de pie junto a nosotros. Lejos de ser alguien que grita ordenes desde arriba, baja a nuestro nivel, a nuestro lado. Según Juan este espíritu nos dice también: "Ya no os llamaré siervos... pero os he llamado amigos...". (Juan 14: 26; 15;15, 26)   

Cuando consideramos que esta libertad de un peregrinaje con Dios es nuestro llamamiento y destino, ¿Por qué debemos intentar encontrar nuestra casa, nuestra seguridad, nuestro lugar de descanso en un sistema religioso restrictivo, una prisión sectaria, un credo ridículo, o en cualquier otra ideología u organismo?. Todo esto debe parecer como las madrigueras endebles y nidos del reino animal al que podemos descender fácilmente cuando perdemos la visión de ser libres y peregrinos con Dios.   

¿Es Dios un católico que habla latín? ¿Es protestante, un anglosajón blanco? ¿Es Dios, cristiano? ¿Es Dios, judío? ¿Es Dios, musulmán? ¿Es varón? ¡Por supuesto que no es ninguna de estas cosas! ¿Puede ponerse en una caja sectaria? ¿Puede atarse a un credo religioso? Aunque la Iglesia salmodiaba sus credos y resistía a la ciencia y al progreso humano, Dios manifestó su libertad saliendo de todas las estructuras religiosas para inspirar a los hombres libres a iniciar una edad de esclarecimiento, de ciencia y de progreso humano. ¿Esquiva Dios a los teístas y trabaja con y por medio de ateos? Él debe tener un gran sentido del humor.   

¿En cuanto al espíritu humano hecho a la imagen y semejanza de Dios, no está muy claro que también transcienda nacionalidad, razas, religión, género, cultura y edad? El espíritu humano no es ni judío ni gentil, ni africano ni caucásico, ni negro ni blanco, ni varón ni hembra, ni viejo ni joven. Aquel que abriga al espíritu humano con dignidad, superioridad e igualdad no es su identidad racial, sexual, cultural, y ciertamente no su identidad religiosa, sino simple y solamente eso: su identidad humana.   

Dios no puede guardarse con llave en una estructura religiosa. El espíritu humano no puede confinarse a una secta. El reino de Dios no puede contenerse en un credo o identificarse con cualquier organización. No hay "teoría del todo" que puede contener el espíritu humano que es libre y peregrino con Dios en un abierto futuro. Cualquier credo expirará antes que la tinta seque. El ser humano es superior  al socialismo, capitalismo o cualquier otra organización. A lo más, todos los sistemas o instituciones precedentes pueden ser lo que el fuego es a la necesidad humana, buena servidora pero mala maestra. Su lugar adecuado está bajo los pies de las personas. (Salmos 8:6).   

No es sorpresa que Yeshúah ben Adam dijera: "Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza". (Lucas 9:58).  No hay ningún aposento digno del espíritu humano excepto en el que es "Señor, tú nos has sido refugio   De generación en generación". (Salmos 90:1).  Nadie lo dice mejor que esto: "... Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él". (1 Juan 4:16).    

No hay ninguna casa digna del espíritu humano excepto en él quién es "nuestro lugar de la morada de la generación a la generación." (Salmos 90:1). 

 

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