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Los Mercenarios |
A partir del siglo XI hubo ya en los ejércitos cristianos
hombres con carácter de mercenarios naturales, es decir, nativos de estos reinos
y extranjeros.
Estos contingentes aumentaron en la baja Edad Media y para algunos constituyeron
el futuro núcleo del ejército real. posiblemente en esta interpretación del
concepto de mercenario se incluyan los guerreros que percibían " Soldadas
bélicas " o los que se convertían en vasallos del tipo " golondrina
", pero en todo caso la existencia de mercenarios extranjeros puede estar basada
en casos concretos demostrados.
Alfonso II de Aragón tuvo a su servicio al sarraceno Mohamed Abanadalli, y Pedro
el Grande se sirvió de ballesteros y lanceros moros del reino de Valencia en
sus guerras con Francia.
En Castilla, Pedro I contó entre sus huestes a auxiliares moros, del mismo modo
que Enrique de Trastamara contó con mercenarios ingleses, franceses y musulmanes.
Hubo también mercenarios cristianos al servicio de los reyes musulmanes del
Mogreb.
Desde el siglo X reinó indudablemente un cierto espíritu de armonía entre estos
soberanos y los reinos cristianos de España. En cambio, puede decirse que los
musulmanes de Oriente, enfrentados a las Cruzadas, no recibieron apoyo alguno
de los musulmanes de Occidente.
Estas milicias cristianas del Mogreb formaron parte durante mucho tiempo de
los ejércitos de Marruecos, Tremecén y Túnez.
Parece bastante probable que la práctica la iniciasen los almorávides con cautivos
cristianos, pero desde los tiempos de los almohades debió tratarse ya de hombres
libres de los reinos cristianos de Europa, principalmente, castellanos en Marruecos,
catalanes y aragoneses en Tremecén y Túnez.
Su constitución original es bastante desconocida, aunque sí sabemos que constituían
una organización separada. Estaban mandados por un Alcaide, nombrado
por el propio rey de Aragón y al servicio del emir que les pagaba. Contaban
con el libre ejercicio de su religión y portaban como enseña la bandera del
rey de Aragón. Fueron apreciados por su disciplina, llegando hasta constituir,
en varias ocasiones, la guardia personal de los soberanos mogrebíes. Pero nunca
fueron utilizados contra cristianos sino sólo en oposición a árabes bereberes.
No falta quienes opinan que el uso de mercenarios fue práctica antigua de los
reinos cristianos europeos.
Desde el siglo XII sí podemos admitir que los reyes de Francia e Inglaterra,
éstos en primer lugar, tomasen a su servicio aventureros para actuaciones guerreras
difíciles, aunque después se les despidiese inmediatamente. Reclutados individualmente,
poco deseados por sus excesos y peligrosos de conservar , estos primeros mercenarios
desaparecieron de Francia e Inglaterra al comienzo del siglo XIII. En 1215 fueron
prohibidos en Inglaterra y sólo se consintió la presencia de ballesteros extranjeros
y con pocos efectivos, mientras que los gascones del ejercito de Eduardo I no
eran mercenarios sino vasallos.
En Italia, los bizantinos contrataron a principios del siglo XII a unos hombres
procedentes de los estados alemanes, que eran " milites qui solidarii
vocantur " ( caballeros o guerreros que llamaban asoldados o asalariados
).
Entre ellos parecía haber también, entre otros, aragoneses, navarros y vascos.
Recibían múltiples nombres, que demuestran la incapacidad terminológica para
la designación de un fenómeno nuevo
Datos de " Historia del Ejército español " S.H.M y Organización Militar en los Siglos XV y XVI ( II Jornadas Nacionales de H.M.)