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Elogio fúnebre a JUAN DIXON WORTTMAN Semblanza de JUAN DIXON WORTTMANN Por
S. Delgado Ch.,
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Tuve la oportunidad de compartir con el Q:.H:. JUAN DIXON
W., en las Cámaras de Oradores que ordenada y mensualmente se impartían,
cuando ocupó el sitial de Gran Orador de la Gran Logia de Chile en el período
1994 – 1998. Cordial, afectuoso, modesto, no obstante sus grandes
merecimientos, jamás dejó de estimular, con su palabra amable y oportuna, a la
juventud de muchas generaciones y a todos aquellos que se iniciaban en los
azares de una vida cambiante, llena de recónditas interrogaciones que, a veces,
los desorientaba o los inducía al desgano o a la indiferencia. No en vano, fue
al primero que escuché esa sentencia que dice, “Creo que no es difícil
entrar a la masonería, lo difícil es, que la masonería entre en cada uno de
nosotros”. Nuestro Q:.H:. JUAN DIXON WORTTMANN, queriendo ser siempre
un representante generoso de una Utopía trascendente, se empeñaba por señalarles
a los nuevos masones el camino mejor, más que con sus consejos, con la
prestancia de su recia, culta y depurada personalidad. Poseedor de una amplia ilustración, poseía el don
inapreciable de la palabra, provocando por su intermedio la exaltación de los
sentimientos superiores y de los más elevados impulsos que subyacen en lo más
profundo del ser humano. Fue en nuestros Talleres, y lo que es más importante en la
vida profana, un exponente vivo de lo que es y debiera ser un Maestro Masón. Además de actuar con la eficiencia que le era característica,
en la docencia superior en el mundo fraternal, como Periodista en el mundo
profano, también invirtió sus más íntimos afanes en la ennoblecedora tarea
de administrar información seria, honrada y objetiva en los diferentes Diarios
de la Sociedad Periodística del Sur, en las ciudades de Concepción, Temuco y
Osorno. No olvidamos que también fue Director de la “Revista Masónica
de Chile” en varios períodos, y que fue nombrado por primera vez en esa función
por el ex G:.M:. René García Valenzuela en el año 1970. Debido a sus notables aciertos masónicos y a que se destacó
por su sano y limpio concepto de la Fraternidad, venciendo con esfuerzo, con
altura de miras y con un profundo sentido de humanismo las dificultades
naturales que sin duda encontró, fue distinguido con los más altos cargos en
la Francmasonería nacional. Presidente de la Asociación de Periodistas Masones, varias
veces Director de la Revista Masónica de Chile, Gran Orador en el período 1994
– 1998, Miembro Honorario (nombrado en 2007) y actual Miembro titular del
Consejo de la Gran Logia de Chile. En
todos ellos, desempeñó, con el brillo que le era habitual, las
responsabilidades que le encargaron. En nuestra
Institución y particularmente en nuestra Logia “Pentalpha”, trabajó permanentemente y sin descanso, tratando
lealmente de superarse. Consideramos que la ocasión amerita precisar, que nunca
abandonó por ello, su bonhomía y su sencillez digna de admiración y respeto.
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