En
el piso 25 de un edificio en Nueva York se realiza cada trimestre
una peculiar operación. Las paredes son empapeladas con
un listado de todas las acciones que se transan en la bolsa
de valores local. Un personaje a unos metros de distancia empieza
a lanzar dardos al azar a las posibilidades postuladas en la
pared. Unos pisos más arriba almuerzan los directores
de los fondos de inversión más cotizados de la
ciudad. Luego de extensos análisis, y con la ayuda de
sofisticados modelos financieros, estos profesionales llegan
a la selección de un portafolio de acciones que representa
la mejor inversión, incomparable en sus proyecciones
de rentabilidad.

Al siguiente
día, el Wall Street Journal, organizador de estas singulares
actividades, realiza inversiones virtuales en los dos portafolios:
el de los profesionales y el que resulta de los dardos. Transcurrido
un trimestre, se revisa la rentabilidad de ambos métodos
y se confronta así la teoría financiera especializada
contra el azar. No obstante la complejidad y precisión
de las prácticas utilizadas por los profesionales, de
109 pruebas ejecutadas hasta el momento por el periódico
financiero, los profesionales sólo han ganado 68.
Este resultado
es sorprendente, pues es de suponer que expertos, con muchos
años de experiencia, que tienen acceso a gran cantidad
de información y a las más sofisticadas técnicas
financieras, deberían tener un mayor porcentaje de acierto
que una docena de dardos. En la práctica, la caricatura
de los dardos hace inevitable pensar que conocer de los mercados
financieros para hacer inversiones con cierto grado de éxito
no es esencial. Lo anterior explica por qué desde hace
unos pocos años gran cantidad de estadounidenses, obviando
los consejos de los corredores de bolsa tradicionales, están
invirtiendo en los mercados mundiales a través de la
Internet, práctica que a primera vista podría
parecer más cercana a la metodología de los dardos
que al estudio de los expertos.
Sin embargo,
el éxito de esta nueva modalidad de inversión
no tiene precedentes. El volumen de negociaciones a través
de la Internet presentó en junio un incremento del 49%
con respecto al trimestre anterior, y llegó a 500 mil
transacciones diarias. Schwab.com,
el sitio de operaciones bursátiles más importante
de la red, promedia transacciones por cerca de 4.000 millones
de dólares cada semana, lo cual, con base en volúmenes
actuales, sería el equivalente al total del intercambio
de acciones en las bolsas colombianas de los próximos
10 años. Para el 2000 se proyectan casi ochocientas mil
transacciones diarias y para el año 2002, más
de un millón. Los analistas estiman que alrededor del
15% del total de las cuentas individuales de inversionistas
norteamericanos existentes están basadas en Internet,
lo cual equivale a más de cinco millones de personas.
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